miércoles, 3 de junio de 2015

Los Cambalaches de Ssusaníta...

La investidura de Susana Díaz sigue en el aire 70 días después. El Partido Popular maneja ya abiertamente la posibilidad de abstenerse para dar paso a la candidata socialista, pero no lo hará gratis. Quieren mantener las alcaldías deJerez y Marbella junto a Cádiz como piezas claves que podrían despejar la presidencia de la Junta. La dirección del PP andaluz anuncia “flexibilidad” y no quiere poner nombres a las alcaldías que podrían permitir el acuerdo entre socialistas y populares. Quieren negociar.
Aunque todos descarten el cambio de cromos, la realidad se impone. Si Susana Díaz quiere acabar con su interinidad gracias a la abstención de los 33 diputados del PP, como todo indica, tendrá que mover ficha y ceder. Tiene muy difícil conseguirlo antes de que se constituyan los ayuntamientos y quede claro el reparto de poder. Susana Díaz ha mandado parar los contactos locales y provinciales para controlar la situación.
A dos semanas del 13 de junio, el mapa en las grandes ciudades andaluzas es el siguiente. El PP da por hechas las alcaldías de Almería, Jaén, Granada y Málaga, donde les bastaría el apoyo de Ciudadanos, que en algunos casos pone condiciones imposibles, y que los socialistas se votaran a sí mismos para no bloquear la formación de gobiernos populares. El PSOE gobernaría enHuelva, Sevilla y Córdoba. Los populares dan estas plazas por perdidas, aunque en el caso de la capital cordobesa todavía hay quienes se resisten. El juego de sillones podría darse en Cádiz, donde Díaz tiene que decidir entre Podemos y el PP, y en otras dos grandes ciudades de referencia que podrían inclinar la balanza: Marbella y Jerez. En la primera un cuatripartito de PSOE con Opción Sampedreña, Costa del Sol Sí se Puede e IU podría mandar a la oposición a una de las alcaldesas con más brillo del PP, Ángeles Muñoz. En Jerez, la popular María José García Pelayo podría quedarse sin alcaldía si los socialistas pactan con Ganemos Jerez e IU.
Ángeles Muñoz, alcaldesa de Marbella. (EFE)
Ángeles Muñoz, alcaldesa de Marbella. (EFE)
En las filas del PP la respuesta es clara. No se abstendrían frente a Susana Díaz si pierden Cádiz, Jerez y Marbella (algunas fuentes incluyen en la negociación a Córdoba, aunque con menos ímpetu). Tampoco antes de que los ayuntamientos estén constituidos. Esta es la posición del ala más dura del partido, con Javier Arenas a la cabeza, en un frente correoso que afirma que no evitará unas segundas elecciones en Andalucía si la socialista no acepta el intercambio. Tanto el presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, como su número dos, Loles López, asumen ya abiertamente una posición “flexible” para dar paso a Susana Díaz.
La situación interna es mucho más complicada. Moreno Bonilla tiene unliderazgo cuestionado, soporta la presión de los fieles de Arenas, de los alcaldes que quieren gobernar y de los presidentes provinciales. Aunque supuestamente el líder del PP andaluz está en una posición “posibilista” frente a la baronesa socialista, tampoco tiene manos libres. Necesita gestos políticos y salvar varios ayuntamientos de referencia. La presión interna crece. Todos aseguran que Génova no va a dar instrucciones ni órdenes sobre la investidura, aunque ya se sabe que Mariano Rajoy no quiere segundas elecciones en Andalucía. 

Cambios “por adición”

Moreno Bonilla y su equipo llevan algo más de un año al frente del PP andaluz y han encajado tres sonoras derrotas electorales. Por primera vez tras el 24 de mayo, el líder regional asumió la necesidad de cambios en las caras y las estrategias del partido. Ahora la solución es la de siempre en este partido para Andalucía, cambios "por adición", retoques en los cargos menos importantes y suma de nuevas caras. Esa “renovación por adición” no es de nuevo cuño. Es exactamente la misma expresión que utilizó Arenas en su vuelta en 2004 y en 2008. Mientras que en otras comunidades del PP donde no se han revalidado mayorías absolutas como Valencia, Castilla y León o Baleares los barones han dado un paso atrás y atan una transición ordenada, en Andalucía ninguno de los alcaldes con malos resultados se plantea la retirada.
Juan Manuel Moreno Bonilla, líder del PP en Andalucía. (Reuters)
Juan Manuel Moreno Bonilla, líder del PP en Andalucía. (Reuters)
Mientras que Rajoy ha anunciado cambios antes de verano y se ha cuestionado por algunos la labor de la secretaria general, María Dolores de Cospedal (ahora reivindicada de nuevo), en las filas andaluzas no se mueve una hoja. El mejor ejemplo es la respuesta que brindó la número dos del PP andaluz a la pregunta de si se sentía cuestionada tras los resultados electorales. Saltó como un resorte: “Yo he ganado por mayoría absoluta”. Se refería a la alcaldía de su pueblo, Valverde del Camino (Huelva, 12.000 habitantes). Pero se le preguntaba por su papel como secretaria general. Como, por cierto, hacen muchos ya en clave interna y sin micrófonos.
El presidente del PP andaluz se reúne hoy con los presidentes provinciales. Aseguran que no se trata de afianzar ningún liderazgo porque “lo que está afianzado no hay que afianzarlo”. La realidad es que tras la debacle de las andaluzas se cerraron filas por la inmediatez de las municipales y posiblemente ahora vuelva a ocurrir por la proximidad de las generales, pero el PP andaluz es una olla a presión y hay muchos descontentos. Cuando se constate la pérdida de poder en los ayuntamientos y en las diputaciones, quienes conocen el partido asumen que ese enfado se disparará.
Desde que la semana pasada el líder del PP andaluz y Susana Díaz rompieran el hielo a través de una llamada telefónica y dejaran la puerta abierta a negociar, no hay novedades, según aseguran desde la dirección del PP andaluz. Lo último es que la secretaria general del PSOE andaluz ha mandado parar los contactos provinciales y locales con dirigentes del PP para ganar tiempo y controlar todo el tablero político con el fin de salvar su investidura. Había programada, por ejemplo, una reunión en Cádiz entre el candidato socialista y la alcaldesa en funciones, Teófila Martínez, que ha sido pospuesta por orden de la dirección regional socialista, según ha podido saber El Confidencial. Fuentes socialistas insisten en el mensaje de Díaz sobre la necesidad de anclar al PSOE en la “centralidad” del tablero político y dejan claro que dialogarán con el PP. Sin embargo, no aclaran hasta dónde podrían llegar las cesiones.

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