Ideas de inversión en una China que vuelve al crecimiento
Didier Rabattu, Lombard Odier IM
Tras la celebración del XIX Congreso Nacional del PCCh, ¿cuáles son las conclusiones que debe sacar el inversor? ¿Cuáles son las líneas que definirán el futuro de China? ¿Abre ello oportunidades de inversión en la Bolsa china?
Durante las últimas semanas China se ha situado en el centro de atención con motivo de la celebración del XIX Congreso del Partido Comunista en Beijing, el cual ha tenido lugar del 18 al 24 de octubre. Este evento, que se organiza cada cinco años, es una cita clave que los inversores deben analizar cuidadosamente. Y es que, además de elegir a los principales líderes de China, también da forma al futuro político del país y establece las bases económicas para los próximos años.
Mientras que los miembros finales del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista (máximo órgano de toma de decisiones en China) todavía no se han dado a conocer, el XIX Congreso ha consolidado la autoridad del presidente Xi Jinping sobre el Partido Comunista y sobre el propio Estado chino. Vale la pena señalar que Xi es el primer líder vivo desde Mao Zedong cuyo pensamiento político se consagra en la Constitución del Partido Comunista, lo que muestra el poder que ha adquirido Xi. En vista de la evolución del Congreso, la agenda de reformas impulsada por el presidente tendrá continuidad y, quizás, se acelerará a medida que su control aumente sobre el partido y el Estado.
En los últimos cinco años, Xi ha impulsado una importante racionalización y limpieza del sistema económico y financiero del país. En particular, China ha superado las expectativas en términos de cierre de aquellas industrias con exceso de capacidad. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las reformas financieras han sido más lentas. De hecho, la deuda del sistema en relación con el Producto Interior Bruto (PIB) ha seguido aumentando en los últimos cinco años. No obstante, y, a pesar de ello, en relación a los vehículos de financiación del gobierno local, China ha conseguido resolver sus irregularidades, las cuales han tenido consecuencias limitadas en los mercados financieros.
Desde nuestro punto de vista, los cambios a los que hemos hecho referencia, así como los programas de estímulos impulsados a finales del año 2015, han permitido que la economía se recupere de la desaceleración que registró en ese periodo de tiempo (debido principalmente a una intensa campaña anticorrupción impulsada por el propio presidente Xi) hacia niveles de crecimiento que están alrededor del 5,5 por ciento. Con respecto a estas cifras, es preciso señalar que nosotros nos mostramos escépticos con los números que muestran un crecimiento del país de entre el 6 y el 6,5 por ciento.
En este contexto, cabe poner de relieve que en los últimos tres trimestres estamos asistiendo a cifras corporativas alentadoras, con compañías chinas que en todos los sectores están comenzando a mostrar una fuerte mejora, tanto en ventas como en beneficios. En nuestra opinión, esta tendencia va a continuar en el próximo año, ya que la economía del país aún se está beneficiando de múltiples factores, como la reconstitución de inventarios, el crecimiento del crédito, la fuerte demanda interna y el programa, precisamente impulsado por el presidente chino, llamado One Belt, One Road (Un Cinturón, Un Camino), entre otros ejemplos.
En conclusión, en los últimos cinco años Xi Jinping ha impulsado de forma clara la racionalización y la limpieza del sistema económico y financiero chino. Además, China está cambiando rápidamente de un modelo de exportación de bajo valor añadido a una economía de mayor valor impulsada por la demanda interna, lo que consideramos positivo.
Por lo tanto, desde Lombard Odier Investment Managers favorecemos diversas empresas chinas de varios sectores como bienes de consumo básico (Tingyi, WantWant, Yum China), cuidado de la salud (servicios médicos de China), tecnología (Travelsky, Alibaba, Tencent) y manufactura (Yutong Bus). Por el contrario, evitamos grandes bancos apalancados, empresas de infraestructura o de utilities. En este contexto, creemos que los mercados chinos (Hong Kong y Shanghai) seguirán registrando un buen desempeño en 2018.
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