Mundial Rusia 2018, Irán-España: Deber cumplido (0-1)
España llegará a la última jornada del Grupo B con esperanzas de clasificación como primera de grupo después de hacer los deberes y ganar sufridamente a Irán por 0-1 en Kazán con gol de Diego Costa en un rebote. Espera ahora Marruecos, colista del cuadro y ya eliminada como próximo rival de España este lunes 25 de junio a las 20:00 en Kaliningrado.
FICHA DEL PARTIDO
0 – Irán: Beiranvand; Haji Safi (Mohammadi, 69’), Pouraliganji, M. Hosseini, Ramini; S. Ezatolahi. Omid, V. Amiri (Ghoddos, 86’), Ansarifard (Alireza, 74’); Mehdi y Sardar.
Seleccionador: Carlos Queiroz (POR).
1 – España: De Gea; Carvajal, Piqué, Ramos, Jordi Alba; Busquets, Iniesta (Koke, 70’), Isco, Silva, Lucas Vázquez (Marco Asensio, 79’); Diego Costa (Rodrigo, 88’).
Seleccionador: Fernando Hierro.
Goles: 0-1. M. 54: Diego Costa.
Árbitro: Andrés Cunha, de Uruguay. Amarilla a Amiri (79’) y Omid (90+1’).
Incidencias: partido del Grupo B del Mundial de Rusia disputado en el Kazán Arena. Lleno.
Diego Costa.Getty Images
PERSONAJES
Iniesta: Partidazo del veterano centrocampista, autor de la jugada que supuso el primer gol y rindiendo a su mejor nivel. Le reemplazó Koke a los 70 minutos.
Diego Costa: Autor del gol que abrió la lata, de nuevo el delantero del Atlético fue determinante para que España se acercara a los octavos. Antes de ello, rozó el larguero de dejar a España con diez cuando pisó levemente al portero iraní, quien aprovechó para exagerar y cuestionar por momentos la continuidad del delantero de Lagarto.
De Gea: Centro de todas las atenciones después de su pésimo partido ante Portugal, el guardameta del Manchester United apenas tuvo trabajo como para calibrar su recuperación después de la confianza ciega de Hierro. Eso sí, sus defensas no parecieron tener la misma fe en él.
NUDO
España se siente ya en octavos de final. Pero no fue sencillo. Tampoco para Hierro con un once en el que mantuvo contra viento y marea a De Gea y Carvajal ocupó la plaza de Nacho y Lucas la de Koke. Y se tardó en resolver contra la selección iraní de UFC o, en una versión más básica, la del muro de piedra de este Mundial. Apostada Irán atrás para no dejar pasar al enemigo, a España le costó traspasar la línea Maginot de su ideólogo portugués, el exmadridista Carlos Queiroz. Minuto a minuto, balón a balón, la presión española fue en un aumento progresivo, como un concierto de rock de los años 70.
Pero no llegaba el gol. Imposible ante la acumulación de faltas, lesiones, pérdidas de tiempo y pelotazos con los que los iraníes ralentizaron el juego, chato como pocas veces. Arriba, Diego Costa se fajaba y el que lucía era Silva, aunque sin gol, su enorme carencia habitual.
Isco, en el partido entre Irán y España del Mundial 2018EFE
En la segunda parte, algo debía cambiar para ganar. Y fue la suerte. Tal cual. Porque del 1-0, en un remate durísimo de Ansarifard, se pasó al 0-1 gracias al tiquitaca que creó Iniesta y finalizó Diego Costa en una carambola producto de su control dentro del área.
Con el marcador a favor después de 54 minutos, España no supo mantener la tensión, seguramente por agotamiento, y fue el momento de que Irán rondara el empate. Como en el gol anulado, VAR mediante, por fuera de juego de Ezatolahi. Pero, tras eso, todo regresó a cierta normalidad con un final en el que España tampoco sufrió en exceso para conservar el trabajado triunfo.
Quizás era tan solo cuestión de paciencia, pero por momentos las sensaciones de España en un Mundial no fueron buenas hasta que lo volvieron a ser. Y todo por un gol. Que en esto del fútbol es lo que más cuenta últimamente.
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