sábado, 1 de enero de 2022
Asturias mira al 2022 con expectación...
Así será 2022 en Asturias
Ángel Falcón
ÁNGEL FALCÓN
ASTURIAS
Bandera de AsturiasBandera de Asturias
Fármacos antivirales y vacunas esterilizantes, la recuperación económica con fondos europeos, las obras finales del AVE, la extensión de la banda ancha. Los proyectos de José Andrés y los retos de Luis Enrique y Fernando Alonso que protagonizarán el año que arranca
01 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.
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Como la curva espacio-tiempo einsteiniana, esta pandemia que nos ha tocado vivir deforma nuestra concepción de los años pasados y lo que parece lejano no lo es tanto. Arranca 2022, un año clave que será poliédrico y que nace con la esperanza de vencer a un virus que apareció en 2020 y se ha quedado con nosotros de manera desoladora, aunque más debilitado y domesticado por la ciencia y sus vacunas. El covid-19 afronta en Asturias una sexta ola con la variante ómicron como protagonista por su fácil transmisión, aunque la sospecha es que sus efectos no son tan graves y que la presión hospitalaria no está de momento desbordada. Estos dos años han servido para poner el foco en el servicio sanitario público de Asturias, el esfuerzo del personal y la necesidad de apostar por ellos: por un Estado del Bienestar al que contribuimos a través de un sistema fiscal progresivo. El futuro en 2022 pasa por afinar las vacunas, por nuevos fármacos antivirales, por la búsqueda de una inoculación esterilizante que impida la transmisión (España espera tener su vacuna lista a finales de este año) o bien por la llegada de una inmunización de grupo. Es decir: poner fin al virus o al menos convivir con él como hacemos con otros coronavirus. Será un año en que la lucha contra el covid podrá tener efectos positivos salvo en el Tercer Mundo, donde sigue reinando la brecha. No nos olvidemos de ellos.
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El año que empieza tendrá su foco sanitario (un invierno difícil, una primavera presumiblemente más llevadera y un verano más relajado) y también un foco económico. La recuperación ya está siendo una realidad este año en el plano del empleo, pero la economía asturiana aún no ha alcanzado los niveles prepandemia. La recuperación total del turismo puede ser una gran noticia, así como la llegada de empresas como Amazon. El armamento de los fondos europeos Next Generacion deben suponer en 2022 un impulso. Unos fondos por los que habrá que competir en varios ámbitos: almacenamiento de energía, hidrógeno verde, economía circular, energías renovables, movilidad sostenible, descarbonización, automoción verde, digitalización. En el trasfondo: la transformación del sistema productivo asturiano, que ya se está mascando. El programa con más recursos de la historia de la UE debe servir para alumbrar la génesis de un nuevo modelo económico más acorde con el siglo XXI. Barbón aspira a captar 3.000 millones de euros. Ese cambio se está produciendo ante nuestros ojos y en esta ocasión no debemos perder el tren: ya lo hicimos en demasiadas ocasiones.
También habrá que agarrarse al vagón del AVE y de nuevo a la curva espacio-tiempo: la que nos une a través de un hilo fino con las décadas últimas del siglo XIX. En 1880 se horadó la rampa de Pajares y ahí sigue, vetustísima aunque en pie. A finales de este año quizá se pueda viajar por la variante de Pajares (o en el primer trimestre de 2023) y a lo largo de 2022 empezará la circulación en pruebas, compatible con las obras. Menos de tres horas de Oviedo a Madrid, (un tiempo muy mejorable en el futuro). 4.000 millones de inversión de una obra muy simbólica, que representa gráficamente las dificultades de Asturias para avanzar en estos últimos 30 años. El AVE es la culminación de un proyecto del siglo XX pero en 2022 habrá otro objetivo más propio de esta centuria: otras autopistas de relevancia. La banda ancha llegará al 100% de la población, según las previsiones. El mundo es inexplicable sin banda ancha, aunque en Asturias seguiremos hablando durante estos meses de la rebaja del peaje del Huerna, de la Autovía del Suroccidente, de las obsoletas cercanías ferroviarias, de la ronda Norte de Oviedo, de la estación intermodal de Gijón o de las tarifas a las autopistas. Al fin y al cabo estamos en pleno tránsito entre siglos: es el momento histórico que nos ha tocado vivir.
En diciembre de 2022 rozaremos el millón de habitantes o quizá lleguemos a los 999.000. Números también simbólicos, que reflejan el drama de una región con buena calidad de vida, pero sin empleo, que es también otra forma de pandemia. La Asturias vaciada, el declive de la zona rural donde está depositada la sustancia, la verdad de Asturias, puede tener este año momentos positivos: se avanzará en la candidatura de patrimonio mundial de la Sidra y el sector agroalimentario seguirá ganando peso. Y la llingua, tan arraigada, podrá dar un paso de gigante con la oficialidad. ¿Por qué un patrimonio cultural tan hermoso como la llingua produce animadversión? ¿Por qué en Asturias no se respalda sin fisuras una particularidad cultural como es el asturiano? ¿Por qué cabe oponerse en Asturias a que un producto de Asturias suba un escalón, ascienda a una división superior? Imaginen una manifestación en la calle Uría con pancartas que dijesen: «Yo no apoyo que el Arte prerrománico sea patrimonio de la Humanidad». ¿Por qué el menosprecio? ¿Acaso es un complejo de inferioridad? 2022 será un año clave en el que el diputado de Foro Adrián Pumares tendrá ante sí (y todo su partido empezando por su presidenta Carmen Moryón) la posibilidad de que la llingua tome otra dimensión con la cooficialidad, un reconocimiento que los jóvenes ven con normalidad, sin dramas. No tiene sentido desdeñar nuestras propias raíces.
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Y este año será también un año preelectoral. Los partidos activarán las maquinarias. Adrián Barbón y el PSOE tienen ante sí el reto de la recuperación sanitaria y económica, las palabras mágicas que les catapultarían a una victoria electoral en 2023. IU y el Podemos de Sofía Castañón asumen la posibilidad de una confluencia real de intereses de la izquierda, siguiendo el camino de Yolanda Díaz. Ciudadanos y Nacho Cuesta tienen el reto de no ser absorbidos por el PP y de mantener su independencia mientras que los populares de Teresa Mallada aspiran al ecumenismo de la derecha. Es decir: captar a los votantes de Cs, de Foro y de Vox para catapultar su candidatura. Evitar la jibarización de los conservadores (que tanto daño ha causado al PP) y eludir la colonización populista y ultra de Vox.
Y habrá más protagonistas. José Andrés lanzará un proyecto contra la crisis climática, Asturias lanzará nanosatélites al espacio, Fernando Alonso acelerará «El Plan» (¿volverá a los podios?) con su Alpine. El año en el que Luis Enrique comandará a la selección de fútbol en el Mundial de Quatar, en el que el Oviedo y el Sporting aspirarán al ascenso, en el que la Ópera de Oviedo cumplirá 75 años, en el que el Campoamor se podrá llenar de nuevo para la gran fiesta de los Premios Princesa de Asturias. Quizá regresen los conciertos y la música en directo, las fiestas de prao y la vida que dejamos atrás en un triste mes de febrero de 2020. Estos años robados que merecemos vivir. Que suba el telón porque todo ello lo contaremos en La Voz de Asturias.
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