miércoles, 6 de diciembre de 2023

Evidencias...Los Egos acabarán en Autofagia...

Podemos, interlocutor clave para Sánchez tras romper con Sumar: "Tendrán que pelear nuestros cinco votos" Historia de MARISA CRUZ • 12 h Fullscreen button La secretaria general de Podemos, Ione Belarra. La secretaria general de Podemos, Ione Belarra. © EFE Podemos rompe definitivamente con Yolanda Díaz y abandona el grupo parlamentario de Sumar para pasar a integrarse en el Grupo Mixto. El portazo se venía barruntando desde hace días, cobró fuerza en el debate de investidura de Pedro Sánchez y quedó prácticamente sentenciado cuando se confirmó que ningún miembro de la formación morada tendría silla en el nuevo Consejo de Ministros. Con su decisión, de la máxima trascendencia, los cinco diputados capitaneados por Ione Belarra pasan a convertirse en un interlocutor más, imprescindible para el presidente del Gobierno, porque gestionarán autónomamente sus votos, tendrán capacidad para alzar la voz en el Congreso y podrán presentar sus propias iniciativas; toda una labor política de primer nivel de la que carecían completamente bajo el paraguas de Sumar. «Ahora no tienen nuestros cinco votos y tendrán que pelearlos. Tendrán que negociar con nosotros como con el resto de grupos», advierten fuentes de la cúpula morada. «Sánchez y Díaz no han tenido habilidad ni inteligencia política. No han querido cuidar a Podemos. Ellos sabrán», agregan. Podemos ha dado el paso definitivo y roto amarras con la plataforma de Díaz -a la que ahora dejan con sólo 26 escaños- en la que se sentían arrinconados y a la que, en buena medida, culpaban de haber sido «expulsados» de Moncloa. En el Grupo Mixto contarán con una mayor subvención parlamentaria y, ante todo, dispondrán de tiempo y canales para presentar y defender sus propuestas. Los morados venían arrastrando desde hace semanas la frustración de no poder hacer oír su voz, taponada por las decisiones de Díaz, que ya había optado por dejarles sin portavocía adjunta en el Congreso y anular su posibilidad de presentar iniciativas en la Cámara. Esta aniquilación de su protagonismo se puso de manifiesto de forma clara ayer al no permitirles intervenir en el Pleno en el que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, defendió la posición de España en el conflicto palestino-israelí, un enfrentamiento en el que los morados exigen la ruptura de las relaciones diplomáticas con Israel y la acusación al Gobierno judío de perpetrar un genocidio contra la población de Gaza. Esa fue, según fuentes de la formación, «la gota que colmó el vaso». No obstante, las razones profundas del choque con Sumar van mucho más allá y se remontan atrás en el tiempo. Podemos reprocha a Sumar el haberles «bloqueado» todas las iniciativas que han intentado abanderar e incluso de haber torpedeado la posibilidad de repartir el tiempo de intervención en la Cámara para que, liderados por Belarra, participaran en el debate más importante de la nueva legislatura, el de investidura como presidente del Gobierno de Pedro Sánchez. «Esto no era el punto de partida, pero la situación se ha ido tensando. No podíamos ni presentar una proposición no de ley», justifican en el partido morado, donde indicaron que había habido una conversación entre su secretaria general y Díaz, pero que sí se comunicó previamente tanto a Sumar como al PSOE y a los integrantes del Grupo Mixto. En el partido de la vicepresidenta, en cambio, aseguran que se enteraron de la ruptura por Diario Red, el canal de comunicación creado por Pablo Iglesias, y sugirieron que se trataría de un caso de transfuguismo de manual. Tampoco ocultaron la decepción con sus ya ex socios, de los que consideran que han demostrado no saber hacer autocrítica, y enmarcaron su decisión en un «puro cálculo político y estratégico». Con su inclusión en el Grupo Mixto, Podemos no sólo hace un agujero potencial de cinco escaños a la mayoría de izquierdas, independentista y nacionalista que sostiene a Sánchez, sino que, además, adquiere voz propia para defender sus postulados y se convierte en actor con el que el Ejecutivo tendrá que negociar de tú a tú de la misma manera que lo hace con el PNV, Bildu, ERC, Junts, Coalición Canaria o el BNG. Portavocía del Grupo Mixto En su calidad de fuerza mayoritaria del Grupo Mixto, los diputados de Podemos se garantizan protagonismo a la hora de hacerse oír desde la tribuna del Congreso y, además, ejercerán la portavocía del grupo durante dos terceras partes de la legislatura, lo que les permitirá presentar iniciativas que, en el caso de haber permanecido integrados en el Grupo Sumar, no habrían podido llevar a cabo. En el Mixto, además, tendrán la posibilidad de pactar con el BNG, que cuenta con un diputado en el Congreso, lo que podría llegar a incrementar su influencia en hasta seis escaños, uno más que los que ocupa en la actualidad el PNV y los mismos con los que cuenta otro de los socios preferentes de Sánchez, EH Bildu. Con las manos libres para actuar y fijar posición, Podemos podrá trabajar en la conformación de un grupo de influencia importante ante el Ejecutivo de PSOE y Sumar, habida cuenta de las relaciones estrechas que siempre ha mantenido con ERC. Soltando amarras de Yolanda Díaz, se convierten en un elemento suelto que puede llegar a representar un peligro para Sánchez en la medida en la que no perderán oportunidad de mostrarse muy exigentes a la hora de imprimir un toque de izquierda radical a las iniciativas del Ejecutivo. Ayer, el diputado Javier Sánchez Serna puso negro sobre blanco las intenciones de su formación: hacer valer sus votos en las políticas que beneficien a la gente. Y hacerlo con manos libres y sin tutelas. Dentro del Grupo Mixto, Podemos gozará de una mayor asignación parlamentaria -aproximadamente 8.000 euros extras al mes-; como fuerza predominante en el Grupo Mixto podrán acaparar buena parte del cupo de iniciativas que le corresponde -preguntas en la sesión de control al Gobierno, interpelaciones y proposiciones de ley y no de ley-, además tendrán cancha para intervenir en los debates sin depender de los intereses y afinidades de Yolanda Díaz y la dirección de Sumar. Por ejemplo, en un debate de investidura o sobre el estado de la Nación podrían ocupar la tribuna durante 10 minutos, el tiempo máximo que el Reglamento contempla para una formación integrada en el Mixto, y, en los más habituales de totalidad sobre una iniciativa legislativa, su tiempo de palabra será de hasta cinco minutos. Suscríbete aquí para seguir informado El Mundo Visitar El Mundo Podemos estrena su paso al Grupo Mixto atacando al PSOE y a Sumar por "normalizar el incumplimiento de la Constitución" Decomisadas 7,2 toneladas de cocaína y detenidas 4 personas en La Coruña

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