miércoles, 27 de diciembre de 2023
Pasítos....
Sánchez anuncia que se mantendrán los descuentos al transporte y la rebaja del IVA de los alimentos pero sube el de la luz y el gas
El Gobierno de coalición extiende hasta junio la rebaja del IVA a los alimentos básicos, pero retira la reducción del IVA a la electricidad de forma progresiva y del gas. También mantiene los impuestos a los beneficios extraordinarios de la banca y la energía, pero con exenciones para las empresas que realicen inversiones estratégicas
— El Banco de España asegura que la inflación caería al 2,3% en 2024 si se mantuvieran todas las medidas de choque
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. EFE / Juan Carlos Hidalgo
Daniel Yebra
26 de diciembre de 2023 22:23h
Actualizado el 27/12/2023 13:27h
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido este miércoles para presentar el octavo Real Decreto-Ley anti crisis, que se ha aprobado en el último Consejo de Ministros del año. El nuevo paquete prorroga la rebaja del IVA de los alimentos básicos hasta junio y los descuentos al transporte público, mantiene el impuesto a los beneficios extraordinarios de la banca y de las energéticas (aunque con exenciones en este último caso) y elevará el IVA de la luz progresivamente en los próximos 6 meses, desde el 5% en el que lo dejó en 2021, entre otras medidas.
El Gobierno acuerda con EH Bildu prohibir desahucios de personas vulnerables hasta 2025
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“Este Gobierno seguirá haciendo del acuerdo su razón de ser”, ha recalcado Sánchez, quien ha incidido en que el nuevo Ejecutivo está dispuesto a negociar “hasta la extenuación”, como ha ocurrido en las últimas horas.
El debate del último Real Decreto-Ley con medidas para aliviar el daño de la inflación ha vuelto a forzar las costuras ideológicas del Gobierno de coalición. Sobre algunas medidas en concreto, como los descuentos al transporte público o los impuestos a los beneficios extraordinarios de las energéticas y la banca, se ha producido una intensa discusión, evidenciando las diferentes visiones sobre la política económica que existen dentro del Ejecutivo.
Las discusiones entre el gabinete del presidente del Gobierno y los de las cuatro vicepresidentas económicas, Nadia Calviño, Yolanda Díaz, Teresa Ribera y María Jesús Montero, se han alargado hasta el último minuto, según distintas fuentes de todas las partes implicadas.
Descuentos en el transporte público
Uno de los grandes choques dentro del Gobierno de coalición fue la discusión sobre prorrogar los descuentos al transporte público para toda la población, como proponía Sumar, o solo para jóvenes y parados, como habían dispuesto desde los ministerios socialistas. Finalmente se llegó a un acuerdo sobre las 23:00 horas del martes. En este punto se ha seguido la pauta que había propuesto el equipo de Yolanda Díaz frente a las ayudas selectivas que habían diseñado en el PSOE. El nuevo Real Decreto-Ley alarga durante 2024 la bonificación del transporte público para todo el mundo.
Impuesto a los beneficios extraordinarios de las energéticas
Otro de los principales desencuentros sobre el nuevo paquete saltó respecto a bonificar o no el impuesto a los beneficios extraordinarios de las energéticas. En el acuerdo para formar Gobierno, PSOE y Sumar pactaron dar continuidad a este tributo que nació en 2022 como respuesta al exceso de ingresos obtenidos por las empresas de electricidad, gas o petróleo como consecuencia de la crisis energética exacerbada por la invasión rusa de Ucrania. Este martes, fuentes de la formación que lidera Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, lamentaron que el PSOE pretendiera incluir, “a petición del PNV [uno de los partidos que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez]”, bonificaciones a este impuesto según el porcentaje de ganancias que las empresas consiguieran dentro de España.
“Es absurdo, porque se quedaban muchas compañías exentas de pagar el tributo”, criticaron desde el Ministerio de Trabajo. La bonificación tendría el objetivo de defender a las compañías más presentes dentro de nuestras fronteras y castigar a las extranjeras o a las más internacionalizadas. En el acuerdo para formar Gobierno de finales de octubre se contemplaba su adaptación a un contexto de moderación de las subidas de los precios de la energía, como se espera en los próximos meses.
Lo que sí ha conseguido el PNV es que tanto el impuesto a las energéticas como el impuesto a la banca se integren en el sistema tributario y “serán concertados o convenidos, según corresponda, previa modificación del Concierto y Convenio en vigor, respectivamente, en la Comunidad Autónoma Vasca y en la Comunidad Foral de Nafarroa”.
EAJ-PNV también ha arrancado al Gobierno de coalición, según defendió antes de la rueda de prensa de Pedro Sánchez, “un incentivo para el sector energético por las inversiones estratégicas que se realicen ante la posibilidad de una ralentización del gasto en transición ecológica”.
Por último, el partido vasco ha pactado la prórroga en 2024 del contrato relevo la industria (especialmente relevante para el sector de la automoción), “para facilitar el rejuvenecimiento de las plantillas y la formación de las personas jóvenes”.
Subida del IVA de la luz
Respecto a las medidas relacionadas con los precios de consumo de la energía, la pelea ha sido fuerte igualmente. Definitivamente, el Gobierno subirá el IVA de la electricidad al 10%, desde el 5% al que lo redujo en 2021. Este incremento lo dejará lejos del 21% en el que estaban antes de que estallara la crisis de precios. Las fuentes de la negociación no confirmaron si el impuesto especial de la electricidad también se elevará desde el 0,5% al que se rebajó. Sí que apuntaron a que se incrementará poco a poco el IVA del gas del 5% al 21% original.
Margen fiscal
Hay que tener en cuenta que el contexto es diferente al de 2022 y al de este 2023. Por un lado, las nuevas reglas fiscales de la Unión Europea (UE), que se estrenan en 2024, obligan a dejar el déficit (el desequilibrio entre ingresos y gastos públicos) por debajo del 3% del PIB (Producto Interior Bruto). El coste de las medidas para aliviar el golpe de la inflación a las empresas, a las familias y a la economía en general se elevó a 22.000 millones de euros en 2022 (cuando el déficit fue del 4,7%) y se ha quedado en 15.000 millones en 2023 (con un déficit que rondará el 3,9%).
Para 2024, el objetivo es dejar el desequilibrio presupuestario en el 3%. Una meta que, según la vicepresidenta cuarta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, deja “margen para prorrogar o activar las medidas de apoyo si fuese necesario”. Pero la cifra concreta del paquete que se aprobará este miércoles será muy inferior a las anteriores, que en conjunto superan los 3 puntos de PIB hasta ahora.
Por otra parte, las subidas de precios se han moderado en los últimos meses, aunque se espera que en 2024 la inflación siga de media en el 3,3% (según la última proyección del Banco de España). Es decir, que siga casi en el mismo nivel de este año que termina, precisamente por la retirada progresiva de la mayoría de las medidas de choque.
Se prorroga la rebaja del IVA de los alimentos
No todo fueron pugnas insalvables. A primera hora del mismo martes, desde el propio Ejecutivo se aseguró que el Real Decreto-Ley mantendrá hasta junio la rebaja del IVA del 4% al 0% a alimentos de primera necesidad (como la leche, el pan, los huevos, las legumbres o las verduras) y del 10% al 5% para el aceite y las pastas. Sin duda, la inflación de los alimentos es uno de los principales focos de preocupación en esta última fase de la crisis de precios.
Prórroga a la prohibición de los desahucios
Una de las medidas sin impacto presupuestario, que se conoce desde este martes, es la prórroga a la prohibición de los desahucios de las personas vulnerables, que el Ejecutivo de coalición ha pactado con EH Bildu para que se mantenga a lo largo de todo 2024. Esta medida es la principal en materia de vivienda del plan anticrisis y se arrastra desde el plan de choque que se puso en marcha en 2020 para limitar el golpe de la pandemia. Otras, en cambio, se eliminaron hace meses, como la prórroga de los contratos de alquiler.
Desde ese plan de choque inicial ya se indicaron los requisitos para que las personas arrendatarias en situación de vulnerabilidad pudiesen pedir una prórroga al desahucio o lanzamiento, cuando les sea imposible encontrar una alternativa habitacional. El eje es demostrar su situación de vulnerabilidad, que debe ser acreditado por los Servicios Sociales y respaldado por una autoridad judicial. Los ingresos, como carácter general, no pueden superar el límite de tres veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples mensual (IPREM), aunque se modifica e incrementa en función de las personas a cargo o la situación de estas, si son menores o tienen declarada discapacidad.
La Ley de Vivienda aprobada en mayo ya recoge medidas para evitar los desahucios de personas en situación de vulnerabilidad cuando no hay alternativa habitacional, pero los limita a situaciones donde el propietario del inmueble en cuestión sea un gran tenedor o un gran propietario. Es decir, tenga más de 10 viviendas.
La semana pasada, Bildu ya informó que se había llegado a un acuerdo para la prohibición de los cortes de suministros básicos (luz, agua y gas) y la ampliación de la tarifa regulada TUR4 para calderas comunitarias, según recuerdan desde el partido vasco.
El impuesto a la banca se queda igual
En otras cuestiones en disputa, como ocurre con el impuesto a los beneficios extraordinarios de la banca por las subidas de los tipos de interés oficiales del Banco Central Europeo (BCE), el Gobierno de coalición se ha concedido a sí mismo una tregua y se quedará igual. “Mantenemos una evaluación y análisis permanente para asegurarnos de que nuestro sistema fiscal está en sintonía con el contexto y las necesidades económicas”, defienden desde Hacienda.
Además, recientemente, se elevó de 29.000 euros a 38.000 el umbral de renta a partir del cual las familias pueden adherirse a los mecanismos diseñados para aliviar el encarecimiento de las hipotecas. Asimismo, se pactó con la banca ampliar durante una año más, durante todo 2024, la gratuidad que se contemplaba para los clientes con hipotecas variables para las amortizaciones anticipadas o el traspaso de créditos a tipos fijos. También a aquellos productos a tipos mixtos, que han ido ganando peso en los últimos meses y que es una novedad respecto al anterior código de buenas práctica firmado por el sector financiero y el Ejecutivo.
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