La estructura accionarial de Lukoil se mueve buscando el chollo.
Conoco Phillips no quiere que Lukoil pague un sobreprecio por Repsol
Lukoil continúa en negociaciones con entidades financieras para su posible desembarco en Repsol, con el 20% del capital que actualmente está en manos de Sacyr. Pero la petrolera tiene que lidiar ahora con sus accionistas, sobre todo con la estadounidense Conoco Phillips, que no parece muy receptiva a que la compañía ponga encima de la mesa una prima excesivamente alta.
Un portavoz de la empresa norteamericana explicó a elEconomista que no tiene nada que comentar sobre esta operación y se remitió a las declaraciones formales de los principales mandos de la petrolera, que insisten en calmar las aguas, al afirmar que aún no hay una oferta concreta.
Conoco posee el 20% de la petrolera rusa como resultado de un acuerdo que germinó en 2004 y que tuvo las bendiciones del Kremlin y de la Casa Blanca. Su presencia en la compañía ha sido el único aspecto que relaja al Ejecutivo español ante la inminente entrada de Lukoil.
"Lukoil es una empresa privada y su mayor accionista es una petrolera estadounidense", resaltó recientemente el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Pero la norteamericana no quiere que la cotización del gigante del país ex soviético se desplome y sea castigada en los mercados por un desembolso excesivo, en un momento en que las compañías han recortado sus planes de inversión debido al entorno de incertidumbre.
Precio de la operación
Por el momento, el precio que se baraja es de 26,7 euros, lo que supone un desembolso de 6.500 millones, lo mismo que pagó la constructora que preside Luis del Rivero en 2006 para entrar en petrolera. Los bancos acreedores de Sacyr (SYV.MC) por su crédito de 5.175 millones están dispuestos a migrar esta deuda a Lukoil. Falta ahora concretar qué garantías aporta la petrolera rusa y a partir de ahí se fijará el precio definitivo de la operación.
Fuentes de la negociación afirman que la rusa considera que su solvencia está más que probada, al ser la segunda petrolera mundial en reservas de petróleo. Pero a los problemas de financiación se unen ahora las reticencias sobre la operación de su primer accionista.
Hay que tener en cuenta que el vicepresidente de Lukoil, Leonid Fedún, dijo recientemente que no se hará ninguna operación sin consultar antes a sus socios. "Queremos advertir a todos los accionistas de que no se hará ninguna transacción sin debatirla previamente. Todo lo demás son rumores, que nosotros no comentamos", declaró.
Está claro que Lukoil tendrá muy en cuenta las consideraciones de Conoco, que es hoy en día la tercera empresa petrolera más grande de Estados Unidos, después de Exxon y Chevron-Texaco. Además, fue accionista minoritario de los bloques en Oriente que opera Repsol, pero vendió sus derechos a la empresa china Sinochem hace dos años. Latinoamerica puede ser otra razón para colaborar con Repsol, aunque Lukoil está ya en Venezuela y Colombia, pero Conoco tuvo que salir de Ecuador debido a las políticas nacionalistas del Gobierno. En Venezuela los trabajos de exploración en el Orinoco, liderados por Repsol (REP.MC), en los que ha invertido grandes sumas, parecen destinados a integrarse en el consorcio formado recientemente por varias compañías rusas y la compañía estatal de petróleos de Venezuela.
Repsol YPF, con actividad en 30 países, controla cinco de las ocho refinerías españolas y lidera el negocio de la distribución de hidrocarburos. El 38% de las estaciones de servicio del país están vinculadas a la petrolera. Y controla el 30% de Gas Natural. Lukoil podría llegar a incidir en el negocio español energético español si se hace con Repsol, pero para evitarlo se condicionará su entrada a que sea equilibrado con accionistas españoles.
Las claves de la operación
Aún con todo, el negocio petrolífero no ha conseguido sortear la crisis económica, más aún si se tiene en cuenta que el crudo se encuentra en un entorno de los 40 dólares cuando hace unos meses cotizaba a más de 140 dólares, alcanzando máximos históricos. Pero ahora, ni siquiera los recortes de producción fijados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha conseguido parar el desplome.
Todo ello está incidiendo en las conversaciones y lo que antes parecía un acuerdo inminente ahora se retrasará hasta principios del próximo año. Se suma también el hecho de que los bancos están resentidos por la crisis financiera. Ya no les sirve con poner simplemente las acciones adquiridas como aval.
Así, las entidades piden al grupo que preside Vagit Alekperov que ponga a su disposición su propio patrimonio. Sin embargo, el acuerdo definitivo es delicado. Y Conoco tiene en mente los problemas de Lukoil, como la renegociación de parte de su deuda con el banco estatal ruso VEB con una operación que asciende a 1.600 millonesde euros.
Asimismo hay que tener en cuenta que las 44 entidades financieras que forman parte del crédito de Sacyr necesitan que Lukoil aporte activos para poder liberar un poco más a la constructora, a pesar de que la venta de Itínere a Citi ha sido un balón de oxígeno para solventar su abultada deuda de 18.500 millones. Pero la constructora aún necesita liquidez, en tanto que ha estado a punto de caer en el abismo.
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