En dos o tres años, OPTIMAL-Santander- y las otras Gestoras, no saldrán de los Juzgados, es las hora de los abogados.
Tremont, Fairfield y Optimal acaparan el mayor riesgo de demandas porque "pueden pagar"
Los afectados de la estafa protagonizada por Bernard Madoff quieren culpables. La cabeza del financiero de Wall Street no es suficiente. Sobre todo porque no servirá para recuperar muy poco de sus inversiones millonarias, que podrían sumar un total de 50.000 millones de dólares, según declaró el propio protagonista al entregarse al FBI. De momento, el hombre más odiado de Nueva York disfruta de libertad vigilada tras pagar una fianza de 10 millones de dólares y tiene sus bienes están congelados.
Habrá guerra en los juzgados contra aquellos que puedan pagar. En base a este razonamiento, según fuentes jurídicas consultadas, los principales candidatos a acaparar las iras de los afectados son las plataformas o gestoras de fondos de inversión que colocaron el producto de Madoff. En este sentido, los nombres de los principales afectados por volumen de la inversión, , en realidad sus clientes, son Fairfield (7.500) Tremont (3.300) y la española Optimal (2.300), propiedad del Banco Santander.
Estas entidades, como gestoras de fondos, canalizaban inversiones a cambio de una comisión de hasta el 2%. En el caso de Fairfield, como ayer domingo reveló el diario El Mundo, sólo en este concepto facturaba 150 millones anuales de sus clientes. “Hay un escalonado de responsabilidades”, explica un afectado. “Madoff sólo era un gestor bajo mandato. Toda la casuística de la relación con el inversor final es responsabilidad de las distribuidoras. No podrá haber demandas directas de un afectado a Madoff, sólo a su distribuidor y éste a su vez a Madoff”.
El punto de las comisiones puede convertir a las distribuidoras en la parte más débil de la cadena de responsabilidades. “Su interés por comercializar productos de Madoff les convierte en parte interesada”, afirma un ejecutivo de banca. “Al final, ese modelo de negocio puede hacer que rebajes tus estándares de supervisión a cambio de conseguir que más clientes inviertan en ese producto, que a priori había ofrecido siempre unos resultados satisfactorios. Por eso mismo, puedes llegar a tener las manos sucias”.
Algunos inversores han emprendido ya las primeras acciones legales contra Madoff, aunque su intención original es más la de abrir frente y aglutinar adhesiones para el proceso antes que iniciar una querella con fundamentos. Habrá pocas opciones de recuperar el dinero si todas la acusación gira en torno al financiero, que podrá declararse insolvente ante la potencial responsabilidad subsidiaria que tendría que asumir para con todos los clientes finales atrapados por su engaño.
Cadena de responsabilidades
Madoff estafó a un gran número de familias prominentes de Nueva York y Florida. Inversores directos que simplemente confiaban su dinero por la relación de confianza y amistad que tenían con el ex presidente del Nasdaq. Otros muchos, la gran mayoría, han caído en el fraude de manera indirecta, a través de la intermediación de entidades financieras que en teoría asumen una responsabilidad fiduciaria del dinero de sus clientes. ¿Qué tipo de due dilligence realizaban sobre el proceso de gestión?
Como informó este diario, un equipo del Santander estuvo en Nueva York tres semanas antes de que se descubriera la estafa y volvió convencido de las bondades del gestor estrella de la industria financiera. Sin embargo, nadie reparó durante los 30 años de engaño en las aparentes incongruencias o trampas que soportaba su esquema, auditado por una firma (Friehling & Horowitz) compuesta por tres personas o donde el servicio de liquidación era realizado por la misma Madoff Securities.
Algunos despachos de abogados, caso de Labaton Sucharow, especializado en casos de fraude financiero, han sido ya contratados por inversores institucionales afectados por el caso Madoff para interponer las acciones legales pertinentes en EEUU. Como explica Javier Bleichmar, uno de los abogados personados en esta causa, “es posible que se presenten querellas por fraude o negligencia en distintos estados. De momento, sólo se está compilando información y diseñando la defensa con el fin de recuperar el mayor dinero posible”.
También las auditoras
Otros de los actores a los que podría salpicar el fuego jurídico son las firmas de auditoría. Más que la firma encargada de fiscalizar a Madoff, las principales acciones legales pueden ir contra PriceWaterHouseCoopers (PWC), que trabajaba para Fairfield, o KPMG, que lo hacía para Tremont, por citar sólo dos ejemplos. “Tampoco ellos han realizado su trabajo. Quién si no debía supervisar el trabajo del auditor de Madoff”, explica Bleichmar desde Nueva York. “Comparten una responsabilidad en la cadena y cuentan con recursos para resarcir por sus fallos”.
Otras alternativas, como la iniciada por la firma de asesoramiento Morenés y Botín (M&B), puede pasar por exigir responsabilidades a la SEC, el supervisor del mercado estadounidense, que en principio otorgaba el marchamo de legalidad al negocio de Madoff. En su caso, la gestora española, con 157 millones de euros comprometidos en el fraude, ha contratado a los despachos Uría Menéndez y Backer & McKenzie para defender sus intereses. En cualquier caso, la batalla judicial no ha hecho nada más que empezar.
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