sábado, 18 de abril de 2009

El Elefante Krugman.

En la cacharreria austríaca.

Krugman desata una tormenta en Austria al decir que es el próximo candidato a la quiebra
Paul Krugman

El estadounidense Paul Krugman (Efe).
@Jordi Kuhs. Viena - 17/04/2009 16:49hDeja tu comentario (5)

La afirmación del último Premio Nobel de Economía, Paul Krugman, de que Austria es un candidato a la bancarrota por su fuerte presencia en Europa del Este ha causado indignación entre los máximos responsables de la república alpina. "Absurdo, imprudente y envidioso". Esas son algunas de respuestas de ministros, economistas y empresarios a las declaraciones hechas por el economista estadounidense en el marco de una conferencia ofrecida el pasado lunes sobre la crisis económica mundial. Krugman señaló ante un grupo de periodistas en la Universidad de Princeton (EEUU) que "a Islandia e Irlanda les va muy mal. Austria podría unirse a esa liga como tercer país".

Lo cierto es que la banca austríaca es la más expuesta en los países ex comunistas de Europa del Este, con un volumen de créditos pendientes de unos 300.000 millones de dólares, lo que equivale al 70 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) del país alpino. No obstante, los responsables en Viena aseguran que todo está bajo control, alegando que Europa del Este no es un "bloque único" y que las riegos asumidos por la banca son "manejables".

El ministro de Finanzas, el democristiano Josef Pröll, se mostró indignado por las declaraciones de Krugman y dijo que se deben a "la envidia que sienten algunos por los grandes éxitos de las empresas austríacas en el Este de Europa". El jefe de la patronal austríaca, Christoph Leitl, agregó que "está harto" de que difamen a la economía austríaca por su fuerte presencia en esa región, mientras que el jefe del Banco Central de Austria, Ewald Nowotny, destacó que la "solvencia del país no está en peligro".

A pesar de los posibles riegos asumidos en Europa del Este, las agencia internacionales de calificación de riesgo acaban de confirmar el prestigioso estatus de AAA para la deuda austríaca.

El economista Berhard Felderer, jefe del estatal Instituto de Estudios Superiores (IHS), aseguró que el análisis de Krugman se basa "en el usual error" de asumir que el Este de Europa es un bloque compacto. Según este experto, ciertos países, como Polonia, la República Checa y Eslovaquia no se pueden comparar con Ucrania y Rumanía, los dos países más afectados por la crisis hasta ahora. Además, Felderer recordó que la Unión Europea se ha comprometido a ayudar y rescatar a todos los países miembros de la UE en caso de necesidad, lo que da ciertas garantías a los bancos austríacos.

El propio Krugman se ha mostrado sorprendido de que sus palabras hayan causado una tormenta de críticas e indignación en Austria. "Parece que he llegado al nivel de poder causar indignación por decir lo obvio", escribió en su blog. "¿Está Austria perdida? Claro que no. Pero podría necesitar un rescate bancario que comprometería seriamente los recursos del Estado", agregó el economista.

Kahn sale en defensa de la república alpina

Ante la polémica causada, el director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, salió en defensa de la república alpina. "La situación de Austria es bastante buena", dijo Strauss-Kahn el jueves en declaraciones a la emisora austríaca ORF. "No me preocupo mucho por Austria estos días", agregó. Pero en la orgullosa Austria, principal beneficiado económico de la ampliación de la UE a los países ex comunistas, no todos parecen estar ya tan seguros de que las cosas vayan tan bien.

El diario liberal Der Standard escribió este viernes que los ataques de Viena contra Krugman se deben a dos posibles causas: o el economista ha difamado al país de tal forma que requiere una respuesta firme o ha dicho una verdad que por razones de Estado no debe ser publicada. "Mucho indica que se debe a lo segundo, ya que si Krugman está tan equivocado, se le podría haber simplemente ignorado", señala el diario vienés.

"Cada vez que los austríacos dicen ser víctimas de conspiraciones internacionales, quieren en realidad ocultar secretos oscuros, que en este caso se encuentran en los balances de los bancos", concluye Der Standard.

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