Cebrián se siente corneado.

Pero se olvida de los largos años del monopolio.

Moncloa recuerda los olvidos de CebriánTDT, Prisa, La Sexta, fútbol

@Carlos Hernanz.- 22/08/2009 06:00h

Viernes de artillería pesada. La reciente aprobación por real decreto ley para la implantación del sistema de pago en la Televisión Digital Terrestre ha soliviantado como nunca antes a la cúpula de Prisa. El otrora grupo mediático favorito de los gobiernos del PSOE cargó ayer contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero por boca y letra de su consejero delegado, Juan Luis Cebrián.


El primer ejecutivo del grupo controlado por la familia Polanco dedicó ayer viernes un encendido artículo de opinión en el diario El País, su cabecera de referencia, para afear la decisión impulsada por el presidente y su ministro del ramo, Miguel Sebastián, una actuación que tacha de anticonstitucional, después de haber sido aprobada con “agostidad” y “alevosía”.


La carta abierta de la página 25 de El País fue la excusa perfecta para que todos los medios del grupo Prisa recogieran y amplificaran la contundente crítica al Gobierno. Entrevista a primera hora de la mañana en la Cadena SER, también propiedad de Prisa, y alusiones repetidas durante todo el día en su canal de noticias televisivo CNN+ para dar eco a su particular tema del día.


A pesar de que los problemas propios nunca son noticia, como recoge una máxima del periodismo, Cebrián desvinculó su ataque al decreto ley con sus intereses en juego. “No sólo no nos oponemos, sino que estamos absolutamente de acuerdo. La TDT de pago es una vía más de difusión de los productos televisivos. Tenemos una cadena de pago muy importante y es una oportunidad más para nuestra empresa”.


Mera formalidad. Prisa está rabiosa. “Nos oponemos a un decreto de urgencia. Me parece anticonstitucional, sin ningún motivo aparente, cuando no sea beneficiar a los amigos del Gobierno”. He aquí el quid de la cuestión. La camarilla empresarial comandada por Jaume Roures y José Miguel Contreras, con quienes ha negociado fusionarse, puede terminar por desmantelar la hegemonía de Prisa a golpe de fútbol de pago por TDT.


La réplica oficiosa



Ayer viernes, era difícil encontrar al teléfono a fontaneros de La Moncloa. Pero los disponibles, enseguida descargaban una batería de reproches hacia Cebrián por su interesada desmemoria. En su opinión, la nueva TDT no es más que competencia pura y dura, alumbrada, eso sí, por un supuesto gobierno afín, el mismo que le permitió convertir Canal Plus, un canal de televisión en codificado, en e abierto generalista Cuatro.


“Prisa puede decir ahora lo que quiera”, deslizaban ayer desde un importante ministerio a El Confidencial. “Ellos han sido el principal freno para que llegara la salida de la TDT. Y era lógico, tienen un monopolio -fútbol de pago por televisión a través de su plataforma por satélite- que proteger. El decreto ley aprobado es perfectamente constitucional y no afecta a cuestiones de competencia, más bien al contrario”.


La sintonía con Prisa es manifiestamente mejorable, por mucho que Cebrián llegara a descorbatarse en su día en un acto público para congraciarse con la pintoresca medida de ahorro energético propuesta por el ministro Sebastián. "Deberían explicar cómo libraron su batalla contra Vía Digital (Telefónica) o por qué los presupuestos de 2006 redujeron el iva de la televisión digital", recuerdan fuentes ministeriales.



Aunque los dardos de Cebrián han sido frecuentes, las palabras de ayer fueron mayúsculas. Casualmente, sus críticas llegan sólo unos días después de que las negociaciones de fusión entre Prisa e Imagina quedaran rotas, después de intentar olvidar viejas rencillas para salvar los muebles y no desangrarse mútuamente en la nueva guerra del fútbol. Ahora bien, sin acuerdo privado, la actuación del Gobierno va encontra de los grupos independientes.



Precisamente, Cebrián despachó la entrevista radiofónica desde Nueva York, “donde está explorando nuevas vías de negocio” para salvar la delicada situación de Prisa. Soluciones como la que ayer mismo anunció el grupo con la venta del 4,5% de autocartera a la filial inversora de la estadounidense IBN. Una inyección de liquidez y futurible alianza estratégica para reactivar el pulso de ese cadáver mediático andante, después de comprobar en carnes propias que Zapatero prefiere a Roures.