Lógico...y hasta deseable, son los mas serios.
Weber, el poder en la sombra, un paso más cerca de la presidencia del BCE
@María Igartua - 19/11/2009 12:53h
Weber, presidente del Bundesbank
Nunca se han disimulado las intenciones de Alemania sobre el regulador monetario europeo. De hecho, sobre este asunto, el viceministro de exteriores germano, Werner Hoyer, aseguró el pasado lunes que “cuando se haya resuelto este tema habrá que ocupar otras posiciones y Alemania está muy interesada en desempeñar el papel que le corresponde”. No en vano, Alemania, pese a ser la economía con más peso de la Unión jamás ha presidido el BCE.
En sus diez años de historia, la institución ha contado con dos presidentes, el francés Jean Claude Trichet, que llegó al cargo en noviembre de 2003 y su predecesor, el neerlandés Win Duisenberg, que era el candidato de alemania. Por este motivo, si se cumple el pacto por la alternancia entre Francia y Alemania, ha llegado el momento del presidente del Bundesbank, Axel Weber.
Además, el pulso que mantienen el actual presidente y Weber se ha traducido en numerosos episodios que han puesto de manifiesto el peso que tiene ‘el halcón’, como se conoce al presidente del Bundesbank.
Desde que comenzó la crisis, el miembro alemán ha defendido por encima de todo la estabilidad de precios frente a aquellos que abogaban por una mayor 'laxitud' en la política monetaria para superar el escollo. Su discurso ha sido firme y ha enarbolado la bandera de la ortodoxia financiera evitando que se pierda de vista la misión fundamental del BCE incluso en los momentos más difíciles: mantener el IPC en el entorno del 2%. Cuando el resto de bancos centrales han llevado a cabo sucesivos recortes de tipos de interés dejándolos cercanos a cero, el BCE se ha mantenido firme en el 1%, nivel que Weber asegura no se puede superar.
Esto le ha convertido en la persona adecuada para ponerse al frente del próximo devenir de la política monetaria, que estará marcada por necesarias subidas de tipos de interés que tendrán que llevarse a cabo con una eficacia absoluta para evitar que la inflación en Europa se vaya de las manos.
Así, Bruselas es hoy también el escenario de una partida de póker al más alto nivel. Los 27 llevan semanas jugando sus cartas para la elección de los candidatos a la presidencia del Consejo Europeo y Alto Representante para política Exterior que más conviene a sus objetivos. Toda una lección de estrategia y diplomacia en la que la canciller alemana ha dejado intuir su mano. Ángela Merkel no quiere ‘poder’ en la eurocámara, lo que quiere es dirigir la política monetaria de la unión y aspira a colocar a Weber, al frente del Banco Central Europeo cuando Trichet deje el cargo en noviembre del 2011.
Por este motivo, Merkel no ha presentado ningún candidato que pueda aspirar a los cargos y se ha aliado con Francia para que sea el primer ministro belga, Herman Van Rompuy, el presidente de la UE y que Christine Lagarde se quede con la presidencia del Eurogrupo. Además, el apoyo de Alemania a los intereses franceses puede inclinar la balanza a su favor a la hora de colocar al nuevo presidente del BCE. "Francia y Alemania actuarán de común acuerdo y no uno contra otro", aseguró Merkel y las declaraciones no son gratuitas teniendo en cuenta el pacto que existe entre los dos países para la alternancia en el sillón del BCE.
Pero Merkel y Weber pueden encontrarse una piedra en el camino. Italia también aspira a colocar a su Gobernador del Banco de Italia, Mario Draghi, al frente de la política monetaria de la Unión Europea. No obstante, Italia también ambiciona el cargo de Alto Representante para la Política Exterior y el ex primer ministro Massimo D´Alema se encuentra en todas las quinielas. Su elección despejaría casi por completo el camino a Alemana para alcanzar su objetivos.
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