lunes, 22 de febrero de 2010

Nace el primer Centro Nacional del Gusto.

Toda una experiencia.


En el madrileño barrio de
Chueca, compartiendo
vecindario con galeristas
y libreros, cuatro
socios se embarcaron
el pasado noviembre en un negocio
pionero en España. Nacho Martí,
responsable de la gestión, Aída
Peral, a cargo de la librería, y las
periodistas gastronómicas Ana
Lorente y Sara Cucala, al frente de
las catas y cursos de cocina y la
comunicación, inauguraron A Punto
(Pelayo, 60). Este “centro cultural
del gusto” ofrece al cliente todo
un abanico de posibilidades para
empaparse de lo mejor de cada
mesa. A través de los libros con
cocina del mundo, técnicas para
comer sano o recetas pensadas
para tiempos de crisis o seducir al
comensal –la sección de librería
también cuenta con un apartado
de novela y poesía porque “no sólo
de pan vive el hombre”, explica Ana
Lorente–, y por medio de las catas
y cursos, impartidos por cocineros
de primer nivel dispuestos a desvelar
los secretos de su técnica
atraídos por la filosofía de A Punto:
socializar la cultura gastronómica
y alejarla del estereotipo de
que comer y beber bien es el privilegio
de unos pocos.
Ana Lorente comenzó en 1975 a
escribir de gastronomía y vinos.
Actualmente es redactora jefe de
Opus Wine, que edita las revistas
Mi vino y Vinum. Sara Cucala
empezó a trabajar con ella y, desde
los últimos 11 años, es crítica
gastronómica en El Mundo. En la
librería pueden encontrarse algunos
de sus libros. Lorente es autora
de 200 refranes para comer, Prix
Litteraire International de la Gastronomie
2009, y Cucala ha editado
con RBA Desayunos en Madrid,
Premio a la Mejor Guía Gastronómica
del Año, y Los templos de la
tapa en la Comunidad de Madrid,
la obra más demandada en A Punto.
Su conocimiento del sector les
ha permitido embarcarse en esta
aventura empresarial y, sobre todo,
garantizar la calidad y el nivel de la
oferta.
Hasta el momento las catas han
sido de vinos, pero ya tienen previsto
organizar nuevas citas con sus
clientes para degustar aceites, quesos,
miel, vinagres o sales. Pedro
Espina, uno de los más afamados
chefs de cocina japonesa, ya ha
impartido clases de sushi, donde
los alumnos han tenido la posibilidad
de conocer la técnica pero
también la cultura nipona que hay
detrás de su elaboración. También
Joaquín Felipe, jefe de cocina del
Hotel Urban, ha pasado por A Punto,
que en marzo recibirá a Rita
Sánchez, de La Taquería del Alamillo,
y en abril a Andrés Madrigal,
una estrella Michelín con su restaurante
Alboroque.
A pesar de la incertidumbre de
todo empresario que inicia un nuevo
negocio en tiempos de crisis,
Cucala confiesa que han comenzado
con buen pie: en poco más
de dos meses han logrado registrar
a 600 clientes, interesados por
alguna de las publicaciones a la
venta o las catas y cursos, cuyo
precio varía entre los 15 y los 60
euros dependiendo del producto
y el número de platos elaborados
–todos los alumnos preparan su
propio menú para llevárselo a
casa–. A Punto, que también es
sede de Slow Food en la capital
–la asociación internacional que
busca disfrutar del placer de la
comida reposada y ecológica–,
ofrece además la posibilidad de
alquilar el local para presentaciones
y celebraciones y organiza
rutas gourmet por Madrid. En
suma, la original propuesta está
indicada para todos aquellos que
quieran aprender a disfrutar de los
placeres de la buena mesa a un
precio razonable.
REPORTAJE el nuevo V
lunes
22 al 28 de febrero de 2010

1 comentario:

a punto dijo...

muchas gracias por este post tan completo.
Simplemente añadimos que hemos creado un club de lectura que se reune todos los meses y que estamos preparando novedades interesantes.
Saludos,
A Punto