viernes, 15 de octubre de 2010

Tumores eternos?

Economía emitirá 25.500 millones de deuda para tapar déficit autonómico

15.10.2010 D. Gracia 1

El Estado está abocado a endeudarse para cubrir el hueco que dejan en la tesorería las liquidaciones negativas de las autonomías. El pago se aplazó de dos a cinco años.

Falta de previsión, exceso de optimismo, crisis inesperada, gasto alocado o un poco de todo. El debate público se afana en buscar la causa que ha desbarajustado las cuentas públicas y puesto en riesgo la solvencia de España. Lo que queda claro es que en materia presupuestaria cuando se mueve una palanca se desata una cadena de sucesos.
El Gobierno proyectó en las cuentas de 2009 un crecimiento del PIB del 1% y la destrucción de sólo 99.500 empleos. La economía terminó cayendo un 3,6% y destruyendo 1,5 millones de empleos. Este desfase entre el papel y la realidad, provocó otro daño colateral en los ingresos: el Estado entregó en 2009 a las comunidades 25.500 millones de euros más de lo realmente recaudado. La consecuencia de todo ello se verá en 2011, cuando las comunidades tengan que devolver ese dinero no recaudado por el Fisco –como adelantó EXPANSIÓN el 15 de marzo–.
La bola de nieve no se queda ahí. Las alegrías del presupuesto de 2009 han generado un agujero de 25.500 millones de euros en las cuentas regionales. A efectos contables, supondrá trasladar 2,4 puntos de déficit desde la Administración central a las comunidades. Esto es, el Estado recupera el dinero que entregó por exceso erróneamente a las autonomías. Para hacer más llevadero este traspaso, el Ministerio de Economía negoció con los ejecutivos regionales ampliar el periodo de pago de 24 a 60 meses. Por tanto, las autonomías tienen hasta 2016 para ejecutar las devoluciones.
¿Mientras tanto? La Administración central tiene unos derechos reconocidos, pero el dinero no está todavía en caja. Por tanto, se verá forzado a reponerlo en tesorería con la emisión de 25.500 millones de euros más de deuda, según Analistas Financieros Internacionales (Afi).
Un círculo vicioso
El ojo crítico de los mercados de capital se ha trasladado a las comunidades autónomas. Los problemas para obtener financiación y colocar emisiones de deuda ha llevado a Cataluña a buscar una nueva vía con la venta de bonos para ahorradores particulares. El Gobierno estrechó el cerco en junio, imponiendo un sistema de autorizaciones de endeudamiento trimestral y sujeto a la consecución de objetivos. Pero son muchas voces las que piden más, como la del gobernador del Banco de España.
Con dos terceras partes de su presupuesto comprometido a la sanidad y la educación, el margen autonómico parece pequeño. Y los 25.500 millones de más que recibieron en 2009 ya están gastados. Ahora toca sacar la tijera.
¿Cómo funciona el modelo territorial?
El sistema de financiación autonómico es peculiar a la hora de repartir los ingresos. Las comunidades ingresan el 50% del IRPF, el 58% del IVA y de los Impuestos Especiales. Sin embargo, no es una recaudación “directa”. Es la Administración central la que cada año, de acuerdo al cuadro macroeconómico de los Presupuestos, realizan una previsión de ingresos tributarios globales.
De acuerdo a ésta, realiza unas entregas a cuenta a las comunidades autónomas. La recaudación de impuestos, sin embargo, no se liquida definitivamente hasta dos años después de la previsión contemplada en los presupuestos. La ley establece mecanismos para compensar los desajustes.
Si la recaudación final es inferior a las entregas a cuenta, el Estado debe abonar a las comunidades autónomas esta diferencia. Algo habitual en años de bonanza pasados. Por el contrario, si la liquidación de impuestos es negativa, las regiones pagan.

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