Grecia al fondo...Compartir
Cristian de la Sota - 25/06/2011
Desenvolverse en el mercado se complica. Grecia marca el rumbo de las Bolsas y en los próximos días los inversores se enfrentan a varias fechas clave que ayudarán a esclarecer tanto el futuro del país como el devenir de los mercados. Invertir en el momento actual implica asumir altas dosis de volatilidad pero si se confía en dos premisas básicas -una solución temporal para Grecia y la sostenibilidad de la recuperación económica mundial-, los expertos aseguran que los activos de riesgo, y en particular la Bolsa, ofrecen atractivo.
"Evitar la suspensión de pagos de Grecia y una crisis a corto plazo puede suponer una oportunidad táctica de compra de cara al verano", explica Barclays Capital en su informe de estrategia.
Quienes apuesten por un final feliz para la tragedia griega, un acuerdo que impida la temida suspensión de pagos, el principal foco de incertidumbre actual, pueden ver favorecidas las inversiones en Bolsa, deuda periférica, euro o bonos de alto rendimiento, aseguran los analistas. Muy diferente será el resultado si no se concretan o se aplazan esas ayudas a Grecia. En ese caso, los expertos auguran volatilidad extrema, escalada de las primas de riesgo, desplomes en los mercados de renta variable, especialmente en los periféricos, castigos prolongados al sector bancario y vía libre para los activos más defensivos o refugio como el franco suizo.
No sorprende, por tanto, escuchar a los profesionales del mundo de la inversión aconsejar extremar la prudencia cuando uno pregunta cómo abordar las próximas semanas como inversor. Y es que si bien la mayoría reconoce que hay mucho valor en el mercado, especialmente si se realiza una selección acertada de títulos, el momento continúa siendo extremadamente delicado. Este mismo viernes la prima de riesgo de España cerró en los 284,7 puntos básicos y el contagio hacia Italia se hizo más evidente después de Moody's amenazara con bajar el rating a 16 bancos del país.
Todo indica que Grecia tiene en su mano convertirse en el freno o motor de los mercados. Nadie espera una solución total para el país este verano pero sí al menos pasos que solucionen los problemas a corto plazo y den un respiro a los mercados.
Muchos entendidos consideran, por tanto, que ahora ya no es el momento de huir hacia activos defensivos. "Aprovecharía las caídas para ir haciendo cartera", explica Félix González, de Capitalia Familia. Y, dentro de todas las opciones posibles, la renta variable es el activo más recomendado. "La Bolsa está muy barata. Llevamos una década perdida y ofrece el mejor binomio rentabilidad riesgo", explica Carlos Andrés, director de inversiones de March Gestión, experto que también encuentra oportunidades en la deuda empresarial y en la deuda soberana española.
Otras recetas de inversión repetidas por los expertos para sacar partido a la volatilidad actual incluyen la búsqueda de empresas con alto dividendo o con una gran exposición a mercados emergentes o economías saneadas. Apostar por empresas sólidas, con balances limpios, visibilidad en resultados y que puedan soportar bien una situación de ralentización económica son otros consejos escuchados.
El sector cíclico y la tecnología también gustan a quienes apuestan por la recuperación económica mundial, mientras que el sector bancario sigue siendo el que más recelo genera. Si bien los expertos reconocen que será probablemente uno de los grandes beneficiados cuando llegue el rebote, muchos desaconsejan la inversión ante la cantidad de incertidumbres que aún afronta el sector, tanto por su exposición a la deuda periférica como por las inciertas perspectivas del negocio bancario o las sospechas que todavía suscitan los balances de muchas entidades. "El rebote debería ser liderado por los bancos, pero no obstante se ven muy afectados por los aumentos de las primas de riesgo y por la publicación de los test de estrés que saldrán en julio", explica Mónica Rein, directora de inversiones de Sabadell Banca Privada.
En cuanto a la renta fija, en caso de recuperación se prevé que el sector de high yield, de los más afectados recientemente, resulte el más beneficiado, si bien también hay quienes apuestan por la deuda de mayor calidad. "En renta fija, primamos los plazos cortos, la renta fija corporativa de máxima calidad y la renta fija ligada a la inflación, ya que pensamos que podría tener recorrido y darnos un plus de rentabilidad en nuestras carteras", explica Victoria Torre, directora de análisis y producto de Self Bank.
Todas estas recomendaciones están sujetas, eso sí, a que las autoridades europeas consigan capear con éxito la crisis actual. "Evitar la suspensión de pagos de Grecia es la prioridad. No me extrañaría que la implicación del sector privado se retrasase a septiembre pero que Grecia pueda pagar sus vencimientos debería ser suficiente para permitir que el mercado se recupere. Eliminar el principal foco de riesgo compraría tiempo. Luego el flujo de noticias macro y empresariales a partir del 1 de julio puede asentar las bases para que el verano no sea malo", comenta Félix González, de Capitalia Familiar.
La suspensión de pagos de Grecia desataría un escenario tan imprevisible y devastador, algunos hablan incluso de un terremoto peor al de Lehman, que en el mercado domina la opinión de que se conseguirá evitar. El mensaje de unidad lanzado por la UE tras el Consejo Europeo celebrado esta semana es motivo de esperanza. El primer escollo a salvar será ver si finalmente el parlamento griego aprueba la próxima semana las medidas de ajuste requeridas por Europa, paso clave para que el 3 de julio se desbloqueen los 12.000 millones del primer plan de ayudas acordado el pasado ejercicio y que abriría el camino para que a mediados de mes el FMI y la UE aprueben definitivamente el nuevo plan de rescate.
Las dudas no se despejarán del todo. Los expertos de Barclays reconocen que el potencial alcista de los mercados resultará limitado ante la ausencia de una resolución clara a la crisis de deuda europea, los riesgos inflacionistas y las subidas de tipos en las economías emergentes. Con todo consideran que la Bolsa está barata respecto a la deuda y ven valor tanto en EE UU como Europa. "Las valoraciones son razonables, los resultados deberían acompañar y la macroeconomía debería mejorar", explican.
La temporada de resultados que arranca el próximo mes se perfila decisiva para aclarar si las empresas siguen siendo capaces de mejorar en un entorno de recuperación económica mundial débil. El mercado también escudriñará los próximos datos que llegan de EE UU para tratar de esclarecer si realmente la ralentización económica es por motivos coyunturales como apuntó esta semana la Reserva Federal. En caso de que ambas variables acompañen el verano bursátil puede incluso traer alegrías, auguran los entendidos.
De momento, el peso de las incertidumbres domina las decisiones de inversión. El Ibex concluyó el viernes con una caída del 1,3% y con un castigo acumulado desde el lunes del 3,18% que situó el índice en los 9.812,7 puntos. En el resto de Europa el rojo también se ha impuesto esta semana y las caídas oscilan entre el 4,69% de la Bolsa italiana y el 0,3% del Footsie. Interrogantes como la implicación final del sector privado en el rescate de Grecia, el mal sabor de boca que dejó en el mercado la retirada de las medidas extraordinarias de la Reserva Federal esta semana o las crecientes dudas sobre la recuperación económica mundial, avivadas tanto por el recorte de previsiones de crecimiento de la Reserva Federal como por la decisión de la Agencia de la Energía de liberar 60 millones de barriles de las reservas estratégicas por la "frágil recuperación", siguen siendo un freno.
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