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ZEHST: El avión-cohete que viajará de Tokio a Londres en 2 horas

20.06.2011ENV. ESP. PARÍSLuis Montoto1
Han pasado ocho años desde que el Concorde dejó de volar, y casi el mismo tiempo desde que Boing decidió abandonar su proyecto Sonic Cruiser, un programa con el que preveía doblar la capacidad de pasajeros (250 personas) de su rival europeo.
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Sin embargo, los fabricantes aeronáuticos siguen estudiando, a largo plazo, conceptos de aviones que puedan cruzar el globo en muy pocas horas.
EADS ha puesto sobre la mesa su última propuesta. Y no viene de los cuarteles generales de Airbus (su filial de aviones comerciales), sino de los laboratorios de Astrium, su división de Espacio. Esto se debe a que el proyecto denominado ZEHST (Zero Emisssion HyperSonic Transportation) es, ante todo, heredero de los últimos cincuenta años de investigación sobre vuelos tripulados más allá de la atmósfera.
La maqueta que hay en el París Air Show muestra una aeronave cuyo objetivo es alcanzar una velocidad de 5.000 kilómetros por hora, cuatro veces más que la velocidad del sonido y con bajas emisiones de gases contaminantes gracias a la utilización de combustibles biológicos (junto al uso de hidrógeno y oxígeno). Podrá transportar entre 60 y cien pasajeros.
La clave de este concepto radica en que volará por encima de la atmósfera, a unos 32 kilómetros sobre el nivel del mar, frente a los 11 kilómetros de los vuelos comerciales actuales (o los 18 del anterior supersónico). Esto le permitirá "no contaminar la capa atmosférica", afirma Jean J. Botti, máximo responsable de I+D del grupo EADS.
El despegue del avión se realiza gracias a dos turborreactores. Cuando ZEHST alcanza 5 kilómetros de altitud, el protagonismo lo adquieren otros tres motores propulsados por una mezcla de hidrógeno y oxígeno, ayudados por un tercer reactor concebido a partir de la tecnología utilizada en los cohetes Ariane. El avión logra entonces una velocidad 2,5 veces superior a la del sonido.
Pero cuando el aparato alcance los 23 kilómetros de altura, entrarán en funcionamiento dos reactores que permitirán alcanzar los 5.000 kilómetros por hora, la velocidad de crucero del aparato. El aterrizaje también se hará de forma clásica impulsado por los turborreactores.
“Nuestro objetivo es lograr un vuelo de Paría a Tokio en algo más de dos horas, orientado a clientes bussines, ya que el precio de un billete superaría los 6.000 euros”, asegura el directivo, que añade: “Aunque su aerodinámica es la de los años sesenta, se trata de un avión totalmente nuevo, no necesita entrenamiento especial para los pasajeros y combina tres tipos distintos de motores, que necesitarán grandes depósitos de hidrógeno y oxígeno”.
En este momento, la iniciativa está financiada por la Dirección General de Aviación Civil de Francia (DGAC) y el grupo espera tener un demostrador tecnológico para iniciar los ensayos