martes, 2 de agosto de 2011

Matarifes propios....

Las agencias de rating mantienen su amenaza de bajar la nota a EEUU

Beatriz Barral

6:59 - 2/08/2011

a reacción de los inversores ayer ante el pacto sobre el techo de gasto en Estados Unidos distó mucho de ser la esperada por los responsables políticos de un lado y otro del Atlántico. ¿Por qué no es suficiente el acuerdo para tranquilizar a los mercados? La amenaza de la rebaja de la calificación de la deuda persiste y la economía de Estados Unidos sigue lejos de la recuperación. La Cámara de Representantes aprueba la ampliación del techo de deuda.

Además, algunos economistas consideran que el acuerdo sólo pospone las decisiones más difíciles hasta finales de año.
1. Se trata de un parche temporal.

El acuerdo contempla una reducción del déficit en al menos 2,5 billones de dólares durante los próximos diez años. Pero se establecerá en dos fases. En la primera, se impone inmediatamente un recorte del déficit por valor de 1 billón de dólares, a lo largo de una década en gastos domésticos no imprescindibles. No especifica qué programas se reducirán.

Posteriormente, un nuevo comité bipartidista en el Congreso se encargará de presentar, antes de noviembre, un plan que reduzca el déficit en 1,5 billones adicionales.

Por tanto, de momento quedan sin respuesta las preguntas más complicadas: qué tamaño debe tener el gobierno, cómo combinar el aumento de impuestos y el recorte en los gastos o la mejor manera de sostener el crecimiento económico. "Es una gran oportunidad perdida ", asegura Maya MacGuineas de la Comisión no partidista para un Presupuesto Federal Responsable, en unas declaraciones recogidas por el The Wall Street Journal. "Llegar tan cerca como hemos estado del impago de la deuda, para luego, en el último minuto, no ser capaces de solucionar el déficit global".

El economista y gurú de la crisis Nouriel Roubini aseguró que "aún está todo sobre la mesa", refiriéndose a la comisión bipartidista que tendrá que decidir, a finales de año, recortes suplementarios en torno a los 2 billones de dólares. Los congresistas tendrán entonces que volver a negociar el aumento de impuestos que quieren los demócratas y los mayores recortes que piden los republicanos.

"Hay una probabilidad de dos tercios de que en noviembre no logren un nuevo pacto, aunque hoy firmen un acuerdo. La batalla política podría durara hasta el año que viene". "Esto tendrá un mínimo impacto en la economía. Los recortes no se llevarán a cabo durante los dos primeros años, lo que te lleva a preguntarte si es que realmente van a ocurrir", dice Peter Morici, profesor de economía de la Universidad de Mary- land.

"Ahora volvemos a las batallas normales sobre el presupuesto, donde nosotros luchamos por nuestra visión y ellos por la suya, pero ya nadie puede utilizar la amenaza de la primera suspensión de pagos de nuestra nación para salirse con la suya", dijo Gene Sperling, presidente del Consejo Económico Nacional, la noche del domingo. "Es un acuerdo que disipa la nube de incertidumbre sobre la economía y no vamos a volver a repetir este episodio otra vez en cinco o seis meses", añadía el principal asesor político de la Casa Blanca, David Plouffe.
2. Las agencias de calificación de riesgo mantienen su amenaza.

Otro punto de incertidumbre es cómo responderán las agencias de calificación al acuerdo. Sigue existiendo la posibilidad de que Estados Unidos pueda perder la calificación triple A de su deuda, lo que aumentaría los costes de financiación. Roubini no espera que la rebaja de la calificación sea inmediata. "Las agencias estarán a la espera hasta finales de año. Pero si entonces no se logra la segunda fase del acuerdo, bajarán la calificación".

Michael Hewson, de CMC Markets, tampoco confía en que esto haga cambiar de opinión. "Los inversores seguirán nerviosos hasta que el acuerdo se apruebe en las dos cámaras y lo firme el presidente. Otra cosa es si este acuerdo es suficiente para evitar una posible rebaja de las calificaciones en las próximas semanas. Parece poco probable, dado los recientes comentarios de S&P's. Tanto Standard&Poor's como Moody's han puesto a EE UU bajo vigilancia por "la incapacidad del Congreso para acordar y adoptar de forma creíble una consolidación fiscal a medio plazo que sea compatible con el rating de triple A".

En la misma línea, Julia Jessop, economista jefe de Capital Economics, que habló antes de que se alcanzara el acuerdo, consideró que ninguna de estas cifras va a dar seguridad a las agencias de calificación. "Estoy bastante segura de que Estados Unidos perderá su calificación triple A", indica.

Si en noviembre no hay un pacto y por tanto no se logra un acuerdo para reducir más el déficit, el paquete legislativo sólo incluirá ahorros por 2,2 billones de dólares, la mitad de lo que las agencias exigen para mantener la calificación crediticia de triple A.
3. La debilidad económica de Estados Unidos.

Numerosos economistas consideran que la perspectiva de más recortes es lo último que necesita la economía estadounidense en estos momentos. La semana pasada se conoció que la economía americana creció sólo un 0,41% en los primeros tres meses del año y un 1,3% en el segundo trimestre. El sector manufacturero, por su parte, registró en el mes de julio su ritmo de expansión más débil en dos años, 50,9 puntos frente a los 55,3 de junio, según los datos difundidos ayer por el Instituto de Gestión de Suministros.

El ritmo de crecimiento tan lento se debe, en parte, a los recortes que ya han puesto en marcha los gobiernos estatales y locales y que ahora, con el nuevo acuerdo, también pondrá en marcha el gobierno federal. El premio Nobel de economía Paul Krugman se ha referido al acuerdo como un "desastre", señalando que los recortes en los gastos serán negativos para la recuperación.

"El desempleo será más alto de lo que habría sido de otra manera", aseguró Mohamed El-Erian director ejecutivo de Pimco, en la ABC. "El crecimiento será menor de lo que habría sido. Y la desigualdad será mayor de lo que habría sido". A lo que añadió que "tenemos una economía muy débil, así que reducir más los gastos en este momento, la debilitará aún más".

Desde el sector empresarial, por el contrario, consideran que el acuerdo evita daños mayores. "Este acuerdo eleva el límite de la deuda para cumplir con nuestras obligaciones. Tiene recortes de gastos y pone en marcha un proceso para poner a nuestro país en un camino fiscal responsable", asegura John Engler, presidente de Bussiness Round Table, un conglomerado que incluye a American Express Co., Alcoa Inc. y Exxon Mobil Corp.

El presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Thomas J. Donohue, destaca que "este acuerdo reducirá el gasto más de lo que aumenta el techo la deuda, proporciona un mecanismo viable y aplicable para asegurar que los recortes en realidad tienen lugar, permite una votación sobre una reforma significativa del proceso presupuestario, y evita un incumplimiento por parte del gobierno de los EEUU que crearía un daño económico enorme".

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