Papandréu someterá a referéndum el nuevo plan de rescate de Grecia
Máxima tensión a tres días de la celebración del
G-20. Europa acude a la cita con la idea de que ha hecho sus deberes,
sobre todo, a raíz del último acuerdo para solucionar la crisis griega,
que incluye una condonación del 50% de la deuda del país.
Pues bien, toda esa euforia política podría saltar por los aires. El
origen de esa detonación es el primer ministro griego, Yorgos Papandréu,
que ayer propuso someter a referéndum el último plan europeo por
entender que exige al país demasiados recortes sociales para poder
recibir asistencia financiera.Si la amenaza de Papandréu se cumple, la eurozona entraría en un progresivo desmembramiento. Probablemente, el país heleno quedaría apartado de la moneda única, al negarse a cumplir las exigencias del plan salvavidas que le han tendido el resto de socios, el BCE y el FMI. Pero no sólo eso: su salida provocaría un efecto contagio de consecuencias hasta ahora impensables.
En un discurso ante sus correligionarios del grupo parlamentario socialista, Papandréu declaró que es el pueblo quien debe decidir con un referéndum “si aprueba o no el acuerdo” y afirmó que, “si no lo acepta, entonces no se aplicará”. Grecia sólo ha convocado un referéndum en su historia: fue en 1974 y para decidir la abolición del sistema monárquico.
Pese a todo esto, Papandréu se mostró ayer firme: “En el momento en el que el sistema político es objeto de ataques y se pone en entredicho, es nuestro deber mostrar el papel y el deber del ciudadano, decidir sin intermediarios, y eso es el referéndum”.
El dirigente socialista insistió que en un asunto “que determina el futuro del país, el ciudadano tiene la primera palabra, sin los enfoques que tuercen la realidad por los intereses partidistas”.
Voto de confianza
El primer ministro griego también anunció que someterá la gestión de su Gobierno a un voto de confianza del Parlamento, que superaría si logra el apoyo de 151 de los 300 diputados del Legislativo. El Pasok de Papandréu cuenta con 153 diputados, un apoyo suficiente para superar esa moción y evitar así la convocatoria de elecciones anticipadas que conllevaría perderla.
El primer ministro ha solicitado, hasta el momento sin éxito, el apoyo de la oposición tanto para su estrategia de austeridad como para el plan aprobado el pasado miércoles, por el que se perdonan a Grecia unos 100.000 millones de euros de deuda a cambio de una dura política de recortes y ahorro.
Al cierre de esta edición, el órdago de Grecia no obtuvo ninguna réplica por parte de las autoridades europeas o alemanas, lo que invitaba a pensar a una parte de los observadores internacionales que la propuesta tenía más tintes de globo sonda que de acción real.
No obstante, no hay que perder de vista que en estos momentos Papandréu tiene la sartén por el mango. Los sondeos señalan que los griegos se oponen a las medidas planteadas por la UE, ya que consideran que daña su soberanía nacional, según una encuesta publicada por el diario To Vima. En concreto un 60% lo consideraba “negativo o probablemente negativo para el país”, informó Reuters. Otra encuesta posterior, que pulsaba el ánimo de los ciudadanos tras la última cumbre, reveló que el 46% por ciento de los griegos votaría en contra de ellas en un referéndum.
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