La música pudo haber inspirado el diseño de Stonehenge
Jonathan Amos
Corresponsal de ciencia de BBC News
Domingo, 19 de febrero de 2012
El intrigante postulado del investigador estadounidense Steven Waller es que los antiguos bretones basaron los cimientos de Stonehenge en un diagrama de cómo percibían ellos el sonido.
El científico ha logrado mostrar que si se tocan dos flautas a la vez en una pradera, se genera una ilusión auditiva que mimetiza la disposición de los monolitos en el monumento arqueológico ubicado en el sur de Inglaterra.
Waller, quien presentó su idea en la conferencia de la AAAS en Vancouver, Canadá, dijo a la BBC que "mi teoría es que los antiguos bretones, cuando escuchaban a dos flautistas en el campo, experimentaban patrones de interferencia en las ondas del sonido".
"En ciertos puntos, a medida que te mueves alrededor de los flautistas, sientes sonidos muy altos o muy bajos", afirmó el investigador.
"Si esto pudiera verse desde arriba, se vería como los rayos de una rueda. Y a medida que te trasladas alrededor del círculo, cada vez que llegas a uno de esos puntos de cancelación del sonido, es como si te toparas con un gigantesco objeto", explicó.
"Si integras esta visión mental al mundo real, forma una estructura parecida a la de Stonehenge", señaló.
Waller es experto en arqueoacústica, la disciplina que estudia el papel que desempeñó el sonido en las culturas antiguas.
Éste es apenas uno de los temas que se discuten en la conferencia anual de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés).
Explicaciones "sobrenaturales"
El científico, radicado en La Mesa, California, dijo haber demostrado su teoría tapándoles los ojos a dos individuos y provocando el efecto del cerco auditivo.
Llevó a estos sujetos a un campo donde dos flautistas tocaban sus instrumentos y luego les pidió dibujar un diagrama del "paisaje auditivo" que habían percibido.
"Esta gente no había escuchado nada acerca de los patrones de interferencia o de Stonehenge, eran completamente ingenuos", dijo.
"Y fue tan interesante ver que cuando les quitamos las vendas de los ojos, y tras haber descrito grandes estructuras descubrieron que en el campo no había más que dos flautistas. Estaban que no se lo podían creer", afirmó.
Waller dijo que sus ideas han sido respaldadas por las mediciones de las "sombras acústicas" que proyectan los monolitos de Stonehenge. Descubrió que reproducen fielmente el patrón de interferencia que se generaría si hubiera dos flautistas tocando en el centro del círculo.
Waller sostiene que el comportamiento del sonido debe de haber cautivado a los antiguos. "La gente no supo que se traslada a través de ondas de presión hasta hace pocos siglos", señaló.
"Sabemos que el sonido era un gran misterio para los antiguos, porque existen muchos mitos acerca de ecos que en realidad son espíritus que viven en las rocas, o que los truenos son en realidad producto del batir de las alas de los pájaros. tenían explicaciones sobrenaturales para todos estos fenómenos auditivos".
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