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Cajastur y las demás cajas con actividad financiera serán «fundaciones bancarias»

l La delicada situación de la economía l Finanzas

El Gobierno propone la nueva figura para cumplir la exigencia de la UE y otorgar un rango diferencial al de fundación ordinaria 

Oviedo, J. CUARTAS

Las cajas de ahorros con participación en bancos (caso de Cajastur, accionista de Liberbank, al que ha transferido su actividad financiera) podrían tener que convertirse en una figura institucional de nueva creación («fundaciones bancarias»), de prosperar la propuesta del Ministerio de Economía a la UE para cumplir la exigencia impuesta a España por la Comisión Europea para que clarifique la naturaleza jurídica de las cajas como una de las condiciones para inyectar la ayuda europea al sector financiero nacional.

A esta figura, de ser finalmente aprobada, y que les reconocería la condición de entidades financieras, sólo podrán acogerse las cajas que «mantengan participaciones significativas en una entidad de crédito». Se trata de las cajas participantes en Caixabank, Liberbank, Unicaja Banco, Ceiss, Kutxa Bank, BMN, Ibercaja Banco y Caja 3 Banco.

Las dos únicas cajas de ahorros que siguen realizando por sí mismas la actividad financiera (Caixa Ontiyent y Caixa Pollença) podrán seguir siendo cajas. Esta figura se reserva sólo para entidades que ejerzan de forma directa el negocio financiero en un «ámbito geográfico y de actividad reducido». Y el resto de las 45 cajas que existían en 2009 y que ya no tienen actividad bancaria ni directa ni indirecta (las de Bankia, Catalunya Bank, Nova Galicia, CAM y otras) sólo podrán sobrevivir, tal y como ya estaba previsto en la reforma legal de 2010, como «fundaciones ordinarias».

La patronal española de cajas de ahorros (CECA) juzgó de forma positiva tanto que se mantenga la condición de cajas a las dos que siguen realizando la actividad financiera de forma directa como la figura de «fundación bancaria» para las entidades que, como Cajastur, son accionistas significativos de los bancos por ellas creados. CECA pide no obstante que se preserven sus obras sociales y su modelo de negocio tradicional y vinculado al territorio de origen.

El Ministerio prepara además, por exigencia europea, «nuevas normas de gobierno corporativo y régimen de incompatibilidades» entre las cajas y sus bancos. La UE pretende que los consejeros de las cajas no lo sean de sus bancos.

Europa exige a su vez que las cajas (o las «fundaciones bancarias») reduzcan su participación accionarial en sus propios bancos. El Gobierno dijo ayer que esto está en estudio. CECA rechazó una «venta forzosa» de las acciones y se inclinó por un sistema de «incentivos que aseguren una desinversión gradual y prudente».