Cómo elegir el mejor plan de pensiones según su edad actual
Los cambios demográficos y del mercado laboral harán obligatorio realizar aportaciones para la jubilación. Los planes más rentables a medio plazo hoy son de renta fija.
En el 2052, en España existirá el teletransporte, en todos los hogares habrá un robot encargado de las tareas domésticas y sólo con un chip instalado en el dorso de la mano se podrán realizar todo tipo de transacciones electrónicas. Por cada persona en edad de trabajar habrá otra dependiente, bien por estar en edad de retiro (podrán llegar hasta frisar los 90,7 años si son mujeres, o los 86,9 años si son hombres) o bien por ser menor de 16 años. ¿Sabe distinguir qué parte de este texto es ciencia ficción y cuál realidad?
Puede que el 2052 parezca muy lejano. Pero a la luz de los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), es imprescindible ponerse ya a construir el futuro. De hecho, empezará a haber problemas dentro de diez años, para cuando se prevé que haya casi seis personas inactivas por cada diez personas en edad de trabajar. Todo ello con una pirámide demográfica invertida, pues el envejecimiento progresivo provocará que en el 2022 España tendrá 45 millones de habitantes, y 41,5 millones dentro de 40 años. De ellos, el 37% serán pensionistas. Un ejemplo de en qué puede derivar esta situación, que puso el responsable del plan de los trabajadores de CaixaBank, Antoni Canals, hace un par de meses en unas jornadas sobre planes de pensiones organizadas por BBVA: tomando como referencia un sueldo de mileurista, en un futuro no muy lejano se necesitarían 8,5 cotizantes para poder pagar una pensión máxima.
Hay un segundo dilema: en un contexto de fuerte recesión y elevada tasa de paro, ¿cómo convencer al ciudadano medio de que ahorrar no es una opción, sino una obligación? "Actualmente el ahorro de los españoles a través de planes de pensiones se encuentra en torno al 5% de su patrimonio, esto demuestra que existe un gran potencial de crecimiento de este instrumento", señala Javier Sánchez, responsable de planes de pensiones de Citibank España. A falta de una reforma profunda del sistema de pensiones de la Seguridad Social, lo cierto es que quien disponga de ingresos deberá ahorrar sí o sí para su jubilación.
Planificar, planificar y planificar
A la hora de ponerse a buscar la mejor alternativa dentro del universo de planes de pensiones, el consejo de los expertos consultados por este diario se puede resumir en una palabra: planificar. Antes de contratar, hay que seguir tres pasos clave que desgrana Jaime Nieto-Márquez, director de Previsión Social de la consultora Towers Watson. Primero, hay que "analizar cuanto quiere ahorrar y por qué". En segundo lugar, se debe estudiar "los productos existentes en el mercado, sus características, su track record (evolución histórica) de rentabilidad y años que lleva operando el producto en el mercado, para tomar una buena decisión sobre cual se adecua más" a las necesidades del cliente. En tercer lugar, Nieto-Márquez recomienda "negociar unas buenas condiciones de gastos, comparando diferentes entidades y buscando un asesoramiento profesional". Para completar el proceso, el último consejo del experto de Towers Watson es "hacer seguimiento de la gestión y de sus resultados".
Para acometer tal planificación, la corriente más generalizada es dividir el perfil del cliente en ciclos de vida: menores de 35 años, personas entre los 35 y los 45 años, entre 45 y 55 años y partícipes a partir de 55 años. "Las fases del ciclo de vida hacen que la capacidad de ahorro sea mayor al final de la fase que llamamos de acumulación", explican desde la gestora de planes de pensiones de BBVA. Es decir, que se tiende a aportar más dinero a medida que se percibe más cercana la edad de jubilación, lo que provoca que la mayoría de partícipes anteponga la preservación de capital sobre la búsqueda de rentabilidad. Pero este modelo está cambiando. "Cada vez es más amplio el consenso sobre la necesidad de complementar la pensión de la Seguridad Social para mantener el poder adquisitivo llegada la jubilación, y que para conseguir este objetivo, cuanto antes se empiece a ahorrar, mejor", reflexionan desde Pensiones BBVA Asset Management.
Siguiendo la filosofía de cuanto más pronto, mejor, lo ideal es empezar como muy tarde a los 35 años. Como el horizonte de inversión es de largo plazo, se aconseja que el partícipe adopte un perfil más agresivo, es decir, con una inversión mayor en activos de riesgo para asumir una mayor rentabilidad "con el colchón de que las posibles pérdidas se recuperarán con mayor facilidad a lo largo del tiempo", explican desde la Asociación Europea de Planificación Financiera (EFPA por sus siglas en inglés). Desde Citi aportan un ejemplo para tres clientes de diferentes edades y un mismo objetivo para su jubilación, 250.000 euros: "Un cliente que comienza con 35 años, sólo tiene que aportar al año 4.251 euros; una persona que comienza con 45 años necesita aportar al año 8.073 euros, mientras que alguien que empieza con 55 años, necesitaría aportar 20.022 euros para conseguir el mismo objetivo de jubilación". La proporción que la asociación profesional sugiere para ahorradores menores de 35 años es de un 80% en bolsa frente a un 20% de renta fija.
No obstante, dada la combinación de entorno recesivo y envejecimiento progresivo, desde EFPA señalan que lo más lógico será empezar a aportar dinero entre los 35 y los 45 años. "El retraso en el inicio de la vida laboral, fruto de las dificultades del mercado de trabajo, puede hacer qué éste sea el tramo adeucado para tomar la decisión". En este caso ya se aconseja rebajar el nivel de riesgo hasta, por ejemplo, una combinación del 60 por ciento en renta variable y un 40 por ciento en activos de deuda.
A partir de los 45 años ya es recomendable que la renta fija adquiera mayor peso dentro de la cartera del plan, 60% frente al 40% de renta variable, por ejemplo. Llegados a este punto, desde EFPA recomiendan como alternativa a los planes de pensiones los PIAS, o planes de ahorro sistémicos. Se trata de un producto "exclusivamente asegurador, cuyas primas irán destinadas a constituir una renta vitalicia asegurada", apuntan desde la institución, con un tope de aportaciónes de entre 8.000 y 240.000 euros al año, y añaden que este vehículo de inversión "es aconsejable para aquellos que pretendan ahorrar durante diez años o más" puesto que resulta más ventajoso fiscalmente: los rendimientos acumulados no tributan y, aunque la renta sí lo haga, en función de la edad del cliente se pueden acoger a reducciones fiscales de entre el 60 y el 92 por ciento. Además, se pueden rescatar en el medio plazo. Con todo, hay que recordar que tras la última reforma fiscal del Gobierno los planes de pensiones salen reforzados como el gran vehículo para el ahorro.
A partir de los 55 años, perfil ya decididamente conservador, en EFPA recomiendan "apostar por inversiones más seguras aún asumiendo que tendrán una rentabilidad baja". Desde la asociación proponen dos alternativas: planes de renta fija a corto plazo (dos años) o bien "invertir en bolsa la parte que el ahorrador no vaya a necesitar en los cinco o diez primeros años de jubilación", por ejemplo, en un PPA (Plan de Previsión Asegurado), aunque recalcan que se debe tener en cuenta su subyacente. Mientras que un PPA asegura un tipo de interés a través de una aseguradora, los planes tradicionales ligan la rentabilidad a la evolución de los activos de la cartera y a la estrategia de la gestora.
Los mejores planes del mercado
Tomando como referencia la rentabilidad a cinco años de los planes a la venta en España proporcionados por Inverco, la conclusión es que sólo aguantan en positivo las categorías de renta fija a largo y corto plazo, con sendas rentabilidades medias ponderadas del 2,24 y el 1,4 por ciento. Dentro de los planes de deuda a largo plazo, el que logra mejor rentabilidad a un lustro es el BBVA Colectivos RF, que avanza un 5% (anualizado) y también lo hace bien en 2012, al avanzar un 8,6% hasta el 31 de octubre. También presentan una rentabilidad superior a la media el Plan Naranja RF Europea, comercializado por Bankinter, y el Santander Inverplan RF, con sendas rentabilidades a cinco años anualizadas del 4,4 y el 3,68 por ciento. Estos dos planes también presentan un buen comportamiento tanto a una década (el de BBVA aún no ha cumplido los diez años) como en lo que va de ejercicio.
Dentro de los planes de deuda a corto plazo, los productos con mejor evolución son el plan de pensiones de los trabajadores de Barclays, el Barclays Pen. Empleados (3,75% anualizado a cinco años), seguido por el RG- Seguridad 2009, de Caja Rural (3,65%) y el Planfiatc 3 PP, de FIATC Seguros (3%). Y en cuanto a la renta fija mixta, los mejor son el PlanCaixa 10 Seguridad, el Previsión Futuro Canario y el Delegacíon PPI. Respecto a otras categorías, cabe destacar el comportamiento de los productos garantizados. Brillan los productos de CaixaBank, con rendimientos entre un 8 y un 6 por ciento a cinco años.
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