Se publica «Historia mínima de España», de Juan Pablo Fusi
La identidad de España se define por su Historia. Lo asegura Juan Pablo Fusi en su último ensayo, alejado de triunfalismos, victimismos y complejos
Se han escrito muchas historias de España. Cada generación ha intentado elaborar la suya. Lo empezó haciendo la de 1598 al final del reinado de Felipe II, con la obra del padre Mariana como gran resultado. Era una Historia de España construida sobre el eje del goticismo histórico y al servicio de la causa de demostrar la unión Iglesia-Estado y la función providencialista que en el orbe católico tenía la monarquía-nación española.
A lo largo de los siglos XVII y XVIII no se llegó a consensuar una Historia de España acabada. Primero, porque el propio concepto de España pasó por demasiadas peripecias, con la confrontación entre la visión de Olivares y las respuestas centrífugas de la periferia (sobre todo Cataluña); y segundo, porque cuando con Felipe V se lleva a cabo el rearme de la España unitarista, no hubo capacidad para elaborar una nueva Historia que asumiera el compromiso que la sociedad requería de fuentes documentales serias y de método riguroso y científico. En el siglo XIX los españoles se lanzaron a escribir historias de España, dado que no tenía sentido continuar alargando la de Mariana.
Las lecciones del pasado
En el siglo XX el arquetipo liberal de Historia de España lo representó Rafael Altamira, y el conservador, Antonio Ballesteros. La Historia de España dirigida por Menéndez Pidal y luego por José María Jover ha sido la gran obra que ha intentado conjugar las diversas ideologías en nombre de la ciencia histórica objetiva, constituyéndose en la referencia canónica del profesorado universitario. Desde la periferia, primero Vicens Vives, después algunos de sus discípulos, elaboraron también su propia memoria de España. La Aproximación a la Historia de España de Vicens y la Introducción a la Historia de España de Ubieto, Reglá, Jover y Seco marcaron un hito en la asunción de una España plural.
En los años noventa emerge en el mercado lector Fernando García de Cortázar, que, desde su Breve Historia de España, tendrá un extraordinario impacto por su capacidad de elaborar un relato con gran capacidad narrativa y con voluntad de liberar de prejuicios y legitimarel concepto de España secuestrado por el franquismo. Junto a la de Antonio Domínguez Ortiz, España, tres milenios de Historia, se caracterizará por su discurso unívoco (no misceláneo de autores varios), con capacidad de síntesis de los problemas que había tenido nuestra nación en cada momento histórico y un mensaje que sabía extraer lecciones de nuestro pasado para utilizarlas como alforjas para el futuro por construir. En años de notable euforia económica el mensaje transpiraba una cierta autosatisfacción feliz.
El discurso de la normalidad
Han pasado pocos años y en tiempos de melancolía historicista publica su último libro Juan Pablo Fusi. El historiador vasco, discípulo deRaymond Carr, ya escribió en 2000 un excelente estudio sobre la evolución de nuestra identidad nacional desde los Reyes Católicos hasta la época actual. Ahora edita una Historia mínima de España que, bajo la humildad del adjetivo, refleja unos objetivos trascendentes. El primero, no hacer metafísica esencialista del relato histórico ni jugar al inventivismo posmoderno, que considera que España es producto del imaginario nacionalista romántico. Fusi no duda en remontarse a la prehistoria; no, como es lógico, buscando raíces nacionales, sino pretendiendo comprender el momento en que el territorio que más tarde se llamará Hispania entra en la Historia, es decir, aparece en las fuentes escritas.
Por último, el libro de Fusi pretende poner de relieve que la identidad de España se define ante todo por la Historia y que la Historia que fue no es sino la de todas las Españas que pudieron ser. La suma de todas las historias posibles. En tiempos de fatalismo histórico, que ha venido a sustituir el triunfalismo de hace menos de una década, es importante reivindicar que España no depende de la fuerza del destino, sino de la capacidad y voluntad de los españoles a la hora de escoger entre las diversas opciones de futuro. La claridad expositiva, la superación de los complejos a la hora de construir un relato histórico largo en el tiempo, con España como protagonista, y la asunción de una Historia abierta que solo depende de los ciudadanos españoles, son las cualidades que caracterizan el nuevo libro de Juan Pablo Fusi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario