La supersubida salarial en Alemania que da esperanzas a toda Europa
Almudena del Cabo
El acuerdo marco alcanzado en la noche del pasado miércoles al jueves en un hotel de Múnich evita las nuevas huelgas anunciadas gracias a una mejora que afectará no sólo a los 700.000 trabajadores del sector en Baviera
El sindicato IG Metall, de la industria de la metalurgia y de la electromecánica en Alemania, es con 2,246 millones de afiliados el mayor del país, por delante del Verdi, del sector servicios. La ausencia de un salario mínimo por ley en la mayor economía de Europa ha situado a la central como la principal fuerza para alcanzar acuerdos salariales para el sector. Su último logro: una subida salarial en dos fases, de un 3,4% el uno de julio y de un 2,2% el uno de mayo de 2014. Un incremento visto con esperanza por el resto de Europa, que pide a Merkel un aumento de salarios y una bajada de impuestos en su país para sacar a la UE de la recesión.
El acuerdo marco alcanzado en la noche del pasado miércoles al jueves en un hotel de Múnich evita las nuevas huelgas anunciadas gracias a una mejora que afectará no sólo a los 700.000 trabajadores del sector en Baviera, sino también a los 3,7 millones de empleados en el conjunto de Alemania.
«Es un compromiso justo», declaró el presidente de IG Metall, Berthold Huber, tras el primer acuerdo marco alcanzado en Baviera desde 1995. «Los trabajadores podrán participar así de manera justa y adecuada del desarrollo económico del país», agregó. El sindicato había solicitado en un primer momento una subida salarial de un 5,5% en un periodo de doce meses.
750.000 huelguistas
En las últimas semanas, los trabajadores habían llevado a cabo varias jornadas de huelga en todo el país con la participación de más de 750.000 personas. «Eso es una demostración del poder y de la capacidad de lucha del sector», había comentado Huber en 'Der Spiegel'. Su intención de continuar con las huelgas llevó a los empresarios a intentar el acuerdo. Sólo en Baviera cerca de 44.7000 trabajadores de más de 120 empresas habían amenazado con parar en los próximos días.
Sin embargo, no fue sólo una demostración de poder. «No se trataba de evitar una gran huelga, sino de conseguir un buen resultado y parece que lo hemos conseguido. Si se cuentan las últimas subidas salariales del último año, entonces podemos ver que hemos conseguido una subida de casi un 10% en 36 meses. ¿Conoce a alguien que haya conseguido algo parecido? Yo no».
El sindicato alemán basa sus exigencias salariales en el éxito del sector de la industria de la metalurgia y de la electromecánica, que parece mantenerse a flote a pesar de la crisis que azota la mayoría de los países de la Unión Europea.
Sin embargo, no todo son buenas noticias en el sector. El grupo metalúrgico alemán ThyssenKrupp anunció esta semana sus planes para eliminar unos 3.000 empleos administrativos en todo el mundo en los próximos meses con el objetivo de ahorrar unos 250 millones de euros en tres años y hacer frente a las pérdidas de 822 millones registradas en la primera mitad del año fiscal en curso. De estos 3.000 trabajadores, un total de 2.000 serán en suelo europeo.
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