Atascos monumentales....
Sede del Banco de España en Madrid.
PABLO MONGE
El pasado 30 de abril el Banco de España anunció el cambio de normativa de provisiones para los créditos refinanciados. La intención del organismo que dirige Luis María Linde es que, por defecto, todos esos préstamos sean calificados como subestándar, es decir, con riesgo de entrar en impago, lo que supondría tener que dotar el 15% del crédito.
El sector, además, también tendrá que revisar los préstamos computados como subestándar, que en algunos casos podrían pasar a ser considerados como dudosos.
En total, las nuevas reglas del juego afectan a 125.491 millones de euros –82.435 millones que actualmente están calificados como “normales” y otros 43.056 millones de euros como subestándar–, de los 196.622 millones de euros a que ascendía a finales de 2012 la cartera de créditos refinanciados de la banca española, según se recoge en las memorias publicadas por las entidades financieras. Esta cifra podría rozar al final los 200.000 millones de euros ya que BMN aún no han facilitado los datos.
El supervisor ha establecido que para que un crédito sea considerado de “riesgo normal” deben cumplirse algunos parámetros: inexistencia de un dilatado periodo de carencia, que las cuotas no excedan un determinado porcentaje (el 50%) sobre los ingresos del particular y que existan nuevos fiadores o avalistas de indudable solvencia o nuevas garantías.
Para que sea calificado como dudoso, el supervisor cita por ejemplo que se trate de un crédito que ya haya sido refinanciado con anterioridad, salvo que exista la evidencia de “la suficiente capacidad de pago del prestatario para atender a sus compromisos en el tiempo”.
Cada operación, además, deberá revisarse cada seis meses.
Fuentes del Banco de España, no obstante, consideran que el impacto de esta nueva vuelta de tuerca a las provisiones no será muy elevada, si bien en el sector financiero se apunta que dependerá del caso individual de cada entidad.
Impacto
En este sentido, el departamento de análisis de Banco Sabadell estima que el efecto para las entidades cotizadas será de unos 3.400 millones de euros de provisiones adicionales. “Actualmente la cobertura de los bancos cotizados sobre el crédito refinanciado (111.000 millones) es del 17%. Asumiendo que todo este crédito tuviera que clasificarse como subestándar, implicaría unos 3.400 millones de euros de provisiones adicionales para todos los cotizados (menos de un punto básico de Core Tier 1)”.
N+1 Equities, por su parte, prevé que, en el escenario de que un 50% de la cartera de refinanciados pasara a subestándar y se provisionara al 15%, el impacto en el beneficio por acción de 2013 de Santander y BBVA sería de entre el 10% y el 15%. Santander tiene un volumen de 55.714 millones en préstamos reestructurados, de los que 32.867 millones corresponden a España, y una cobertura del 17,3%. En BBVA la cifra conjunta es de 28.981 millones de euros (19.636 millones en España), con una cobertura del 14,3%.
Esta firma de análisis añade que las nuevas reglas podrían presionar los débiles beneficios previstos para 2013 y “probablemente” desencadenar un nuevo repunte de la morosidad “ya que los bancos tendrán menos incentivos para refinanciar los créditos dudosos”. Como buena noticia, N+1 apunta que este nuevo rejón a las provisiones debería suponer “el final de la limpieza del sistema” y, además, descarta que alguna entidad se vea obligada a recaudar más capital para adaptarse a la normativa.
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