Copa Confederaciones - Brasil-España: Maracaná se mira y no se toca (3-0)
La final de la Copa Confederaciones coronó a Brasil como la potencia mundial que siempre fue y dejó a España el miedo a lo ya conocido dentro de un año cuando se aspire a lo que importa, a revalidar el título de 2010 de campeones del mundo.
Por Iván CASTELLÓ / @ivancastello | Eurosport – Hace 8 horas
Orden y progreso. Con esos valores futbolísticos, más una presión ‘italiana’, Brasil se comió a España de primeras. Tipo el Milan al Barça en San Siro o el Bayern también a los azulgrana en Múnich. Tanto que empequeñeció al mito y mantuvo la estabilidad en su histórico feudo. Que en el juego de tronos Brasil tiene mucho que decir. Esta nueva Brasil en la que el portero es bueno y los centrales, mejores, se adapta con Scolari a los nuevos tiempos, tiempos distintos. Y con un pabellón más europeo que nunca levantó la ConfeCup por derecho propio.
Gol del públicoEl primer gol lo metió ya el público, imbuido de esa fe ciega permanente en la ‘verde-amarelha’, lo que siempre unió a un país ante los desatinos gubernamentales que los separó. Fred rebañó el error de marcaje de Piqué y la tibieza de Arbeloa, que entró al bulto, y superó a Casillas. Nadie se lo podía creer. Tampoco España.
Tras el tanto, incluso Brasil perdonó el segundo, en un disparo raso de Óscar que se cantó. España no se encontraba, tampoco el árbitro Kuipers obviando el penalti tonto por mano de Marcelo y luego una posible roja a Arbeloa por tirar a Neymar. Y así pasaban los minutos.
La Roja no se enteraba. Estaba claro. Ya sea por el 81% de humedad, ya sea por el plus de hiperactividad de los brasileños cuando se la juegan en casa, el partido estaba del lado de Brasil. España recuperó cierta compostura y ya sí fue más reconocible con largas posesiones y dos contra uno por bandas, sobre todo la de Iniesta y Jordi Alba. Pero de ahí a hacer daño a Julio César hubo un mundo de muchos, demasiados minutos.
Fue a los 41 cuando la final empezó a decidirse. El talento incomprendido de Torres le dio finalmente a Pedro, vía Mata, la ocasión de empatar, sólo que David Luiz, en un ejercicio increíble de oportunismo, salvó sobre la línea. El exceso del central del Chelsea, soberbio, salvó a su país, tres minutos después encumbrado con la suerte del campeón al enganchar Neymar un obús que ni Casillas se lo pudo parar.
En la segunda parte, pronto Brasil se la lió a España. De nuevo fue Fred (sin necesidad de Astaire) quien marcó, ahora superando la oposición del recién entrado Azpilicueta, temeroso Del Bosque con la amarilla y la inestabilidad que destila Arbeloa.
Penalti fuera de Ramos
España no es que se viniera abajo y de hecho mejoró con la entrada de Navas por Mata, titular por su trabajo defensivo para fijar a Dani Alves (Grande dixit). Así que al menos el próximo ‘citizen’ forzó un penalti, aunque el infortunio hizo que a Sergio Ramos le tocara lanzar fuera sin más en su tómbola particular de los once metros. Otra cosa es por qué lo lanzó el madridista con otros en el campo.
Roja a Piqué
La recta final fue larga para España, como lo es para el corredor desfondado. Con el penalti convertido igual se hubiera animado a la proeza, pero ya Brasil estaba lejos, más aún sin recortar los tres de ventaja. Además, la roja a Piqué a los 68 minutos terminó cualquier discusión al respecto junto al excepcional estado de forma de Julio César, sin Bruto posible que lo apuñalara (Pedro o Villa lo saben).
Así fue España. Perdió por goleada para ser orgullosa en la derrota ante una Brasil liderada por un dolor de cabeza, Neymar, la próxima estrella que desembarcará en nuestra Liga.
-LA FICHA DEL PARTIDO:
3. Brasil: Julio César; Alves, Silva, David Luiz, Marcelo; Oscar, Gustavo, Paulinho (Hernanes, 88’); Hulk (Jadson, 72’), Fred (Jo, 80’) y Neymar.
0. España: Casillas; Arbeloa (Azpilicueta, 46’), Piqué, Sergio Ramos, Alba; Xavi, Busquets, Iniesta; Pedro, Torres (Villa, 59’) y Mata (Navas, 52’).
Goles: 1-0. M. 2: Fred. 2-0. M. 44: Neymar. 3-0. M. 47: Fred.
Árbitro: Björn Kuipers, de Holanda. Expulsó a Piqué (68’) por una falta a Neymar. Mostró tarjeta amarilla a Arbeloa (15’) y Sergio Ramos (28’).
Incidencias: final de la Copa Confederaciones disputado en Maracaná. Lleno. 75.000 espectadores.
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