El difícil panorama de Alonso en Hungría

Hace diez años, Fernando Alonso lograba su primera victoria en Fórmula 1 en el circuito de Hungaroring. Si nos hubieran dicho entonces que el piloto español habría logrado dos títulos después y se hubiera convertido en el líder de Ferrari, pensaríamos entonces que era un sueño utópico. Hoy, sin embargo, su palmarés nos sabe a poco.

No hay campeón del mundo que por cada título ganado no haya perdido otro en el último minuto del partido, y Alonso no es la excepción. Le ocurrió a Mansell, a Senna, a Prost, a Schumacher…Cualquiera de ellos podría haber sumado alguno más en su palmarés.Pero nadie podrá negar que Alonso merecería algún título más, como mínimo.

Con Pirelli, Michelin o Bridgestone, con Renault, McLaren o Ferrari, con diferentes tipos de reglamento, el asturiano siempre ha aspirado a la victoria final con diferentes equipos y circunstancias técnicas. Pero en el deporte hay momentos decisivos en los que, con la moneda de canto, esta puede caer tanto de un lado como del otro, y esa pequeña vibración de la fortuna puede decantar resultados en uno y otro sentido. Hasta para contar un título de más o de menos.

Una parada en boxes errónea en la última carrera de 2010 es un fallo, sí, pero que no podía atribuirse al piloto. Vettel recibió un tremendo golpe en la salida de Brasil 2012 y pudo acabar la carrera, cuando los dos toques que tuvo Alonso en Bélgica y Japón el pasado año terminaron con su monoplaza fuera de carrera. Es cierto que son muchos los momentos a lo largo de una temporada que determinan el resultado final pero, en los decisivos con Ferrari, la moneda no cayó del lado de Alonso. ¿Llegará ese tercer titulo en 2013?

Queda mucho campeonato todavía, pero puede afirmarse de forma realista que el panorama se antoja complicado en las actuales circunstancias. Como ha reconocido el mismo Felipe Massa, el F138 es el prácticamente el mismo monoplaza que el de comienzos de temporada, porque ninguna de las evoluciones introducidas hasta el momento ha funcionado. Por otro lado, habrá que comprobar si los nuevos neumáticos de Pirelli (que llegan en Hungría) favorecen o no al monoplaza italiano. Pero, sobre el papel, no van a ayudar en los entrenamientos, el talón de aquiles para el equipo italiano.Si en Hungaroring Alonso sigue quedando lejos de Vettel en la parrilla el sábado, las posibilidades de que la desventaja aumente son elevadas el domingo.

Que Alonso saliera de Hungaroring con más de cuarenta puntos de desventaja sobre Vettel comenzaría ya a ser preocupante. El monoplaza austríaco es ahora muy competitivo en todo tipo de circuitos y circunstancias ambientales, por lo que Ferrari debe ofrecer una respuesta que hasta ahora no dado. Mientras que el RB9 ha avanzado -y también Mercedes- el F138 se ha quedado estancado. Parece que será a partir de Bélgica y Monza cuando Ferrari empiece a poner en pista las evoluciones en las que ahora mismo está trabajando. Tienen que funcionar, de lo contrario, el tercer título se antoja complicado y Alonso ni siquiera llegaría a la última carrera con vida para lanzar la moneda como en 2010 y 2012.

Afortunadamente, la Fórmula 1 nos recuerda constantemente cómo el panorama puede cambiar en cualquier momento. Baste recordar que Vettel tenía el pasado año 36 puntos de desventaja frente al español a estas mismas alturas del campeonato. Hoy, al asturiano le separan 34 del piloto alemán. El Gran Premio de Hungría siempre tendrá un sabor especial para el español. Ojala no sea una excepción en el décimo aniversario de su primera victoria.