viernes, 24 de octubre de 2014

Rodrigo el pasota...

JORDI MOLINS, CONFIDENCIAS DE UN ESPECULADOR

"Rato pasaba de todo y todos sabíamos que Bankia era no invertible"



Rodrigo Rato pasaba de todo, hablaba como si no quisiera estar ahí, como si todos le sobrásemos. Y no es que aquella fuera una ocasión cualquiera: era la salida de Bankia a bolsa, oficializada en Londres.mprimir
"Rodrigo Rato pasaba de todo, hablaba como si no quisiera estar ahí, como si todos le sobrásemos. Y no es que aquella fuera una ocasión cualquiera: era la salida de Bankia a bolsa, oficializada en Londres, en aquel salón tan bonito de la city, en una reunión a la que habían sido invitados buena parte de los inversores institucionales basados en Londres".
Así arranca el capítulo dedicado a Bankia del libro"Confidencias de un especulador" escrito por Jordi Molins, y que acaba de publicar la editorial Deusto. Según relata este broker, que ha trabajado para un 'hedge fund' y varios bancos de inversión, Rato tendría que haber mostrado en esa ocasión "fuerza, convencimiento, empuje, tenía que motivarnos, hacernos querer comprar las acciones como si se estuvieran acabando, darnos una equity story que vender a nuestros inversores".
Pero no, Rodrigo Rato "hizo uno de los discursos menos motivadores que recuerdo", apunta Molins. "No se si estuvo allí, si tuvo un mal día o si no se lo creía. Tanto da, aquella tarde no ganó muchos inversores. Todos sabíamos que la estructura de banco bueno/banco malo, Bankia y BFA, no se aguantaba. Y todos sabíamos que BFA dependía de manera crítica de la calidad del ladrillo y que esta era muy baja para las cajas que la componían".
De este modo, explica Molins, los inversores de la ctiy londinense estaban convencidos de que las cientos y cientos de páginas escritas sobre Bankia por algunos de los mejores analistas del mundo estaban "llenas de medias verdades" y carecían de una visión imparcial. Es más, apunta, Bancaja, gran parte del pastel de Bankia junto con Caja Madrid solo se diferenciaba de la CAM (una de las peores cajas de España) en una cosa, que era un poco más grande. Pero lo cierto es que ambas estaban bajo el control político del gobierno y habían prestado fuertes sumas a los mismos proyectos inmobiliarios.
De alguna forma, sostiene Molins, "todos sabíamos que la politización de Bankia y BFA no cambiaría. Los equipos no se habían profesionalizado, las participadas continuaban allí. Bankia era un banco no invertible. Todos los sabíamos pero nadie dijo nada. Y continuaron sin que nadie se lo impidiese. No invertimos, como nadie más que conozca", se despacha el broker.

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