DA SUS ARGUMENTOS EN EL INFORME DE ESTABILIDAD
El BdE reclama el control del FROB tras perder las competencias de supervisión
El Banco de España pierde este martes las competencias de supervisión a manos del BCE –aunque seguirá haciendo el trabajo de campo– en una trasferencia de soberanía sólo superada por la creación del euro. Para cubrir ese vacío de poder, el organismo pretende recuperar el control del FROB que le arrebató Luis de Guindos cuando llegó al Ministerio de Economía, una batalla de la que ya ha dado cuenta El Confidencial. Justo en el momento del traspaso, el BdE vuelve a la carga desgranando sus argumentos en el informe de estabilidad que elabora semestralmente sobre la salud del sistema financiero.
El subgobernador, Fernando Restoy, ya ha planteado en dos ocasiones queel fondo de rescate bancario debería ser independiente del nuevo Mecanismo Único de Supervisión (MUS) europeo que controlará el BCE: "La puesta en marcha del nuevo marco europeo de resolución implicará previsiblemente algunos ajustes en la organización de las actividades de resolución a nivel nacional. En nuestro caso, como saben, el FROB desarrolla dos tipos de actividades que se ven afectadas de manera distinta por los desarrollos normativos a nivel de la UE". Estas dos actividades son la adopción de medidas de resolución de entidades no viables y la gestión de las participaciones del Estado en las mismas hasta su venta.
Según Restoy, habría que separar ambas tareas; la segunda debe seguir en manos del Gobierno, pero para la primera, "en la mayor parte de los principales países de nuestro entorno se han dispuesto, o están en proceso de adopción, fórmulas que sitúan las actividades de resolución propiamente dichas en una unidad independiente, dentro del ámbito del supervisor bancario". Es decir, que el FROB como órgano de rescate de entidades debería volver a estar controlado por el Banco de España, como lo estaba en la etapa socialista.
El informe de estabilidad ofrece varios argumentos para apoyar esta pretensión del BdE, aunque lo hace veladamente como un estudio de las diferentes opciones que permite la directiva europea competente, que pide expresamente la adopción de medidas para garantizar la independencia del fondo de resolución (si bien no prohíbe que esté dentro del supervisor si se toman dichas medidas, como recalca el informe): "Cada uno de los modelos posibles tiene ventajas y desventajas", afirma este estudio.
El presidente del FROB, Fernando Restoy. (EFE)
"Así, las ventajas de un modelo en el que la autoridad de resolución esté dentro de la autoridad de supervisión [es decir, el FROB controlado por el BdE] están asociadas a argumentos de eficiencia y de economía institucional. En particular, este modelo reduce posibles problemas de coordinación entre actuaciones supervisoras o de resolución que reduzcan su eficacia para la preservación de la estabilidad financiera. Asimismo, ofrece mayor flexibilidad al permitir trasvases inmediatos de recursos entre ambas funciones, a la vista de sus necesidades respectivas en cada momento, y minimiza el riesgo de que se duplique el trabajo de vigilancia de las entidades".
Todo el mundo ha elegido el modelo del BdE
Como se ve, todo son ventajas. Por si esto fuera poco, el argumento más poderoso es que "cuando el supervisor prudencial es el banco central, la asunción por este de la función de resolución permitiría que esta tarea se beneficiara de las consecuencias que se derivan del estatus de independencia del que gozan los bancos centrales, según establece el Tratado de la UE".
Por el contrario, este modelo sólo tiene una desventaja, la de que, "al localizarse ambas funciones en una misma institución, se precisan mecanismos internos para evitar conflictos entre los intereses a los que atienden las funciones de supervisión y los objetivos propios de las funciones de resolución". Según el informe, la prevención de estos conflictos es la única ventaja que tiene el modelo contrario, es decir, el que actualmente está vigente en España. Ahora bien, "a cambio, como desventaja, supone crear riesgos de ineficiencias, duplicidades e incluso incoherencias con la actuación supervisora", es decir, unos males muy superiores a dicho beneficio.
El ministro de Economía, Luis de Guindos. (EFE)
El argumento definitivo es que todo el mundo –menos Finlandia– ha optado por el modelo más lógico, es decir, el que propugna el Banco de España. Eso sí, "estableciendo un régimen de gobernanza que asegure suficiente separación entre las tareas de resolución y de supervisión (modelo agencia dentro de la agencia)".
El Gobierno, dispuesto a ceder ante Linde
Lo cierto es que todo apunta a que Linde va a salirse con la suya. De momento, el Gobierno ya ha postulado al actual director general del FROB –y el hombre de confianza que colocó Guindos para controlar el fondo de rescate–, Antonio Carrascosa, para ocupar uno de los cuatro asientos del consejo del MUR (Mecanismo Único de Resolución), el organismo europeo encargado a partir de enero de decidir cuándo y cómo hay que rescatar un banco. Su nombramiento despejaría el camino para esta vuelta a la órbita del Banco de España.
Asimismo, Economía tiene sobre la mesa un plan que otorga a Linde el control directo sobre la entidad que ahora preside Restoy, de modo que el FROB nunca estaría sometido a las decisiones ejecutivas del consejo de gobierno del Banco de España, sino que dependería exclusivamente del control personal del propio gobernador. Para mayor abundamiento, el presidente del organismo de reestructuración sería designado a instancias del Gobierno, con el fin de eliminar en la medida de lo posible el ascendente natural que se deriva de toda carga jerárquica. El futuro presidente de la autoridad de resolución dependerá del máximo responsable del Banco de España, pero no será nombrado por él.
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