La estrategia de moderación programática y suavización del discurso con la que Podemos pretende afrontar las elecciones autonómicas ha llegado al límite de generar discrepancias entre los dos pesos pesados del partido, Íñigo Errejóny Pablo Iglesias. El número dos de la formación y secretario de Política apuesta por un giro radical del programa con respecto al presentado en las europeas,nivelándolo hacia el centro, así como por un salto sustancial en el mensaje, menos agresivo y digerible para el grueso de la opinión pública.
La maniobra estratégica fue acordada por la dirección y su puesta en marcha se encargó a sus principales defensores, el propio Errejón y Carolina Bescansa, secretaria de Análisis Político, que fueron nombrados responsables del comité central de campaña. Sin embargo, el primer borrador ha sobrepasado las fronteras tolerables por el secretario general, quien ha roto su silencio como articulista (desde que promocionó la "marcha por el cambio" en un texto fechado el pasado mes de enero) para remarcar que "La centralidad no es el centro".
Los postulados socialdemócratas son los deseados y asumibles por Iglesias, en consonancia con la propuesta económica de Torres y Navarro y con la política de pactos postelectorales, pero el borrador rebajaba demasiado las expectativas, en opinión del secretario general. No sólo en lo referente a las medidas económicas, sino también a las sociales y al modelo territorial.“Llegamos hasta aquí llamando a las cosas por su nombre; debemos seguir haciéndolo”, concluye el líder de la formación, volviéndose a reconciliar con las bases desencantadas y apeándose de cualquier responsabilidad sobre el nuevo rumbo de la agrupación.
Como consecuencia de la negativa a aceptar la primera propuesta programática, la presentación del programa marco y el plan de rescate ciudadano (un paquete de medidas sociales que implantar en los primeros cien días de gobierno) tendrán que esperar hasta limar estas diferencias. Al menos se retrasará una semana con respecto a lo anunciado por la secretaria de Coordinación, Irene Montero, y unos días más de lo esperado por Juan Carlos Monedero, quien aseguró este martes que estaría listo a finales de semana. Sin haberse concretado aún una nueva fecha, lo único seguro es que no se presentará antes de la próxima semana.
Mantener la esencia
Mientras tanto, varios círculos sectoriales han iniciado su propia campaña de presión interna. Desde el círculo de renta básica, por ejemplo, se estánrecogiendo firmas entre los militantes para exigir que no se caiga del programa la renta básica universal, aun rebajando sus expectativas salariales con respecto a las europeas. Asimismo, han cursado un comunicado de protestapor su exclusión del debate programático en las jornadas sobre el plan de rescate ciudadano. Desde las trincheras del círculo de economía 3E, se han contraargumentado algunas de las medidas con más papeletas para ir en el programa y presentado alternativas.
La irrupción de Ciudadanos ha sido una de las principales causas del nuevo movimiento estratégico de Podemos, para evitar la pérdida de potenciales electores de centro o sin anclaje ideológico, pero críticos con el bipartidismo. Asimismo, la hipotética necesidad de propiciar pactos postelectorales con el PSOE requiere también de una cierta moderación. Combatir el “discurso del miedo” ante Podemos, al dibujar a esta formación como una opción radical o incluso antisistema, es otra de las razones que explicarían la estrategia de moderación.
Al margen de estos análisis, Iglesias apunta que es “importante que nosotros no olvidemos lo que nos trajo hasta aquí; un discurso de permanente visualización de las víctimas de la crisis y de reivindicación del Estado social y de las políticas redistributivas; exactamente el terreno que ha abandonado la socialdemocracia, como amargamente señalaba Zapatero”. Esto es: "Cometeríamos un grave error si nos dejáramos llevar a un terreno que no nos es propio".
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