A un paso de su coronación cervantina, Juan Goytisolo deja claro cuál será su protocolo mañana, en Alcalá de Henares, en la ceremonia de entrega del galardón más importante de las letras españolas, con el que sueña desde hace tanto: nada de chaqué y leerá poco pero será claro. “No iré vestido con chaqué, puesto a disfrazarme prefiero la chilaba. Es absurdo pedirle a un viejo de 84 años que se disfrace”, soltó el autor a los medios reunidos en la Biblioteca Nacional, en una rueda de prensa marcada por la honestidad del premiado y su sordera, “no de tapia, pero sí de tabique”.
José María Lassalle, secretario de Estado de Cultura, le acompañaba en su encuentro (rozando el enfrentamiento) y hacía las labores de vocero de todas aquellas preguntas que Goytisolo no escuchaba: “Pregunta que cuál es el papel de la lectura en la regeneración política y moral del país, sumido en la corrupción, y que si la recuperación es un asunto cervantino”, le dijo. A lo que el autor de Campos de Níjar respondió que cuanto más improbable es el asunto, más noticia es y que “noticia será el político que demuestre que no ha robado en su vida”.
Entró en harinas políticas sin medias tintas: “La emergencia de dos grupos políticos reflejan la insatisfacción y el hartazgo de la corrupción de los dos grandes partidos. Esta indignación es importante que se canalice en un proyecto político, aunque todavía no esté muy claro, formulado por Ciudadanos y Podemos. Tengo mucha simpatía por Podemos y la emergencia civilizada de Ciudadanos, muy alejada de los grupos radicales nacionalcatólicos del PP”.
'Para bien o para mal, hoy el escritor tiene muy poca influencia. Es en las dictaduras cuando expresan lo que los demás no pueden decir'
Intelectuales desdibujados
Preguntado por el papel del escritor en la regeneración de la miseria moral y política de España 2015, Goytisolo adelgazó las responsabilidades de los intelectuales en la sociedad: “Para bien o para mal el escritor tiene muy poca influencia. Es en las dictaduras cuando expresan lo que los demás no pueden decir, son la grieta por la que gritar. Pero en la actualidad, el papel del intelectual ha quedado muy desdibujado”. No cree que sean portavoces de las aspiraciones populares y excusó su escepticismo con su aislamiento, en Marruecos.
Sin entrar en detalles de la campechanía del anterior monarca, aclaró que prefiere recibir el galardón de manos de Felipe VI. Goytisolo será el primero en recogerlo de las manos del nuevo rey. “Significa rejuvenecimiento generacional y me alegra que lo haga el nuevo rey. No entraré en valoraciones del antiguo, pero ha sido un cambio positivo”.
'Este premio es más una fuente de preocupaciones que de satisfacciones'
Lassalle, que antes de arrancar ya le anunció que “tiene por delante una semana latosa”, aguantaba el chaparrón, mientras Goytisolo insistía en su aislamiento, en su soledad y hacía valer su esencia huraña como protagonista de los próximos días. “Este premio es más una fuente de preocupaciones que de satisfacciones”.
Y volvió a arremeter contra el canon nacional católico literario contra el que, aseguró, ha tratado de luchar toda su vida. No se considera un heterodoxo, como fue presentado por el secretario de Estado de Cultura, prefiere ser reconocido como alguien que amplió el canon literario e introdujo nombres al margen de la tradición católica. “Me considero un sucesor de la tradición crítica de Pi Margall, Manuel Azaña, Larra, Clarín y Blanco White”. De hecho, destacó tres nombres de la historia de los gobernantes de este país: Alfonso X, Pu Margall y Manuel Azaña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario