Coronavirus en Asturias | Asturias logra «aplanar la curva» y frenar el «aumento explosivo» de la pandemia
El Principado habla de «situación contenida» en una jornada que registra la muerte de dos ancianos y eleva la cifra de casos positivos a 841
El pico de la pandemia se retrasa unos días pero todo parece indiciar que acabará llegando. Por el momento, el Principado consigue «aplanar la curva» y no muestra «un aumento explosivo» como el que se da en otras comunidades, explicó ayer el jefe del Servicio de Vigilancia Epidemiológica, Ismael Huerta. De hecho, según afirmó, la situación en la región está «relativamente contenida» gracias a que «se adoptaron medidas de distanciamiento social con relativa rapidez y mucho antes, en proporción, que otras comunidades autónomas que ya tenían un problema mayor».
Aunque la tasa de mortalidad de un 3% se sitúa muy por debajo de la media nacional del 6% y, en especial, de comunidades como Madrid, que roza el 10%, el goteo de víctimas es constante y diario. La muerte ayer de dos ancianos, residentes en el centro de mayores de Grado, eleva la cifra de víctimas en la región a 27. De ellas, cerca del 90% tenía más de 70 años, según los datos aportados por el virólogo, que también apunta que, al igual que en el resto del país, el coronavirus en Asturias ha causado la muerte de más hombres que mujeres.
Aunque no al ritmo previsto por los expertos, que predecían que el pico epidémico se alcanzaría ayer, el número de casos continúa creciendo. Tras confirmar este miércoles 62 positivos, son ya 841 los afectados, 774 activos. También son más cada día los pacientes que requieren atención hospitalaria, 234 según los últimos datos confirmados. De estos, 220 permanecen en planta y 34 en la Unidad de Cuidados Intensivos. La cifra más alentadora es un día más la de las curaciones, que son ya 40 desde el principio de la epidemia.
«Uno de cada cuatro ingresos»
La sanidad asturiana se prepara para hacer frente a la fase más dura de la enfermedad con la suspensión de intervenciones quirúrgicas y de pruebas «no esenciales», así como dando altas hospitalarias en los casos en los que es posible. El objetivo es intentar rebajar al máximo la presión asistencial de los hospitales para que, llegado el momento, sean capaces de responder al volumen de ingresos y de casos graves de la oleada vírica.
De este modo, el HUCA ha logrado liberar el 40% de sus camas y situarse en «un 60% de ocupación», indicó ayer el gerente del Área Sanitaria IV, Luis Hevia. En estos momentos, los hospitales de esta área contabilizan 673 pacientes ingresados, cerca del 25% de ellos, es decir uno de cada cuatro, está afectado por COVID-19. Según los datos aportados por la gerencia, 564 pacientes, 141 afectados por la nueva enfermedad, permanecen ingresados en el HUCA, 34 de ellos en la UCI. Por su parte, el hospital Monte Naranco cuenta con 109 ingresados, y entre ellos, 15 enfermos de COVID.19. Todos ellos son mayores de 80 años y precisan atención gerontológica.
Hevia señaló que en los últimos días «hay un número creciente de ingresos» por coronavirus, pero «también un número importante de altas, lo que nos da un margen importante para ir equilibrando el balance». Por comparación, el gerente recordó que durante las epidemias anuales de gripe el porcentaje de ocupación del hospital de referencia de la sanidad asturiana puede alcanzar el 99%.
A pesar del mensaje de tranquilidad, «preocupa» la situación clínica de algunos pacientes. Las complicaciones respiratorias asociadas al COVID-19 son la principal causa de fallecimiento, pero también de ingresos en las unidades de cuidados intensivos. En la actualidad, hay 34 pacientes en críticos, «aunque se está haciendo una planificación para que los hospitales de Gijón, Avilés, Mieres y Langreo puedan acoger también a enfermos en sus UCIs», indicó. «En el plano teórico, y con las estimaciones de hoy, creemos que no vamos a tener problemas», señaló. En el peor escenario posible y con algunas reformas, el HUCA podría elevar su disponibilidad de camas de intensivos hasta las «100 ó 106, todas ellas dotadas de respirador y de los medios auxiliares necesarios para un enfermo crítico», destacó.
Se trata de un escenario al que nadie querría llegar, pero los largos periodos de hospitalización de los casos más graves aumentan la presión sobre los servicios de medicina intensiva. Para Hevia es «pronto para hacer una evaluación de la estancia media».
Por otro lado, ayer se conoció la cifra de sanitarios afectados por coronavirus o que se encuentran en seguimiento por contacto estrecho con algún caso positivo. Son 234 profesionales, según confirmó la consejería de Salud.
Ahora, una de las prioridades es someter a las pruebas diagnósticas a los sanitarios que se encuentran bajo sospecha de haber sido contagiados. Según Hevia, «la mayoría están asintomáticos» y hacer la prueba «restaría ansiedad y permitiría su reincorporación al servicio».
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