Los bancos centrales no paran la sangría y el Ibex se derrumba
Ni la ansiada acción coordinada de los bancos centrales logra frenar la espiral bajista en los mercados. Las alertas económicas se disparan a medida que aumenta la 'paralización' de la economía mundial por el coronavirus. Los futuros en Wall Street rozan el desplome máximo permitido, un 5%, y las Bolsas europeas secundan el desplome. El Ibex, tras hundirse un 20,8% la semana pasada, se derrumba hasta los 6.000 puntos. Los bancos, Aena y sobre todo IAG lideran los descensos.
El impacto económico del coronavirus se dispara mucho más allá de cualquier estimación previa. A medida que pasan los días las medidas excepcionales adoptadas por los distintos países para intentar contener la pandemia entran en una dimensión inimaginable hasta hace sólo unas fechas. La 'paralización' de la actividad, incluida la económica, afectó inicialmente a China, y pocos analistas pensaban entonces que la situación se repetiría en media Europa incluso en distintos estados de EEUU, como sucede actualmente.
La magnitud de este parón económico supera todas las estimaciones anteriores, y ni siquiera la intervención de los bancos centrales logra parar la sangría bajista en los mercados financieros. Esta vez sí los principales bancos centrales del mundo se pudieron de acuerdo para lanzar una acción coordinada, en forma de nuevos programas para asegurar la liquidez en plena crisis del coronavirus. Con anterioridad, los rumores de una acción coordinada sólo se plasmaron en una sucesión de bajadas de los tipos de interés en distintas fechas.
El banco central más activo desde en las últimas semanas, desde el inicio del descalabro de los mercados, está siendo la Reserva Federal de EEUU. A última hora de ayer anunció por sorpresa una nueva rebaja de los tipos de interés, hasta dejarlos prácticamente a cero. La medida, drástica, supone un estímulo para la economía, pero los analistas señalan que después de esta rebaja la Fed comienza a quedarse sin mucho margen de maniobra para próximas intervenciones.
La rebaja a cero de los tipos de interés en EEUU y la acción coordinada de los bancos centrales para inyectar nueva liquidez supondría en otras circunstancias complicadas todo un revulsivo para los mercados. Pero la situación actual, con buena parte de la economía occidental medio paralizada, es tan insólita que los inversores no logran controlar los nuevos brotes de pánico. Bruselas anticipa una recesión en la UE por el coronavirus.Los analistas también adoptan una interpretación más inquietante. A medida que los bancos centrales lanzan nuevas medidas, van agotando (hasta ahora sin demasiado éxito) sus penúltimas balas para acudir al rescate de los mercados.
En Asia, a pesar de las mejoras logradas en China para contener el coronavirus, la Bolsa de Shanghai se ha desplomado hoy otro 3,4%. En Japón, el Nikkei ha perdido un 2,4%.
El vendaval bajista adquiere más virulencia si cabe en Europa, y la Bolsa española sufre un nuevo desplome. Después de la bajada de tipos de ayer en EEUU, la semana comenzaba con las miradas puestas en la reacción de Wall Street. Y los futuros del Dow Jones y del S&P 500 agravan las alertas, al tocar la caída máxima permitida en los futuros, un 5%. El pánico azota de nuevo a la renta variable europea, y el Ibex, tras el rebote logrado el viernes, vuelve a los desplomes. Las caídas superan incluso el 8%, un revés que ha ahondado sus mínimoshasta niveles inferiores a los 6.000 puntos.
La paralización de la actividad alcanza su mayor dimensión en el tráfico aéreo. El cierre de fronteras va en aumento, y las aerolíneas se ven forzadas a lanzar una nueva oleada de anuncios de cancelaciones de vuelos y rutas. El impacto en las cuentas del sector es brutal, y provoca desplomes como el 20% que llega a registrar hoy IAG. En lo que va de año ya ha perdido más de la mitad de su valor en Bolsa. La crisis afecta de lleno a otros valores ligados al tráfico aéreo como el gestor de aeropuertos Aena y Amadeus. El alcance se amplía al conjunto del sector turístico, y pasa factura a cotizaciones como las de las hoteleras Meliá y NH.
Los bancos, lejos de encontrar nuevos estímulos, reciben con inquietud las nuevas rebajas de tipos anunciadas por la Reserva Federal. En un cambio radical de escenario en apenas una semana, el sector bancario ha visto cómo los tipos de interés han bajado de golpe en un punto porcentual, hasta alienarse prácticamente a los 'tipos cero' de la eurozona. Las medidas de liquidez de los bancos centrales quedan en un segundo plano ante la dimensión de las rebajas de tipos y de las amenazas económicas. Las caídas alcanzan de nuevo el nivel del 10% en Banco Sabadell, que reduce su capitalización a apenas 2.500 millones de euros, menos de la mitad de la cifra con la que inició 2020.
El resto de Bolsas europeas tampoco logra poner freno a la espiral bajista que se adueña de los mercados financieros. Con la actividad económica prácticamente paralizada en media Europa, los analistas anticipan unos resultados trimestrales aciagos durante los próximos trimestres. Las esperanzas de semanas anteriores de una recuperación en forma de 'V' una vez contenido el coronavirus se diluyen, y las firmas de inversión se preguntan ahora cuánto durará el bache económico y empresarial. El desplome adicional roza por momentos el 8%.
Los bancos y la industria aérea repiten entre los sectores más castigados en la renta variable europea. La crisis que viven las aerolíneas acelera el desplome de Airbus, por encima incluso del 16%. Los descensos se acercan incluso al 20% en aerolíneas como Ryanair y Air France, y son algo más moderadas en Lufthansa y en la empresa del sector más castigada hasta la fecha, Norwegian Air Shuttle. En el sector bancario, la nueva política de 'tipos cero' adoptada por la Fed hunde a mínimos históricos la cotización de Deutsche Bank, y desata caídas superiores incluso al 10% en ING, Société Générale y BNP Paribas.
La jornada apenas deja notas positivas, y entre los mercados más damnificados repite el del petróleo. El barril de Brent se hunde hasta los 31 dólares, los mínimos que ya tocó hace justo una semana, en pleno derrumbe histórico del precio del petróleo a raíz de las disputas entre Arabia Saudí y Rusia.
La nueva rebaja por sorpresa de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal logra uno de los efectos deseados por Donald Trump: frenar la escalada del dólar. El euro remonta por encima de los 1,12 dólares, y la libra gira al alza y rebota hasta los 1,22 dólares.
El clima de máxima tensión que viven los mercados provoca que sólo una reducida parte de la deuda pública actúe aún como activo refugio. Los inversores acuden a la deuda alemana, de forma que el interés del bund se mantiene cerca del -0,60%. A cambio, las ventas afectan de lleno a la deuda española, y el interés del bono a diez años, que evoluciona de manera inversa a su precio, supera el +0,70%. La prima de riesgo, por tanto, se dispara por encima de los 130 puntos básicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario