jueves, 20 de febrero de 2025

Simbolos Identitarios...

Nortes | Centraes na periferia ActualidáTemesCulturesMemoriaOpiniónGaleríesXenteHazte socia de Nortes ActualidáDestacaesMemoriaTemes Una estatua para el Rector Alas Las políticas asturianas de memoria han sido avanzadas en el reconocimiento de las víctimas, pero más parcas a la hora de construir símbolos. Por Diego Díaz Alonso 19 febrero 2025 Leopoldo Alas Argüelles. Ilustración: Mybro Recomendados Diego Díaz Alonso Diego Díaz Alonso Historiador y activista social. Escribió en La Nueva España, Les Noticies, Diagonal y Atlántica XXII. Colabora en El Salto y dirige Nortes. El Lago de la Cueva: éxitos conservacionistas y amenazas climáticas 20 febrero 2025 Aprobada la primera Ley de Ciencia de la autonomía asturiana 20 febrero 2025 El parlamento asturiano aprueba cortar la financiación pública a medios e influencers con condenas reiteradas 20 febrero 2025 El centro social de Ciudad Naranco bajo mínimos 20 febrero 2025 No es una cifra redonda, pero es una fecha importante. Este jueves se cumplen 88 años del aniversario del fusilamiento de Leopoldo Alas Argüelles (Oviedo/Uviéu, 1883-1937), uno de los grandes intelectuales de la Asturies de principios del siglo XX. Miembro de las clases medias ilustradas que apostaron por una alianza entre republicanismo y movimiento obrero, rector de la Universidad de Oviedo/Uviéu en el momento del golpe de Estado, su figura ha sido paulatinamente recuperada en el periodo democrático, y más especialmente en los últimos años. Durante el tripartito se colocó una placa en su recuerdo en la cárcel ovetense, lugar en el que fue fusilado. También se estrenó y representó por primera vez la obra “El Rector”, escrita en 2014 por Pedro de Silva. Más recientemente, su retrato se ha expuesto de manera permanente en el Aula Magna de la Universidad. Con todo, Alas, prestigioso jurista y diputado en las Cortes Constituyentes de la Segunda República, uno de los dos rectores universitarios fusilados en la Guerra Civil, sigue siendo un personaje relativamente desconocido en una ciudad y una comunidad que tampoco han sido excesivamente pródigas en homenajes institucionales a su padre, el novelista Leopoldo Alas “Clarín”, autor de una de las novelas españolas de más trascendencia internacional. Placa conmemorativa en la cárcel de Oviedo. Procesado en un juicio farsa, su apoyo al Frente Popular y a la amnistía a los revolucionarios de 1934, fueron claves en una condena a muerte que conmocionó a la España republicana, e incluso a personas del bando franquista que trataron sin éxito de salvar su vida. “¡Mujeres que me escucháis al otro lado de esta tapia! ¡Que ésta sea la última sangre vertida! ¡Que sirva para aplacar los odios y las venganzas! ¡Viva la libertad!” son las últimas palabras que se le atribuyen, según el testimonio de personas presas en la Cárcel Modelo en el momento de su ejecución. Muchas víctimas, pocos héroes Las políticas asturianas de memoria democrática han sido muy avanzadas en el reconocimiento de las víctimas, lo estamos viendo ahora con el mapa de fosas comunes o la colocación de los adoquines dedicados a quienes sufrieron el nazismo, pero han resultado hasta la fecha más parcas a la hora de construir símbolos en positivo, algo que depende siempre más de apuestas políticas por construir continuidades entre pasado y presente. Tenemos fosas y otros lugares de memoria señalizados, pero apenas esculturas, murales u otro tipo de intervenciones en el espacio público dedicados a las personas concretas que encarnaron los valores progresistas y democráticos de la década de los 30. Las políticas asturianas de memoria democrática han sido muy avanzadas en el reconocimiento de las víctimas, pero mucho más parcas a la hora de construir símbolos en positivo En las ciudades gallegas podemos encontrarnos sin embargo con un buen número de estatuas y monumentos al galleguista y republicano Alfonso Rodríguez Castelao, pero también con la reivindicación de figuras asociadas a un antifascismo más popular como As Duas Marías de Santiago de Compostela. En Euskadi tenemos reconocimientos a los tres primeros lehendakaris, los nacionalistas José Antonio Aguirre y Jesús María Leizaola, y el socialista Ramón Rubial. En Catalunya otro tanto al president Companys y el president Maciá. En Andalucía hay diseminados por toda su geografía múltiples homenajes a Blas Infante, republicano y pionero del andalucismo. Castelao en Lugo. As Duas Marías en Santiago. Leizaola en Bilbao. Quizá la ausencia de personajes con tanta centralidad en la política asturiana de los 30 se haya traducido en la ausencia de estos símbolos, quizá nadie haya visto en el periodo democrático la necesidad de apostar por este tipo de estrategia memorialista, o quizá los que sí la vieron se quedaron en minoría. Recientemente el escritor y agitador Nicolás Bardio reflexionaba en alto sobre la conveniencia de construir, en tiempos de olas reaccionarias, un orgullo identitario asturiano propio, y no mediado por lo que el turismo espera de nosotros: “La identidá nacional asturiana nun pue ser sidra y cachopo. O reforzamos la nuesa identidá, el nuesu arguyu de ser asturianos: la llingua, la mina, la solidaridá, l’antifascismu, los fugaos, los héroes del 34… …o la estrema derecha cómenos pelos pies”. La campaña Yes Asturies que acaban de lanzar un centenar de organizaciones sociales asturianas también va por ahí. Mural al socialista Jean Jaurés en la ciudad de Metz. Mural feminista en Ciudad Lineal, Madrid. ¿Tendría sentido que personajes como el rector Alas o Belarmino Tomás contaran con presencia en el espacio público? Seguramente sí. Si Woody Allen o Tino Casal cuentan con exitosas estatuas en la capital asturiana, ¿por qué no el rector Alas? Nada garantiza la cristalización de un símbolo. Hay esculturas que se terminan convirtiendo en señas de identidad de las ciudades, lugares a los que la gente tiene cariño, donde la gente se fotografía y se cita, mientras otras sin embargo, se transforman en piezas anodinas del mobiliario urbano, de esas que ya nadie sabe muy bien qué pintan ahí. Nos gustaría pensar que una intervención inteligente en el espacio público dedicada a una figuran tan excepcional como Leopoldo Alas Argüelles podría formar parte de ese primer tipo.

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