El dolor de la crísis, las pasisaninos que la suman.
El récord de cuatro millones de parados reales pone en evidencia al Plan E
Publicado el 03-04-09 , por M. Tejo
El desempleo aumentó en 123.543 personas en el último mes, con lo que la cifra oficial de paro se situó en 3.605.402, un 10% por debajo del colectivo que realmente no tiene empleo.
El colectivo de personas sin empleo podría equipararse a un auténtico ejército. No en vano, los 3,6 millones de parados registrados en marzo superan con creces a los ejércitos nacionales de EEUU y China juntos.
Pese a que marzo es habitualmente un mes excelente para el empleo, este año el número de parados aumentó en 123.543 personas, la subida más alta en ese mes desde los ochenta. Tras este repunte, el volumen oficial de desempleados se situó en la cifra récord de 3.605.402, lo que supone un incremento del 56,7% respecto al año pasado.
Pero la brecha es aún más profunda si se computan el resto de personas que no forman parte del registro oficial, y que elevan el número de parados real por encima de los cuatro millones (4.048.356). Esta cifra aglutina, por un lado, a los trabajadores con disponibilidad limitada -178.841- que, por ejemplo, piden un contrato a tiempo parcial; este grupo se ha sacado de la estadística desde 1985.
Además, existen 264.116 personas agrupadas bajo el epígrafe de "demandantes de empleo no ocupados" (Denos), un cajón de sastre donde van a parar, entre otros, los desempleados que cursan un programa de formación.
Este compartimento ha servido a las comunidades autónomas "responsables de los registros en sus territorios" para aliviar sus datos de paro, desde que se abrió esa posibilidad durante la etapa del ex ministro de Trabajo, Jesús Caldera, extremo que el Gobierno nunca ha reconocido.
El gasto en prestaciones por desempleo crece ya a ritmos interanuales del 71%
Aunque el director del antiguo Inem, Javier Orduña, pone blanco sobre oscuro;en el número de abril de la revista Aragonex, Orduña admite que "dejan de registrarse los parados si el curso dura más de 20 horas a la semana". "Se retiran y pasan a la [categoría] Denos", matiza.
Hasta aquí todo es normal, porque la norma permite extraer a las personas sin trabajo y en formación aunque, eso sí, se requieren otros dos requisitos: demandar "un primer empleo" y tener "una beca de manutención". En la práctica, este perfil contrasta, por ejemplo, con el polémico suceso de los 1.500 trabajadores de Delphi que, con la justificación de lo programas para el reciclaje, no aparecieron en el registro oficial como parados.
Prestaciones sin límite
También preocupante, según apunta Rafael Pampillón (IE), es la vertiginosa escalada del número de subsidios. En el último año, el número de prestaciones concedidas -contributivas y no- avanzó un 58%, hasta sumar los 2,5 millones. Pese a todo, un millón y medio de personas demandantes de empleo sobreviven sin ingresos regulares (diferencia entre los que están cubiertos y la cifra real de parados). Este dato podría precipitar que el Instituto Nacional de Estadística cifre, en la próxima EPA, en 900.000 las familias con todos sus miembros en paro.
En febrero, el Estado se gastó 2.610 millones de euros en prestaciones, un 71% más que hace un año. "Y el gasto será mayor", advierte Pampillón que señala que aún queda mucho recorrido hasta alcanzar los "cinco millones de parados", posiblemente el próximo año. De persistir la idea del Gobierno de endeudarse sin límite para costear las prestaciones, "el déficit se hará insostenible", según los expertos consultados.
El escaso impacto del Fondo de Inversión Local
Era la pregunta del millón; antes de conocer las cifras de marzo, analistas y trabajadores se preguntaban: ¿Cuál será el impacto del fondo local de 8.000 millones de euros sobre el empleo? La aparente sencillez de esta cuestión no obtuvo ayer una respuesta fácil.
Según Zapatero, los fondos destinados a los ayuntamientos han generado 90.000 empleos (de los que 20.000 serían de nueva contratación), aunque estas supuestas contrataciones no han conseguido virar la evolución del paro en la construcción (el número de desocupados en el sector aumentó en 16.613), ni cambiar la tendencia en la afiliación a la Seguridad Social (se destruyeron 22.681 puestos de trabajo).
El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, explicó que el impacto concreto del fondo "no se puede medir" mirando "una partida concreta". "Los datos que dio en su día el presidente Zapatero corresponden a los ofrecidos por los ayuntamientos", remachó, tras afirmar que será después de Semana Santa cuando se perciban los efectos del plan local.
A la espera de que llegue ese momento, la patronal de las ETT ha hecho cuentas. Según Agett, el fondo local "generará, como mucho, 160.000 empleos" (90.800 directos y 60.200 indirectos), con lo que "cada empleo generado cuesta 50.000". Aunque, por ahora, el coste de cada puesto de trabajo artificial supera con holgura los 88.000 euros.
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