Buscando moneda global.
Una cesta de divisas que sustituyera al dólar daría estabilidad
Favorecería los intercambios entre países y facilitaría la liquidez. El perjudicado sería Estados Unidos, que no cederá su posición dominante, ya que tendría problemas para vender su deuda.
La mayor parte de las transacciones internacionales se realiza en dólares. BLOOMBERG
G. García
El dólar se tambalea. El billete verde, símbolo del poder económico de EEUU y moneda de referencia mundial, ha perdido la confianza de algunos de los principales actores internacionales, ante su inestabilidad y debilidad por la crisis financiera. Recientemente, tanto Rusia como China han propuesto sustituir al dólar por una cesta de divisas de varios países. Sería la reforma más profunda del sistema monetario desde hace 55 años. ¿Es necesaria?
El dólar es la moneda de referencia internacional utilizada para fijar el precio (tipo de cambio) del resto de divisas. Su depreciación está provocando que tanto las exportaciones —tres cuartas partes de los intercambios comerciales se realizan en esta divisa— como la emisión de moneda sean cada vez más caros. Si el dólar se hunde, la economía mundial también. Las críticas arrecian: poco antes del G 20, adonde llevó su propuesta, el gobernador del Banco Popular de China, Zhou Xiaochuan, afirmó que la divisa de referencia “debería estar desconectada de las condiciones económicas y los intereses soberanos de un solo país”. Como posibilidad, propuso los Derechos Especiales de Giro del FMI, un sistema de tipo de cambio formado por una cesta variada de divisas (euro, yen, libra esterlina y dólar).
Numerosas ventajas
“Una cesta de divisas tendría más ventajas que desventajas: facilitaría la liquidez, mermada cuando el dólar se deprecia, reduciría la desconfianza que existe actualmente en el sistema financiero y favorecería los intercambios comerciales de los países con una industria competitiva”, explica José Antonio Martínez Álvarez, profesor de economía aplicada de la Uned. “Aportaría más estabilidad porque permitiría diversificar los riesgos, al no estar vinculada a un sólo país, y ayudaría a defenderse de los ataques especulativos contra una divisa”, indica Ahmad Rahnema, profesor de finanzas del Iese.
Ahora mismo, un cambio de divisa de referencia no es realista, pues EEUU no cederá su posición dominante El gran perjudicado de un cambio de moneda de referencia sería, claro está, EEUU. Actualmente, este país no tiene que cancelar sus deudas en moneda extranjera, lo que mantiene bajos los costos, y también puede vender mucho más fácilmente sus emisiones de deuda, lo que hoy necesita para financiar sus cuantiosos planes de estímulo. La propuesta, en realidad, es un intento por parte de China y otros países emergentes de ganar importancia económica —y por tanto poder político— en un momento en que EEUU ha entrado en recesión. Así, otras naciones se han unido a la cruzada contra el dólar. Los países del Golfo han propuesto crear una cesta de materias primas para que haya activos reales que sirvan de referencia a las divisas.
Pero, ¿es posible acabar con la hegemonía del dólar? Los expertos opinan que es poco realista. “Tanto América Latina, como Asia y los países de la OPEP tienen unas economías completamente ligadas al dólar. Además, la financiación y el comercio mundial en esta moneda es predominante, y los mercados de futuros están organizados en dólares”, considera Robert Tornabell, profesor de Finanzas de Esade. Un 80% de las transacciones internacionales, un 70% de las importaciones mundiales y la casi totalidad del comercio petrolero se realizan en dólares, según el Banco Mundial y el Departamento de Comercio estadounidense.
“Ahora mismo, no hay verdaderos motivos para sustituir al dólar, y los Derechos Especiales de Giro no son viables para el comercio mundial”, subraya Tornabell. “En este momento no es factible. Pero dentro de 20 años, cuando China e India hayan ganado importancia de mercado y peso económico, el dólar sí podría verse sustituido por las divisas de estos países”, considera Rahnema.
Históricamente, las iniciativas para crear una moneda supranacional han fracasado. En 1940, Keynes propuso sin éxito introducir una unidad monetaria basada en el valor de 30 materias primas. Sólo el ECU, la unidad de cuenta usada por la Comunidad Europea antes del euro —y que no era sino una cesta de divisas—, cristalizó en algo más. Pero fue gracias a la voluntad política de los países interesados. Algo que EEUU no tiene.
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3770 de 3771 en Economia
21/04/2009 20:46
Unas relaciones económicas muy complejas
El pulso político y económico entre China y EEUU no ha hecho más que empezar, y promete ser de gran complejidad. Ambos países se necesitan el uno al otro. China es el principal acreedor de EEUU. Se estima que dos tercios de los 1,95 billones de dólares de reservas extranjeras que tiene están en títulos estadounidenses.
En los últimos meses, sin embargo, el Gobierno chino ha ralentizado su compra de bonos de EEUU porque desconfía de la estabilidad económica del país americano y quiere reducir su dependencia del dólar. El momento no podía ser peor para EEUU, más necesitado que nunca de colocar sus bonos para financiar el déficit causado por sus planes de rescate económicos. Y mientras EEUU presiona a China para que aprecie al yuan, quitando presión sobre el dólar, China comienza su asalto a la hegemonía del dólar. En el fondo, lo que está en juego es nada más y nada menos que la supremacía mundial.
¿En qué consisten los Derechos Especiales de Giro creados por el FMI?
Los Derechos Especiales de Giro (DEG) son un activo de reserva internacional creado por el FMI en 1969 por el FMI para apoyar el sistema de paridades fijas establecido en Bretton Woods (1944). En ese momento, la oferta de los dos activos de reserva fundamentales, el oro y el dólar, resultaba inadecuada para apoyar la expansión del comercio mundial y del sistema financiero. Por ello, se creó un nuevo activo de reserva internacional. Con el derrumbe del sistema de Bretton Woods, las monedas pasaron a un régimen de tipo de cambio flotante y los DEG dejaron de ser necesarios. Hoy sirve como unidad de cuenta del FMI, pero no es ni moneda ni activo frente a este organismo. Los DEG son una cesta de monedas compuesta por el dólar de EE.UU., el euro, la libra esterlina y el yen. La composición, revisada cada cinco años, refleja la importancia de cada divisa a nivel mundial. Desde 2005 es la siguiente: dolar, 44%; euro, 34%; y yen y libra, 11% cada uno.
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