viernes, 1 de enero de 2010

Van saliendo los muertos...

De los armarios !

El Santander dedicó este año 1.400 millones a sanear el balance de sus compañías financieras

@Gonzalo Garteiz - 01/01/2010 06:00h

Mal año el que ha terminado para Santander Consumer Finance (SCF), el grupo de compañías financieras y de servicios especializadas en financiación al consumo del banco presidido por Emilio Botín. El ejercicio comenzó con un comunicado formal, el 20 de enero, del Banco de España, mediante el cual el supervisor anticipaba “el inicio de una inspección del riesgo de la cartera de crédito de SCF y su filial Santander Consumer Establecimiento Financiero de Crédito (EFC)”. En esas fechas, la banca en general sufría una tormenta de magnitud desconocida hasta entonces. El grupo financiero que preside Antonio Escámez, con Magda Salarich como primera ejecutiva, se cubrió las espaldas con una inyección de 1.195 millones en el capital de SCF en marzo, la tercera tras una ampliación de capital de 600 millones llevada a cabo diez meses antes, y otra de 200 millones en diciembre de 2007.


A pesar de semejante esfuerzo, durante el mes que acaba de terminar el banco fortaleció nuevamente los recursos propios del grupo, aportando 186 millones a EFC y duplicando con ello el capital de una filial que en 2008 registró 27 millones de pérdidas. La entidad asegura que estas capitalizaciones se explican “por la compra de algunas financieras de General Electric y Royal Bank of Scotland, y de los dividendos concedidos al Banco Santander, de 601 millones en 2007 y de 401 en 2008”.


Sin embargo estos argumentos no justifican la inyección en 2009 de 1.400 millones, dado que en los ejercicios en que se repartieron tales dividendos ya se habían realizado ampliaciones de capital por valor de 800 millones, además de haber conseguido beneficios superiores a los 1.000 millones, lo que hubiera permitido incluso una mayor remuneración. Respecto a la aportación al activo de las compras de General Electric y Royal Bank, el banco las cifra en 6.300 millones, por lo que el añadido de capital que requerirían “no supera los 510 millones”, según reconoce la propia entidad.


La macrocapitalización resulta aparentemente necesaria si se tiene en cuenta la limpieza a fondo acometida en el balance, con un notable aumento de las provisiones para cubrir fallidos y entradas en mora de préstamos para la compra de automóviles (más del 85% del negocio total) y de crédito al consumo. La caída de las ventas de coches en España y el dramático aumento del paro originó un quebranto de gran magnitud en este negocio. Santander perdió más de 231 millones en el primer semestre de de 2009 en España y Portugal. A junio pasado, con 4.899 millones de recursos propios y con las capitalizaciones citadas, SCF sólo ganó 31 millones, cuando un año antes, ya en tendencia descendente, el beneficio había ascendido a 378 millones en igual periodo. La caída del beneficio por acción era a junio del 95% (4 céntimos frente a 62), según datos oficiales.


Una situación que se explica por la magnitud de la purga llevada a cabo con los créditos impagados. El Santander ha informado que, hasta septiembre, las dotaciones para esa cobertura ascendieron a 1.119 millones, de los cuales 464 corresponden a España (el 42%), mientras que la cartera de créditos españoles no llega al 20%. Tales provisiones suponen casi un 40% más que las realizadas el año anterior, y bastante más del doble que en 2007. El saneamiento, de alto calado, hizo que SCF incrementara el año pasado la tasa de cobertura hasta el 89,7%, casi cuatro puntos por encima del ejercicio anterior. El nivel de mora del grupo es del 5,8%, aunque en España es del 10,9%, cuando dos años antes era del 2,4%.


Medidas para sobrevivir a la crisis


Magda Salarich, que hace un par de años recibió una herencia complicada, ha impulsado varias medidas para sobrevivir a la crisis. La primera fue reducir un 30% la plantilla (375 empleados en España), y abandonar el sueño de disponer de una franquicia en toda Europa. A los fiascos de Francia, ya abandonada, hay que sumar los de la República Checa y Hungría, negocios puestos “en discontinuidad”. Además se ha potenciado Alemania, verdadero salvavidas del grupo, que ya representa el 40% de la cartera, y se ha reducido el de España (un 16% en sólo un año). Ello además de desprenderse del Open Bank, vendido al Santander con una plusvalía de 76,4 millones.


En la segunda parte del año, sin embargo, las cosas mejoraron bastante, gracias a la recuperación de las ventas de coches consecuencia de las subvenciones estatales, al aumento de los márgenes por la comercialización de productos a mejores precios y al bajo coste del dinero. Todo ello permitió que a septiembre el beneficio sumara ya 110 millones, un 70% inferior no obstante al de un año antes.


El banco considera que, a pesar de las cifras, SCF se ha posicionado muy bien de cara al futuro, teniendo en cuenta que grandes entidades como Paribas y SocGen han tenido que cerrar sus operaciones en España, y que su negocio en Estados Unidos, que consolida aparte, pero con unidad de gestión en SCF, se ha recuperado.

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