Vida urbana vs. rural: ¿cuál lugar es más saludable?
Por MELINDA BECK
Para muchos residentes urbanos, el campo evoca imágenes de aire limpio, alimentos frescos y actividades físicas. Pero actualmente, los estadounidenses que residen en las ciudades más grandes en general viven vidas más saludables que las de quienes residen en las afueras, a diferencia de lo que ocurría algunas décadas atrás.
View Full Image
Punit Paranjpe/Agence France-Presse/Getty Images
Muchas de las ciudades que alguna vez fueron conocidas por su contaminación, la delincuencia, el hacinamiento y enfermedades infecciosas, en general en los últimos años fueron limpiadas, se calmaron y se extendieron, mientras que los problemas en áreas rurales han empeorado. Los habitantes del campo son ahora más propensos que otros estadounidenses a ser obesos, sedentarios y a fumar cigarrillos. También enfrentan mayores tasas de problemas relacionados con la salud, tales como diabetes, derrames cerebrales, ataques cardíacos y alta presión arterial, según County Health Rankings (CHR), un proyecto de investigación que acaba de publicar su segundo informe anual comparativo —estado por estado— de mediciones de salud en todos los condados de Estados Unidos.
Sin dudas, los residentes urbanos viven en un ambiente de mayor contaminación del aire y crímenes violentos. También tienen tasas mayores de enfermedades de transmisión sexual, más bebés con bajo peso al nacer, y es más probable que beban en exceso. Pero en general, los habitantes de las ciudades tienden a valorar más su propia salud y tienen menos probabilidades de morir prematuramente (antes de los 75 años) que los estadounidenses que viven en zonas rurales, de acuerdo con el informe.
En muchos sentidos, los residentes de las áreas suburbanas son los que están mejor. Por lo general, consideran que tienen un mejor estado de salud y tienen menor número de muertes prematuras en comparación con cualquiera de sus contrapartes urbanas o rurales. Los habitantes de los suburbios además tienen la menor cantidad de bebés con bajo peso al nacer y menores tasas de homicidios y de enfermedades de transmisión sexual.
Gran parte de las ventajas de la salud en las ciudades podría relacionarse con la edad, los ingresos y los niveles de educación. El ingreso anual promedio de los hogares en ciudades centrales es de US$53.000, según el informe. En cambio, los ingresos promedio en las zonas rurales son de US$39.000, y de US$60.000 en el caso de los suburbios. Los residentes rurales también tienden a tener más edad y menos educación que sus contrapartes urbanas.
El acceso limitado a la atención sanitaria podría ayudar a explicar el estado general de la salud más frágil de la población rural. Alrededor de 25% de la población de EE.UU. vive en zonas rurales, aunque cuentan con la atención de 10% de los médicos de todo el país. Además es menos probable que tengan seguro de salud privado, cobertura de medicamentos recetados o estar cubierto por el programa de salud Medicaid, según la Asociación Nacional de Salud Rural, una entidad sin fines de lucro.
Los hábitos no saludables pueden comenzar temprano. Es casi dos veces más probable que los niños de zonas rurales de entre 2 y 5 años consuman más de 700 centímetros cúbicos de bebidas azucaradas al día que los niños que viven en ciudades, según un informe del año pasado del Centro de Investigación de la Salud de Carolina del Sur (SCHRC, por sus siglas en inglés).
En tanto, los niños de entre 6 y 11 años de zonas rurales consumen un promedio de 80 gramos de grasas al día, en comparación con los 73 gramos diarios que ingieren los niños urbanos. Los patrones relacionados con el tiempo que ven televisión y no realizan actividades físicas son bastante similares entre ambos grupos.
El problema de la obesidad afecta a todo EE.UU. pero se afecta más a las áreas rurales, donde 19% de los niños de entre 2 y 19 años es obeso y el 36% tiene sobrepeso, según el informe de SCHRC. En comparación, 15% del mismo grupo etario en las ciudades es obeso y el 30% tiene sobrepeso.
Una variedad de condiciones se unen para que la vida en el campo sea menos saludable. Por ejemplo, las muertes por accidentes de tránsito son más frecuentes en las zonas rurales, no sólo porque los límites de velocidad son más altos, sino también porque el promedio de respuesta de emergencia médica es de 18 minutos, en comparación con los 10 minutos de promedio en zonas urbanas.
Claro que la vida en el campo tiene algunas ventajas. Los chicos que crecen en granjas suelen tener menos problemas de asma, menor cantidad de alergias y desórdenes de autoinmunidad que los niños que crecen en la ciudad. Una teoría en relación con esto sostiene que la exposición a una variedad de microorganismos contribuye a crear un sistema inmune en buen funcionamiento, la llamada hipótesis de la higiene.
Las personas que viven en las ciudades tienen un mayor nivel de problemas de salud mental que los residentes rurales: 39% más de desórdenes de cambios de humor y 21% más de desórdenes de ansiedad, según un análisis en 20 países desarrollados realizado el año pasado. Los motivos no están claros pero un estudio publicado en la revista Nature en julio, donde científicos alemanes monitorearon las ondas cerebrales de residentes de zonas rurales y urbanas, sugiere que la gente que crece en las ciudades podría procesar el estrés en forma diferente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario