Así afecta la recapitalización de la banca al pequeño inversor
El sector recurrirá al dividendo en acciones y al canje de convertibles, aun con minusvalías, con la presión de destinar beneficios a capital
"Sin ser el sector preferido, se puede invertir a corto", dice un experto
Juande Portillo / Beatriz P. Galdón - 29/10/2011 - 07:00
Los directivos de las cinco mayores entidades financieras de España -Santander, BBVA, Popular, Bankia y CaixaBank- esperaban el miércoles en tensión a que la Autoridad Bancaria Europea (EBA) especificara las nuevas exigencias de capital que se les imponen. El dictamen fue fatídico. La banca española es la más castigada de Europa, solo detrás la griega. Se les exige un esfuerzo de recapitalización de 26.161 millones de euros para alcanzar un capital principal del 9% en junio de 2012. Todas las entidades se apresuraron a presentar planes de recapitalización garantizando que no precisarán ayuda pública. El debate que se abre a partir de ahora es si interesa invertir en bancos. Los analistas siguen utilizando la misma palabra: cautela. "Se ha abierto un camino, pero hay riesgos que quedan por despejar", afirma Mercedes Camacho, de IGF.
Marc Ribes, de Activotrade, comenta que "a pesar de no ser el sector preferido por las incertidumbres vigentes, aunque cada vez inferiores, se podrían intentar compras a corto plazo, aprovechando el timing del sector y las positivas noticias llegadas desde Bruselas". "Si vemos la prima de riesgo por debajo de 300 puntos básicos significaría que los mercados de financiación mayoristas se están recuperando, lo que animaría a las acciones de los bancos más infravalorados", añade. Silvia Verde, de Inverseguros, recuerda que los bancos se enfrentan a meses complicados, donde los crecimientos serán más bajos y con el riesgo de que la mora siga al alza. Si mejorar los resultados ya es una tarea ardua en medio de la crisis, con la presión de Bruselas encima y los beneficios reorientados a aumentar el capital para evitar las ampliaciones y la ayuda pública, el panorama dista de ser halagüeño. Poner el acento en la deuda soberana, además, desplaza el foco del gran lastre de la banca española: el ladrillo. Una sombra que seguirá penalizando la cotización de la banca, y que no quedará resuelta con este ejercicio de recapitalización.
Con todo, y pese a la crisis, los inversores han encontrado algunas recompensas en el pago de dividendo. Las entidades financieras han sido cumplidoras y, a priori, las necesidades de capital no empañarán las políticas de retribución al accionista. Eso, al menos, es lo que han contado los bancos afectados. Pero la retribución al accionista promete abandonar el pago en metálico y centrarse de forma abrumadora en el scrip dividend, que da la opción de elegir entre cobrar en dinero o en acciones. Popular ya ha confirmado que sus cuatro pagos anuales serán a través de este método. "Normalmente, casi todos los inversores optan por cobrar en títulos. Es una opción buena, que permite a los bancos mantener los beneficios y generar más capital", explica Silvia Verde. Eso sí, el accionista deberá tener en cuenta que el scrip dividend supone en sí mismo una dilución y que si no lo comunica, el banco dará por hecho su aceptación. Santander, BBVA, Popular y Bankinter se evitarán desembolsar este año 3.000 millones de euros gracias a esta fórmula. CaixaBank también ha recurrido a este método en el primer pago tras la conversión de Criteria en el banco cotizado de La Caixa. Y Bankia aún no ha concretado qué fórmula elegirá, aunque lo previsible sea el scrip dividend.
Los planes de recapitalización afectarán también a los bonos obligatoriamente convertibles en acciones. Un tipo de emisión que se comercializa casi como renta fija aunque tiene más que ver con un título cotizado y que la banca ha emitido habitualmente en los últimos años para captar capital entre los pequeños inversores. Aunque en principio la AEB no los computa en sus cálculos, se ha incluido una excepción, que en el sector conocen ya como la "cláusula Santander", permitiendo computar como capital aquellos bonos que sean transformados en acciones antes de octubre de 2012, justo la fecha que permitirá a la entidad que preside Emilio Botín sumarse 8.497 millones sobre los 14.971 millones que le reclama la EBA.
Sin embargo, no todas las entidades han tenido la misma fortuna con el calendario. Popular, que debe elevar su capital en 2.362 millones, juega como baza principal con dos emisiones de convertibles por valor de 1.191 millones. El problema es que su transformación está programada para finales de 2013, y el adelanto de la conversión podría causar importantes minusvalías para sus dueños. Uno de los tramos de convertibles cotiza en 7 euros, frente al precio de la acción del banco, que está en la mitad. Fuentes del sector apuntan que una opción sería que la entidad termine compensando a los inversores con un pago adicional.
Marc Ribes, de Activotrade, comenta que "a pesar de no ser el sector preferido por las incertidumbres vigentes, aunque cada vez inferiores, se podrían intentar compras a corto plazo, aprovechando el timing del sector y las positivas noticias llegadas desde Bruselas". "Si vemos la prima de riesgo por debajo de 300 puntos básicos significaría que los mercados de financiación mayoristas se están recuperando, lo que animaría a las acciones de los bancos más infravalorados", añade. Silvia Verde, de Inverseguros, recuerda que los bancos se enfrentan a meses complicados, donde los crecimientos serán más bajos y con el riesgo de que la mora siga al alza. Si mejorar los resultados ya es una tarea ardua en medio de la crisis, con la presión de Bruselas encima y los beneficios reorientados a aumentar el capital para evitar las ampliaciones y la ayuda pública, el panorama dista de ser halagüeño. Poner el acento en la deuda soberana, además, desplaza el foco del gran lastre de la banca española: el ladrillo. Una sombra que seguirá penalizando la cotización de la banca, y que no quedará resuelta con este ejercicio de recapitalización.
Con todo, y pese a la crisis, los inversores han encontrado algunas recompensas en el pago de dividendo. Las entidades financieras han sido cumplidoras y, a priori, las necesidades de capital no empañarán las políticas de retribución al accionista. Eso, al menos, es lo que han contado los bancos afectados. Pero la retribución al accionista promete abandonar el pago en metálico y centrarse de forma abrumadora en el scrip dividend, que da la opción de elegir entre cobrar en dinero o en acciones. Popular ya ha confirmado que sus cuatro pagos anuales serán a través de este método. "Normalmente, casi todos los inversores optan por cobrar en títulos. Es una opción buena, que permite a los bancos mantener los beneficios y generar más capital", explica Silvia Verde. Eso sí, el accionista deberá tener en cuenta que el scrip dividend supone en sí mismo una dilución y que si no lo comunica, el banco dará por hecho su aceptación. Santander, BBVA, Popular y Bankinter se evitarán desembolsar este año 3.000 millones de euros gracias a esta fórmula. CaixaBank también ha recurrido a este método en el primer pago tras la conversión de Criteria en el banco cotizado de La Caixa. Y Bankia aún no ha concretado qué fórmula elegirá, aunque lo previsible sea el scrip dividend.
Los planes de recapitalización afectarán también a los bonos obligatoriamente convertibles en acciones. Un tipo de emisión que se comercializa casi como renta fija aunque tiene más que ver con un título cotizado y que la banca ha emitido habitualmente en los últimos años para captar capital entre los pequeños inversores. Aunque en principio la AEB no los computa en sus cálculos, se ha incluido una excepción, que en el sector conocen ya como la "cláusula Santander", permitiendo computar como capital aquellos bonos que sean transformados en acciones antes de octubre de 2012, justo la fecha que permitirá a la entidad que preside Emilio Botín sumarse 8.497 millones sobre los 14.971 millones que le reclama la EBA.
Sin embargo, no todas las entidades han tenido la misma fortuna con el calendario. Popular, que debe elevar su capital en 2.362 millones, juega como baza principal con dos emisiones de convertibles por valor de 1.191 millones. El problema es que su transformación está programada para finales de 2013, y el adelanto de la conversión podría causar importantes minusvalías para sus dueños. Uno de los tramos de convertibles cotiza en 7 euros, frente al precio de la acción del banco, que está en la mitad. Fuentes del sector apuntan que una opción sería que la entidad termine compensando a los inversores con un pago adicional.
El mandato retrasa la digestión del ladrillo
El importante esfuerzo de recapitalización que la Autoridad Bancaria Europea (EBA) ha impuesto a las entidades españolas tendrá una serie de efectos secundarios que influirán muy negativamente en el sector, su clientela y la economía en general. La clave, destacaba esta semana un experto de RBS, es que se reclaman 26.000 millones de euros para cubrir "el riesgo soberano, que nunca ha sido el problema de España, que es la construcción".Es más, el pecado original podría agravarse. "La obligación de generar beneficios para cumplir con la EBA puede retrasar el reconocimiento de las pérdidas latentes en el mercado inmobiliario y la digestión del stock", expone Antonio Ramírez, analista de banca de KBW. El Banco de España advirtió a comienzos de año que el sector tiene una exposición inmobiliaria de 217.000 millones de euros. De ellos, 44.000 millones pertenecen a inmuebles ya adjudicados. Convertir el aumento de capital en la nueva prioridad dejará la cobertura del riesgo inmobiliario en segundo plano. "Las provisiones que no hagan de aquí a junio de 2012 las tendrán que hacer después", adelanta Ignacio Moreno, analista de Citi. El hecho es que si todos los esfuerzos se enfocan en elevar el capital de máxima calidad de las entidades, sus beneficios van a estar dirigidos a reforzar solvencia, en perjuicio de las provisiones que aceleren el saneamiento por la continua depreciación de los activos inmobiliarios.
"Lo que incentivan las exigencias de la EBA es que no se haga limpieza y dos, que se paralice la concesión de crédito. Algo completamente contraproducente en una economía que está al borde de la recesión", argumenta el economista de una importante entidad bancaria. "Lo único bueno es que la banca tendrá más capital para cuando se hagan unos test de estrés inmobiliarios", adelanta el experto, "que es lo que haría falta".
Las cifras
11.165 millones de euros en bonos convertibles tiene pendiente canjear la banca española en acciones, después de que BBVA convirtiera 2.000 millones en julio.3.000 millones se van ahorrar este año Santander, BBVA, Bankinter y Popular por utilizar la fórmula 'scrip dividend' para el pago de dividendo. Esta fórmula les ha permitido, además, mantener el 'pay out' en el 50%.
No hay comentarios:
Publicar un comentario