Cuatro recortes que baraja el Gobierno para los Presupuestos de marzo
Sin embargo, aún queda mucha tela que cortar. El decreto con medidas urgentes que aprobó el Consejo de Ministros ha hecho sólo una tercera parte del trabajo.
El del viernes fue el primer paso en el largo camino de la reducción de los números rojos. Según la propia vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, estamos “en el inicio del inicio”. Montoro sólo ha desvelado sus primeras cartas, aunque tiene más en la recámara. Éstos son otros ajustes que están sobre la mesa del nuevo ministro de Hacienda:
1. Más subidas de impuestos. Después de la sorprendente subida del IRPF y del IBI para cuadrar un déficit desbocado en el 8%. en el Partido Popular ya no descartan que en los Presupuestos del Estado de marzo, o en meses posteriores, tengan que apostar por elevar algunas figuras tributarias. ¿Lo más viable? Apuntan que subir los Impuestos Especiales. Con los hidrocarburos habrá que tomar antes de 2013 para cumplir con una directiva comunitaria pendiente de implantación. ¿Lo menos probable? Que el PP decida subir el IVA. Dirigentes de este partido creen que esta medida sólo se adoptaría si Bruselas obligara a todos los países a equiparar los tipos de este impuestos.
2. Nuevo recorte en las nóminas de los funcionarios. Aunque Rajoy y Montoro no son inicialmente partidarios de recortar otra vez el salario de los funcionarios (que han perdido un 8% de poder adquisitivo durante los dos últimos años), las exigencias del BCE y de la Comisión podrían obligar de nuevo al Gobierno a dar un nuevo tijeretazo a las nóminas de los empleados públicos, los más castigados por la crisis junto a los pensionistas. No es un asunto vetado para el PP, ya que María Dolores de Cospedal ha tenido que recurrir a esta herramienta para cuadrar las cuentas de Castilla-La Mancha.
3. Despidos de empleados públicos al estilo de Cameron. No obstante, la medida más radical para reducir los gastos de personal vendrá de la mano de una de las promesas del programa electoral del PP: “Eliminar duplicidades entre las administraciones”. Fuentes cercanas al Ejecutivo reconocen que este término era un “eufemismo” que reconocía que va a haber despidos de empleados públicos como en otros países europeos. ¿El mecanismo? El nuevo Gobierno ha anunciado que suprimirá empresas públicas y organismos autónomos, una oportunidad para despedir a personal laboral, eventual y de confianza.
4. Rajoy, abocado a reformar el antiguo INEM. El nuevo ministro de Hacienda tendrá que negociar con la titular de Trabajo, Fátima Báñez, una reforma radical del sistema de protección de desempleo, una medida complementaria a la prórroga del cheque de 400 euros a la que se dió vía libre el viernes. Al año, el gasto en desempleo le cuesta a España cerca de 40.000 millones, lo que deja al Ejecutivo con escaso margen de maniobra para ajustar el déficit al 4,4% durante este año.
El Ejecutivo tendrá que buscar fórmulas para que uno de los pilares del Estado del Bienestar que más dinero público gasta al año deje de ser improductivo, una exigencia que está presente en las recomendaciones que hacen periódicamente a España todos los organismos internacionales desde que comenzó la crisis de deuda. Fue uno de los deberes pendientes del PP cuando dejó La Moncloa en 2004.
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