Y lo que esquilmaron? Dación Yá!!!!
La banca, en pie de guerra contra la reforma de la ley hipotecaria
El «lobby» bancario va a celebrar varias reuniones en los próximos días sobre el posible cambio de la ley hipotecaria. Tiene miedo de que las medidas adoptadas por el Gobierno para atajar la tragedia de los desahucios sean sólo un aperitivo. Teme que se den más pasos hacia la dación en pago. ¿De dónde viene su temor? ¿Cuáles pueden ser las consecuencias en el sector?
Efectos en las cédulas y en los bonos. Félix López, de Atl Capital, se muestra muy escéptico respecto a la posibilidad de que se vayan a producir cambios, porque la ley hipotecaria actual es buena. Además, el mercado tampoco lo está cotizando. Ni siquiera la incertidumbre: los diferenciales tanto de la deuda bancaria senior como de las cédulas se han estrechado en los últimos días. Según López, en el caso de que se cambie la ley hipotecaria, aumentaría el interés de los créditos para cubrir la posible subida del coste de emitir cédulas hipotecarias, aunque éstas no sólo están garantizadas por los créditos a ellas asociadas, sino también por el propio banco. De todas formas, como dice Ignacio Victoriano, de Renta 4, ya hoy hay problemas de colocación de las titulizaciones hipotecarias, porque nadie se fía de las valoraciones. Pero todavía sería más difícil vender titulizaciones de hipotecas con dación en pago, porque ésta aumentaría la morosidad y el riesgo de impago.
Lo que de verdad da miedo es que el cambio legislativo sea retroactivo. Si así fuera, «esto sería un Lehman Brothers», dice Santiago Carbó, catedrático de Economía y Finanzas de la Bangor Business School. López no cree que lo sea, por lo que no debería afectar a las cédulas ya en circulación, sino sólo a las nuevas emisiones. Por tanto, el riesgo sistémico, de haberlo, sólo sería con vistas al futuro. Aunque hay que tener en cuenta que las cédulas no pueden ser por un volumen superior a los créditos a ellas asociadas, sino que tiene que ser inferior, con objeto de dar margen a posibles pérdidas. Se emiten con un colchón. Carbó añade: «Si hay un cambio de la ley hipotecaria, éste se recogería en el precio de las cédulas». «Pero, en todo caso, el mercado puede tomárselo muy mal, sobre todo teniendo en cuenta las delicadas circunstancias en las que se encuentra España», añade este experto.
Fitch también se ha manifestado al respecto: el decreto aprobado hace unas semanas tendrá apenas un modesto efecto en el comportamiento del mercado hipotecario y, por eso, no esperan bajadas de «rating». Por ahora, las medidas tomadas en España son similares a las adoptadas en otros países en las mismas circunstancias. Pero Fitch avisa de que el Gobierno puede ir más allá y, en función de los cambios que se haga, puede cambiar de opinión. Incluso si no se aprueba la dación en pago, una suspensión de los desahucios puede provocar más caídas de precios y un retraso de la recuperación.
Efectos en el negocio bancario. Los expertos dicen que un cambio en la ley hipotecaria que merme las garantías de los bancos puede provocar un incremento en los diferenciales aplicados sobre el euribor. En definitiva: las hipotecas se encarecerán y el crédito se reducirá. En palabras de Joaquín Maudos, catedrático de la Universidad de Valencia e investigador del IVIE, aunque los márgenes bancarios serían superiores, el volumen sería menor. La incógnita, por tanto, estaría en qué ocurriría con su rentabilidad. Como él mismo reconoce, evitaría el desorbitado crecimiento del crédito de años pasados y, por tanto, también la génesis de una nueva burbuja inmobiliaria. También puede tener, pues, efectos positivos.
Carbó propone otras alternativas para lograr ese objetivo: una normativa más dura de tasaciones, la limitación de los créditos a un 60% o un 70% del valor de la tasación o el establecimiento de un límite a las pérdidas a las que tiene que hacer frente el hipotecado que impague y pierda su casa.
También se encarecería la financiación bancaria en los mercados con la dación en pago o con la pérdida de garantías de la banca, por lo tanto, posiblemente, las entidades tendrían que apelar en mayor grado a los depósitos para financiarse. Y ello mermaría sus resultados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario