Corralito en Chipre: las opciones del ahorrador para escapar de él y proteger sus ahorros
Cristina Casillas
La medida supone soliviantar la garantía de los depósitos hasta 100.000 euros que hay en la Unión Europea
El rescate de Chipre ha sentado un precedente peligroso. Por primera vez en la crisis de deuda, serán los ahorradores los que tendrán que asumir el coste del rescate al sistema bancario de un país con una confiscación sobre los depósitos. Según el propio Banco Central de Chipre esto conllevará una fuga de capitales de, al menos, el 10%. Pero no solo eso, la medida amenaza con despertar el miedo de los inversores hacia España e Italia, miedo que estaba calmado tras el paraguas del BCE de septiembre.
Sin embargo, el precedente impuesto por la Troika (el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional) es peligroso, ya que no distingue entre pequeños, medianos y grandes ahorradores y supone un alto coste político y social.
Para los analistas de Barclays, se trata de una sorpresa y dan tres razones para que se adoptara esta decisión. Por un lado, el coste de la recapitalización bancaria hubiera supuesto el 60% del PIB. Además, la deuda pública es del 86% en 2012, el rescate lo habría elevado hasta el 145%, sin olvidar que alrededor del 37% de los depositantes bancarios en Chipre son extranjeros. Por estas razones, Barclays considera que no hay riesgo de contagio al resto de países europeos.
Pero en caso de que si qué lo haya, que el corralito se extienda y sean los depositantes los que tengan que asumir las pérdidas, ¿qué opciones tendrían para salvar sus ahorros?
Abrir una cuenta en el extranjero. En teoría, cualquiera que viaje a otro país debería poder abrir una cuenta de no residente, aunque la lucha contra el fraude fiscal hace que cada vez esté más vigilado. La opción telemática también cobra fuerza, ya que se puede abrir una cuenta a través de Internet. Quién opte por esta opción debe saber que el banco le cobrará una comisión por transferir los fondos. Esto bien lo saben las autoridades chipriotas, ya que prohibieron las operaciones de la banca online el mismo sábado, cuando se aprobó el rescate.
Una vez que se haya cumplidos estos trámites es obligatorio comunicar la apertura en el plazo de un mes al Banco de España, a través del modelo DD1. Además, los rendimientos que generan tributan en España, donde la persona tenga el domicilio fiscal.
Abrir una cuenta en un banco internacional. Esta es la mejor opción, ya que tienen oficinas en nuestro país. En bancos como Citibank, Barclays o Deutsche Bank, con sedes en diferentes países y llevar el dinero a otra sucursal de otro país de la misma entidad. Lo interesante es que, una vez con cuenta en el extranjero, hay muchos bancos como Openbank que permiten hacer transferencias gratuitas entre nuestra cuenta española y la otra.
Abrir una cuenta en divisas en un banco español. También es posible abrir una cuenta en nuestro banco de toda la vida pero en otras divisas distintas al euro. Las más habituales son dólares, francos suizos o libras esterlinas. Esta opción nos permite apostar por otra moneda que creamos más fuerte que el euro. Así, en caso de que volviéramos a la peseta, al recuperar el dinero de la cuenta después de hacer el cambio, tendríamos más pesetas de las que hubiéramos obtenido si hubiéramos mantenido una cuenta en euros.
Sacar físicamente los euros de nuestra cuenta. El famoso "bancolchón". Esta medida puede dar seguridad a quien crea que vamos a salir del euro o que va a haber un corralito, ya que esos euros en efectivo mantendrían el mismo valor del que tienen ahora en otros países europeos. Sin embargo, tiene una pega y es que el Gobierno pudiera aprobar un decreto por el cual nos obligara a cambiarlo, por ejemplo, por la nueva moneda, devaluada, con lo cual perderíamos poder adquisitivo.
Invertir en un fondo de inversión o en deuda o acciones en otro país. En el primer caso, para no correr riesgos de mercado, se trataría de invertir el dinero en un fondo de inversión de renta fija garantizada con gestora fuera de España, por ejemplo, en Luxemburgo, pero siendo muy conscientes de que este producto no es tan simple como un depósito. Y en el segundo, se trata de una opción solo apta para entendidos que ya fueran a invertir en productos similares de todas maneras, pero que ahora, con el miedo en el cuerpo, prefirieran invertir en otros países más solventes.
Por último, invertir en oro, tradicionalmente considerado como un valor refugio. Pero conlleva cierto riesgo ya que, desde el inicio de la crisis, está batiendo récords e incluso podría subir más si la crisis se intensifica, pero también hay muchas posibilidades para que baje. Además, es una de las pocas materias primas que no se ha visto afectada por el incremento del IVA en España. La razón es que la reglamentación de la Unión Europea sobre el pago del Impuesto sobre el Valor Añadido "equipara el oro de inversión a una divisa y, por lo tanto, lo declara exento de este impuesto", explica Mausel co-fundador de A&A Commodities.
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