El austericidio amenaza con llevar a Europa a una crisis a la japonesa
Cristina Casillas
Los datos de la última semana nos han devuelto a la realidad. Y es que la evolución del Ibex 35 de estos últimos días nada tiene que ver con la marcha de la economía. El jueves conocimos la EPA, con 6,2 millones de parados y una tasa superior al 27%, el viernes un cuadro macroeconómico del Gobierno, que no por ser menos realista, es menos terrible: la crisis en España durará hasta 2016. Pero España no solo está tocada, la austeridad que impusieron los países de la Europa del Norte ha dinamitado a la débil economía. El IFO alemán puede llevar al Banco Central Europeo (BCE) a una rebaja de los tipos de interés de un cuarto de interés. Sin embargo, esta nueva medida apenas tendrá efectos.
Y es que la crisis europea cada vez se asemeja más a la japonesa, que vivió el país nipón en la década de los 90 y que hoy todavía continúa y cuyas consecuencias siguen presentes. En el periodo 1955-1989 el valor de los bienes inmuebles japoneses se había multiplicado por 75, y suponían el 20% de la riqueza mundial. Dada la interconexión de los valores inmobiliarios con las acciones de las empresas, éstas también sufrieron un proceso de revalorización. El valor de las acciones de la bolsa japonesa se multiplicó por 100 en el periodo 1955-1990. Una sola empresa japonesa (Nomura Securities) valía más que todas las casas de bolsa norteamericanas. En diciembre de 1984 el índice Nikkei alcanzó los 11.542 puntos. En diciembre de 1989, ya había alcanzado los 38.915 puntos. Tras el estallido de la burbuja, en junio de 1992, el Nikkei había caído hasta los 15.951 puntos.
Como consecuencia de la crisis financiera se inició una recesión económica que todavía continuaba a día de hoy. Al periodo se le conoce en japonés como década perdida. En el año 2002, el desempleo era del 5,4%. El credit crunch consecuencia de la quiebra de numerosas entidades financieras aumentó las dificultades de crédito y paralizó la economía.
España
Con el estallido de la crisis de deuda en Grecia, la Troika, formada por el BCE, el Fondo Monterio Internacional y la Comisión Europea comenzaron a presionar a los países para que adoptaran unas políticas de austeridad, es decir, programas de restricción fiscal para recuperar la confianza de los mercados. Sin embargo, casi cuatro años después el propio FMI ha reconocido que la austeridad
Pero estas medidas solo han profundizado la recesión. Así, si vemos de cerca el caso español, con el estallido de una burbuja inmobiliaria, que ha provocado una caída del precio de la vivienda de cerca del 25%, más el ajuste fiscal el efecto recesivo en la economía ha sido mayor de lo estimado por el FMI, lo que termina por frenar la recaudación, incrementar el déficit fiscal y por agravar el coeficiente deuda/PIB.
El Gobierno de Mariano Rajoy impuso, al llegar al poder, una serie de medidas. Entre ellas elevó el IRPF para los años 2012 y 2013, que se prolongará en 2014. Sin embargo, solo ha logrado aumentar la recaudación un 3% y es que el paro amenaza con dinamitar las previsiones. El Ejecutivo impuso que la carga fiscal recayera en la clase trabajadora, que cada vez es menor, golpeando el consumo; que finalmente fue herido de muerte con la subida del IVA normal y reducido.
A lo que hay que sumar la reforma laboral, que no evitó terminar con la dualidad del mercado laboral, fijos y temporales, como pedían desde Europa. En apenas un año de vigencia, la tasa de paro ha subido cinco puntos, desde el 22% hasta el 27,1%, con casi el 60% de la población juvenil en situación de desempleo. También se han llevado recortes en Sanidad y Educación, sin embargo, Rajoy todavía tiene pendiente la reforma de la estructura del Estado, que supondría más ahorro que los anteriores recortes, según las peticiones de los expertos.
Europa
Pero no solo España está sufriendo los efectos de la austeridad. En los últimos años, se han producido los rescates de Grecia, Irlanda, Portugal, el rescate del sistema financiero español, Chipre, mientras que Italia y Francia están en el punto de mira. Sin olvidar, que el propio FMI ha bajado las previsiones económicas no solo para la Eurozona sino también países del norte, como Alemania.
El organismo que dirige Christine Lagarde ha rebajado en tres décimas la previsión de crecimiento germana para 2013 (del 0,9% de otoño, al 0,6%, que ya había anticipado en enero). Y ha pasado a Francia de un avance del 0,4% a una contracción del 0,1% en seis meses. El pronóstico refleja "la combinación entre los esfuerzos presupuestarios para la consolidación fiscal, con el mal comportamiento de las exportaciones y la baja confianza". Entre las grandes economías europeas la peor parada es España, con una caída del producto interior bruto (PIB) del 1,6%. Italia, con un retroceso del 1,5%, la sigue de cerca y en su caso se añade una gran preocupación por la situación política.
Bajada de tipos con efectos limitados
Aunque los mercados están descontando una bajada de tipos en la reunión del próximo jueves del BCE, ésta tendría efectos limitados, ya que sería necesario avanzar en la unión bancaria y fiscaly retomar el pacto por el crecimiento, que estaba dotado de 100.000 millones de euros. A pesar de que el precio del dinero sería más barato, facilitando la financiación, en la práctica no es posible ya que los bancos siguen sin conceder créditos a las pequeñas y medianas empresas, que están ahogadas por la falta de liquidez.
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