Exclusividad y alta gastronomía en un antiguo monasterio del siglo XII
Restaurante Refectorio. Imagen: archivo
En pleno corazón de la denominación de origen Ribera del Duero se levanta el hotel de cinco estrellas L?Domaine, situado dentro de la finca de la bodega Abadía Retuerta. Si cuando se inauguró la bodega, en 1996, su apertura supuso toda una revolución por la modernidad de la edificación, punteros medios técnicos y el estilo único de sus vinos, este nuevo hotel levantado sobre una antigua abadía del siglo XII vino a sumarse hace un año a este espíritu de excelencia de la casa.
Una perfecta restauración para un edificio románico y barroco en este cinco estrellas, el únicoRelais & Châteaux de Castilla y León, que tiene 22 habitaciones y suites con vistas sobre los viñedos de la casa, todas con servicio de mayordomo.
Para el restaurante gastronómico tampoco se escatimaron medios: el cocinero Luis Andoni Adúriz asesora esta casa y ha destacado allí a Pablo Montero, formado en el entorno de Mugaritz. La novedad más reciente en L?Domaine es La Vinoteca, un espacio que, inaugurado este pasado marzo, concreta y exalta el espíritu vinícola de la casa. También un lugar moderno y recoleto donde almorzar o cenar informalmente de raciones o platos tradicionales como el arroz negro, bacalao ajoarriero?; igualmente, está preparado para hacer catas de vinos entre amigos o poder disfrutar de alguna añada específica de la bodega difícil de encontrar fuera.
El Refectorio, actual comedor gourmet, resulta impresionante. Una sala de planta rectangular, con altísimos techos abovedados y presidido en lo alto por un antiguo fresco del siglo XVII de la Última Cena, es el impresionante marco donde hace siglos hacían sus comidas los monjes y hoy se puede disfrutar de las creaciones de Montero. El cocinero aprovecha la riqueza de materias primas de la zona y sus usos culinarios para ofrecer una cocina contemporánea de sesgo creativo,muy apoyada en pequeños proveedores de la comarca.
Platos ?muy Mugaritz?, como la remolacha con sémola helada de queso, conviven con otros más centrados en productos estrella de la zona, no sin aditamentos varios, como ese lechazo tostado con quinoa y su jugo con cenizas. También verduras, hierbas aromáticas y flores de huerta propia, caza menor o los ricos quesos de la comarca. Además de la carta convencional, se ofrecen dos menús, Sacristía y Caballerizas, a 65 y 90 euros, respectivamente. Con el buen tiempo, las cenas se servirán en el precioso claustro central. Impresionante carta de vinos con las mejores etiquetas de la casa, de Ribera del Duero y del mundo.
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