Guerra en las aerolíneas
Finanzas
Ni Ryanair es inmune a la crisis. Acaba de emitir un "profit warning": este año ganará menos que el año pasado porque la demanda está muy tocada y la oferta ha crecido mucho más de lo esperado. Si eso es lo que le sucede a una línea aérea de bajo coste, qué no les sucederá a las de bandera. Una de estas últimas, Iberia, también pretende presentar batalla a la irlandesa utilizando sus mismas armas: acaba de anunciar una tarifa sin maleta que, lógicamente, es más barata.
Pero Iberia, a su vez, se enfrenta a otra guerra dentro de IAG: los directivos del grupo quieren ir adelgazándola, quitándole negocios, porque dicen que sus costes son muy elevados y van a dar más cancha a Vueling o a Iberia Express. De hecho, lo que se comenta en el sector es que British Airways se convertirá en la línea aérea de largo radio en IAG, mientras que Vueling se convertirá en la aerolínea de aproximación y de medio radio, fagocitando a Iberia.
Hay una batalla, pues, en el sector. Ésta, sin cuartel. Pero las aerolíneas también se enfrentan a la guerra de Siria, a una contienda con misiles y bombardeos reales. Gran parte de sus costes están ligados a la evolución del precio del petróleo y les perjudica mucho que suba. Ignacio Cantos, de Atl Capital, dice que el barril puede llegar a los 120 o a los 125 dólares y que puede dañar las cuentas del último trimestre de 2013 o el primer tramo del año que viene. Iván San Félix, de Renta 4, recuerda que este tipo de compañías tienen cubiertas en gran medida sus necesidades de combustible. Por ejemplo, a cierre de julio, IAG ya había cubierto el 86% de sus necesidades para el tercer trimestre, el 85% para el cuarto trimestre y el 67% para los próximos doce meses. Por eso, a San Félix no le preocupa el nivel que alcance el crudo, pero sí que la guerra se prolongue durante mucho tiempo, durante más tiempo del previsto, es decir, de los sesenta o noventa días a los que darían el visto bueno las Cámaras de Estados Unidos. También hay que prestar atención a la situación de Libia, ahora tan olvidada. Cantos se muestra más pesimistas porque dice que, en cualquier caso, las aerolíneas tendrán que cubrir el resto de sus necesidades a precios más caros, lo que mermará sus márgenes y, por tanto, también sus beneficios.
Tal es así que Cantos atribuye el "profit warning" de Ryanair a la previsión de encarecimiento de los combustibles. Y, según apunta, es un aviso para el resto de las líneas aéreas de bajo coste, aunque siempre Ryanair haya sido la compañía más agresiva en precios y, por tanto, la que más riesgos asume. Iván San Félix coincide en que las "low cost" serán las que más sufran por el aviso de la irlandesa. Pero considera que las aerolíneas más afectadas por la guerra de Siria serán las convencionales de largo radio, puesto que son las que más vuelan a esa región.Y menciona, específicamente, los casos de IAG, Lufthansa o AirFrance.
Por unas cosas o por otras, tanto las "low cost" como las líneas de bandera se encuentran en un brete. Iván San Félix dice que éste es un mal momento para estar en el sector, aunque considera que no será el hito que marque un cambio radical de tendencia en su evolución en Bolsa. Llevan subiendo mucho, ahora habrá una corrección, es lógico que se recojan beneficios en estas empresas, pero sin que cambie el sesgo positivo del mercado. Ésta puede ser tan sólo una pausa. Ignacio Cantos, por su parte, asegura que estas empresas habían corrido demasiado en Bolsa y aconseja recoger beneficios en general. A su juicio, no merece la pena aguantar el chaparrón.
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