lunes, 28 de octubre de 2013

El Poder de las Casetas...

La plantilla del Real Madrid se distancia de Ancelotti por sus decisiones


El Eco
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Ancelotti da órdenes en el Camp Nou | EFE
En profundidad
El Real Madrid se dejó el pasado sábado en el Camp Nou algo más que seis puntos. También se dejó buena parte de la confianza que la plantilla blanca tenía en su técnico, Carlo Ancelotti. La decisión decolocar a Sergio Ramos de mediocentro pilló por sorpresa a buena parte del grupo, incluido el propio Ramos. La mayoría de los jugadores no entendían el porqué de este volantazo. Y no es la primera vez que sucede. A lo largo de esta temporada el italiano ha tomado otras decisiones que han sorprendido y molestado a sus futbolistas.

El caso de Sergio Ramos

El último episodio de estas opiniones contrapuestas nace en la previa del Clásico. Minutos antes de viajar al Camp Nou, Ancelotti dio la correspondiente charla técnica en el hotel de concentración. Fue ahí cuando anunció la alineación y comunicó a Sergio Ramos que jugaría por delante de la defensa y que Bale sería delantero. Illarramendi y Benzema fueron los sacrificados.
Cuenta la Cadena Cope que en ese momento los jugadores del Real Madrid se miraron unos a otros sin entender muy bien por qué se tomaba esta decisión. En primer lugar, porque Ramos hacía casi ocho años que no jugaba como mediocentro.
Fue en la temporada 2005-2006, su primer año como futbolista blanco, cuando Luxemburgo y López Caro adelantaron el puesto al de Camas. Luego llegó Gravesen y su presencia en la medular se convirtió en algo innecesario. Ramos volvió al lateral derecho.
La 'inexperiencia' del andaluz como pivote era evidente. El propio internacional comentó con algunos de sus compañeros que no se esperaba semejante vuelco de Ancelotti.
Y es que, y aquí va el segundo motivo de incredulidad blanca, Ramos sólo había ensayado en esa posición durante cinco minutos en el entreno previo al partido. Ancelotti le pidió que ejerciera de mediocentro durante un pequeño ejercicio. No hubo charla previa, ni lección exprés del entrenador para inculcar al jugador lo que pretendía. Nada.
Además, tercer motivo del mosqueo de la plantilla, todos interpretaron que la decisión de Ancelotti era un paso 'cobarde'.
Esto es, que en lugar de ir a buscarle las cosquillas al Barça (como había prometido en la previa), su entrenador había preferido salir a defenderse. Y eso que él, Ancelotti, insistió ya en el vestuario del Camp Nou, que la presencia de Ramos facilitaría el robo del esférico y el desplazamiento en largo para que Cristiano, Bale o Di María se aprovechasen de su velocidad.
No ocurrió nada de eso. De hecho, Ramos apenas tocó el esférico. El experimento, nadie lo dudó después del partido, no había salido como se esperaba.

Otras decisiones controvertidas

Esta decisión del italiano no es la primera que desde el seno del vestuario se ve con no muy buenos ojos. Anteriormente, amén de posibles desencuentros individuales (todo jugador quiere jugar siempre, obvio), dos cambios tácticos no han gustado a lo largo de lo que llevamos de temporada.
La primera emergió en la primera jornada de Liga, cuando Casillas fue suplente en lugar de Diego López. El plantel creía que Iker sería el titular. Tampoco terminaron de comprender muy bien que, una vez había dado la confianza a Diego López, fuera de nuevo Casillas el encargado de ocupar la portería durante la Champions League. Todos entendían que se debía apostar por un guardameta, fuese el que fuese, aunque también buena parte del grupo cree que Casillas debería ser el elegido.
La segunda gran decisión táctica que molestó a los jugadores llegó en el derbi frente al Atlético de Madrid, cuando Ancelotti desmontó el 4-3-3 que había desplegado hasta aquel día para jugar con un 4-4-2 en el que Khedira e Illarramendi llevarían la manija. Modric, intocable hasta aquel día, pasó al banquillo mientras que Isco, habitualmente cerca del croata para generar fútbol, cayó a un costado y desapareció.
En el vestuario se cree que Ancelotti tomó la decisión demasiado condicionado por el juego rival y en una dirección demasiado defensiva. Algo similar a lo que pasó este sábado con las mutaciones del once merengue para tratar de frenar las embestidas del Barça.

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