El Gobierno, dispuesto a dar seis años a las cajas para cambiar sus cúpulas
El Eco
Los presidentes de Unicaja, Braulio Medel; de Ibercaja, Amador Franco; y de La Caixa, Isidre Fainé. Imagen de Amparo Fernández
El Gobierno no ha aceptado por el momento que haya un periodo transitorio de seis años para que los presidentes de las cajas sanas puedan compatibilizar sus cargos en sus filiales bancarias debido a las reticencias de la troika, pero está dispuesto a pelearlo en Bruselas.
La medida permitirá a los presidentes de Caixabank, Ibercaja y Unicaja (Isidro Fainé, Amado Franco y Braulio Medel, respectivamente) a continuar en sus puestos, sin tener que verse obligados a renunciar a uno de ellos.
A pesar de que el ministro de Economía Luis de Guindos ha rechazado públicamente cualquier cambio en este sentido, fuentes financieras y parlamentarias destacan que las conversaciones están avanzadas para evitar el régimen de incompatibilidades establecida en el proyecto de ley aprobado ayer por el Congreso, por el que no se permite que miembros ejecutivos se sienten en ambas instituciones.
Incompatibilidad de cargos
En la sesión celebrada ayer para votar las enmiendas al texto inicial, el PP -que sustenta al Ejecutivo- rechazó la propuesta de CiU que hace referencia a este asunto. En ella reclama que la incompatibilidad de cargos en la fundación y en la filial bancaria entre en vigor "transcurridos seis años". En el proyecto de ley se fija un máximo de doce meses, por lo que a finales de 2014 los principales gestores de las cajas deberían renunciar a un puesto.
El representante de los nacionalistas catalanes, Josep Sánchez i Llibre, se mostró optimista para el plazo de negociación que todavía existe para conseguir el apoyo del PP a esta petición, que tendrá lugar en la tramitación de la legislación en el Senado. "El asunto no está cerrado, ya que el Gobierno mantiene una posición abierta", indicó, después de explicar que este reclamo obedece a que los que han sido competentes durante la época del boom y la crisis puedan acabar con la reestructuración del sector, que aún está pendiente de su culminación.
Por su parte, desde el PP se asegura que la enmienda de CiU no se ha aceptado por el momento al considerar que lo estipulado en su proyecto es positivo según el proyecto. Para otros casos no apoyados en la negociación directamente apuntan a que pueden compartirlo porque no lo comparten o porque choca frontalmente con el Memorándum de Entendimiento pactado con Europa a cambio de las ayudas de 41.000 millones al sector.
Cambio sustancial
En los aspectos donde sí ha habido una modificación hasta ahora en el reglamento obedecen principalmente a las cuestiones relativas sobre el mantenimiento del control de las cajas -que pasarán a ser fundaciones bancarios- en las filiales financieras.
Se ha modificado el texto para dar un periodo transitorio para que las primera bajen su participación en las segundas por debajo del 50 por ciento sin tener que hacer frente a un fondo de reserva con el objetivo de preservar recursos para la obra social. Para ello tendrán que presentar un plan de desinversión al Banco de España, que será quien fije entonces el colchón en caso de que ostente la participación de control. En este sentido, también ha aceptado que en este periodo se mantengan los beneficios fiscales en estas ventas, ya que son obligatorias.
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