El negocio de los hospitales de la antigua Capio Sanidad, rebautizada como IDC Salud, se resquebraja en Castilla-La Mancha. Tal y como ha denunciado el PSOE regional, el Gobierno que preside María Dolores de Cospedal está derivando pacientes a Madrid para que sean operados en la Ruber en una decisión justificada por los recortes y por el plan de choque regional que ha dejado al margen a los hospitales de IDC Salud por sus tarifas fuera de mercado. La antigua Capio, que durante años, especialmente bajo los Gobiernos de José María Barreda, fue la principal beneficiada de estas mismas derivaciones y del respaldo de la Administración regional, ha pasado a la ofensiva multiplicando sus tentáculos sobre la Junta de Castilla-La Mancha para recuperar negocio y poner fin a una sangría de pacientes que está provocando otra importante sangría en sus cuentas.
IDC Salud gestiona, entre otras, clínicas en Albacete, Toledo, Talavera y la de Ciudad Real. Su facturación, sin embargo, ha caído a la tercera parte en apenas dos años. La antigua Capio facturaba a Castilla-La Mancha cerca de 30 millones de euros en 2009, con José María Barreda en la Junta de Comunidades, frente a los apenas 10 millones de euros actuales.
La ecuación es sencilla y puramente económica. Castilla-La Mancha prefiere derivar pacientes de la lista de espera a clínicas privadas de Madrid y correr, incluso, con los gastos del transporte en ambulancia de los afectados que seguir adelante con los convenios suscritos por los Gobiernos socialistas con la antigua Capio, cuyas tarifas están muy por encima de las de otras competidoras del sector como la Clínica Ruber. Hay servicios, por ejemplo, tarifados al triple del precio de mercado.
De ahí el paso dado por IDC Salud para no seguir perdiendo margen de negocio. La empresa ha intensificado en las últimas semanas sus presiones sobre la Junta, bien a través de sus propias mediaciones sobre personas cercanas a la presidenta, María Dolores de Cospedal, bien a través del PSOE regional, partido con el que Capio mantiene excelentes relaciones, sobre todo a través de cargos de la ‘era Barreda’ con funciones directivas dentro de Capio. Entre ellos, Juan Pablo Martínez Marqueta, exjefe de gabinete del anterior consejero de Sanidad, Fernando Lamata, y en la actualidad subdirector de docencia de IDC Salud.
Fuentes de la compañía explican a este diario que este tipo de encuentros con el Gobierno regional o con la oposición de Castilla-La Mancha entran “dentro de la normalidad de su política institucional”, aunque han negado su preocupación por las derivaciones a centros de Madrid. IDC Salud no confirma en ningún caso con quién o quiénes está llevando a cabo este tipo de encuentros, si bien este diario ha podido constatar la celebración de una de estas reuniones la pasada semana. En ella participaron el exconsejero y exvicepresidente de la Junta, Fernando Lamata, el citado Juan Pablo Martínez Marqueta y la directora de Recursos Humanos de IDC Salud, Elena Arias, otra persona que ocupó cargos en la Administración socialista de Asturias como gerente del Sistema Asturiano de Salud. Un encuentro celebrado en el domicilio personal de Lamata y que el exconsejero circunscribe como “una comida de tres matrimonios amigos que nos conocemos desde hace muchos años”, tal y como ha reconocido a este diario.
Campaña del PSOE
A través de estas relaciones o encuentros informales, el PSOE regional ha iniciado una campaña de denuncia de la situación de la sanidad regional con datos que sólo puede obtener a través de la propia Capio-IDC Salud. De hecho, el PSOE ha sido el primero en mostrar su disconformidad con la nueva política de derivaciones y el primero, también, en poner encima de la mesa el nombre de Ruber.
- Facturación:
- 477 millones ($)
- Website:
- www.capiosanidad.es
- Empleados:
- 3364 personas
- Sector:
- Sanidad, veterinaria y servicio social
Mora esgrime datos de las dos últimas semanas de septiembre, cuando un total de 17 pacientes de cirugía cardiaca fueron derivados a la Clínica Ruber de Madrid. Más grave le parece que en el protocolo de derivación se exija a Ruber que las prótesis que se ofertan “tienen que ser un 15% más baratas que las del Sescam (servicio de salud regional), lo que quiere decir que o el Sescam compra a un precio más caro o las que se implantan en la Ruber son de peor calidad”. Mora añade, por último, que estas derivaciones también se están haciendo con pacientes de cirugía traumatológica que antes también eran traspasados a Capio.
“El consejero ha debido romper relaciones con Capio”, explica. “Han debido tener algún enfrentamiento porque las relaciones entre IDC Salud y Echániz no son buenas y, por ello, apenas están derivando pacientes a sus hospitales. Les están obviando”, añade.
Desde la Consejería de Sanidad que dirige el popular José Ignacio Echánizno se han querido hacer declaraciones oficiales sobre estos encuentros entre directivos de Capio y personas vinculadas al PSOE ni sobre las derivaciones de pacientes a la Ruber de Madrid. Mora, por su parte, admite que conoce de las preocupaciones de la empresa a través de contactos “informales” con gente “que tiene responsabilidades con Capio y que han tenido en el pasado responsabilidades políticas”.
Sea como fuere, el negocio de la antigua Capio en Castilla-La Mancha, región en la que nació este gigante de la sanidad privada, ha dejado de ser tan fructífero como en el pasado. Las presiones sobre el Ejecutivo regional se intensifican mientras que Ruber sigue ganando terreno pese a los 89 kilómetros de carretera que separan Toledo de la capital de España.
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