Es la hora de Japón
Cristina J. Orgaz
Las reformas económicas y los beneficios empresariales esperados resucitan el interés por las bolsas niponas. Sin embargo, los desafíos a los que se enfrenta aún el país convierten su renta variable en una inversión para perfiles agresivos.
Las reformas económicas puestas en marcha por el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, parecen estar dando sus frutos y los inversores empiezan a sentir un cosquilleo de incipiente entusiasmo hacia las empresas niponas. El yen se ha depreciado un 25 por ciento, favoreciendo las exportaciones, y la tasa de desempleo ha descendido. Dos factores clave, consecuencia de la agresiva política de relajación monetaria del Banco de Japón y del aumento del gasto público. Buenas señales para la confianza empresarial y para los consumidores domésticos.
Desde que el partido Partido Liberal Democrático (PLD) de Abe se alzara con el poder a mediados de diciembre del año pasado, el Nikkei sube en torno a un 47 por ciento, desde los 9.940 puntos hasta los 14.700 en los que cotiza esta semana. Japón es, además, de los pocos países que no ha corregido a la baja las previsiones de beneficios empresariales. Las compañías cuyo año fiscal acaba en marzo están a punto de ofrecer los resultados del primer semestre y según una encuesta llevada a cabo por Nomura «la mayoría de los inversores esperan un crecimiento de en torno al 30-40 por ciento de los beneficios recurrentes, en línea con nuestras perspectivas». Y eso que las cuentas aún no recogen de forma completa los beneficios derivados de la caída del yen.
Para Adrian Hickey, director de renta variable japonesa de Pictet AM, hay tres factores a tener muy en cuenta en el cambio de percepción registrado hacia las bolsas del país: los flujos de caja, que las compañías han ido aumentando desde el año 2000, el reparto de dividendos, situado en máximos históricos, y el crecimiento de los programas de recompra de acciones como remuneración indirecta al accionista. «A pesar del esfuerzo de restructuración y consolidación, hasta ahora nadie prestaba demasiada atención a las empresas en Japón. Había un sentimiento muy negativo entre los inversores domésticos», explica.
La inflación anima la bolsa
Y es que durante los 15 años últimos años, marcados por la deflación y el escaso crecimiento, la mayor parte del ahorro de los inversores japoneses ha estado en depósitos bancarios, donde aún hay mucho dinero, y en deuda pública. El experto de Pictet cree que el retorno de la inflación ha vuelto a los ahorradores nipones más receptivos a colocar el dinero en bolsa. Algo que le lleva a pensar que, partiendo de una base muy baja, las valoraciones actuales de las bolsas pueden calificarse de neutrales.
«Actualmente las empresas japonesas están mucho más centradas en rentabilidad y eficiencia del capital. De hecho, podemos decir que en términos de rentabilidad por flujo de caja, Japón es el mercado más barato del mundo. A ello se añade que el ratio de pago de dividendos sobre beneficios es ya del 30 por ciento y que la remuneración indirecta mediante recompra de acciones se ha convertido en algo habitual».
En su opinión, la temporada de resultados empresariales debería dar soporte a los niveles bursátiles, teniendo en cuenta «el tipo de cambio, el vigoroso comportamiento de la economía nacional y que las estimaciones han sido conservadoras».
Un artículo del 7 de octubre del diario financiero Nikkei afirmaba en un titular de la portada que se espera que los dividendos semestrales de este año fiscal sean, de media, los más altos de los últimos cinco años. Una tesis con la que están totalmente de acuerdo los analistas de Nomura, que creen que este tipo de retribución genera más valor para el accionista que un solo pago al término del año fiscal.
Pequeños valores
SoftBank, Honda, Toyota o Kyocera están entre las empresas con más peso dentro del índice Nikkei 225. También Canon, TDK, Fujitsu o Bridgestone, pero Hickey afirma que hay mucho potencial dentro de los valores menos conocidos de la bolsa de Japón. «Las valoraciones llegan a ser ridículas entre pequeñas y medianas capitalizaciones, con relaciones entre el flujo de caja y la capitalización que llegan hasta el 70 por ciento». Es lógico pensar que a medida que las compañías de gran capitalización estén en valores más ajustados se prestará más atención a las pequeñas compañías.
Pero salir de la deflación y el estancamiento económico sólo han sido dos de las tres primeras «flechas» de Abe. El tercero de los objetivos de su partido es devolver el equilibrio fiscal a las arcas estatales. Una meta lejana y de difícil alcance si tenemos en cuenta que Japón tiene una deuda soberana del 240 por cien en relación al PIB. Para empezar a contrarrestarla, se espera que el Ejecutivo siga adelante con su plan para incrementar, por primera vez en 15 años, el impuesto sobre el consumo, que pasará desde el 5 al 8 por ciento en 2014 y al 10 por ciento en 2015.
Los analistas de Citi creen que serán necesarias más medidas para devolver la sostenibilidad a las cuentas públicas y advierten del riesgo de que la subida del IVA deprima el consumo y desacelere el crecimiento conseguido hasta ahora. Algo que ya sucedió en 1989 y en 1997, cuando tras el incremento de los impuestos, Japón se enfrentó a severas recesiones económicas. Muchos expertos consideran alto el riesgo de que se produzca la misma reacción ahora, por lo que aconsejan la renta variable japonesa sólo a inversores de perfil agresivo.
Cinco valores recomendados
- Seiko Epson: Tanto Nomura como JP Morgan coinciden en recomendar el fabricante de impresoras.
- Toyota y Mazda: Registran fuertes ventas de sus coches en Japón y en Norteamérica.
- Mitsubishi UFJ Financial Group: El banco podría batir las previsiones de beneficios.
- Nippon Steel & Sumitomo Metal: Se beneficia de la demanda de acero del sector manufacturero.
- Casio Computer: Pertenece al sector de consumo electrónico, con buena evolución.
- Toyota y Mazda: Registran fuertes ventas de sus coches en Japón y en Norteamérica.
- Mitsubishi UFJ Financial Group: El banco podría batir las previsiones de beneficios.
- Nippon Steel & Sumitomo Metal: Se beneficia de la demanda de acero del sector manufacturero.
- Casio Computer: Pertenece al sector de consumo electrónico, con buena evolución.
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