Del bienestar al 'bienvivir'
Gente más saludable, en comunidades más felices y en un planeta sostenible
'El PIB lo mide todo menos aquello por lo que merece la pena vivir'
Mientras los políticos desmontan el estado del bienestar en el nombre del crecimiento económico, los ciudadanos se están movilizando para reclamar un derecho aún más amplio: el 'wellbeing' o el 'bienvivir'.
Aunque el concepto es relativamente nuevo, el diccionario lo define ya de una manera encomiable: "vivir honestamente". Empezando por lo personal, pero reconociendo nuestros vínculos con nuestro entorno, el "wellbeing" se traduce tal que así: gente más saludable, en comunidades más felices y en un planeta sostenible.
Y si aspiramos a otra manera de vivir, habrá que empezar obviamente por otra forma de medir el progreso, más allá de la oxidada brújula del crecimiento económico que rige aún nuestros destinos...
"Nuestro Producto Interior Bruto se nutre de la contaminación del aire, de los anuncios de cigarrillos y de la destrucción de nuestros recursos naturales. Sin embargo, el PIB no tiene en cuenta la salud de nuestros niños, la calidad de la educación o la inteligencia de nuestro debate público (...) En pocas palabras, el PIB lo mide todo menos aquello por lo que merece la pena vivir".
"Nuestro bienestar personal está ligado al bienestar de la comunidad en la que vivimos. Todo está conectado"
Jesús Martín, 43 años.
Jesús Martín, 43 años, ciudadano del mundo, nos remite a las palabras de Robert J. Kennedy en 1968 para ilustrar el desfase. Al cabo de 45 años, seguimos donde estábamos,anclados en la idea del viejo crecimiento. Martín, ingeniero y antropólogo, ha aplicado toda su sabiduría "multidisciplinar" al estudio de una nueva manera de calibrar lo que de verdad cuenta...
En Bután se mide desde hace tiempo la Felicidad Nacional Bruta, y en Canadá existe el "Indice del Bienvivir". En Francia y Gran Bretaña han surgido también en los últimos años intentos de medir el progreso social en paralelo con el crecimiento económico. Y a nivel mundial, distintas organizaciones publican indicadores alternativos como el Indice del Progreso Real (IPR), Indice del Planeta Feliz (HPI) o el Indice para el Bienestar Económico (ISEW).
La busca continúa en Totnes, el pueblo emblemático del sur de Inglaterra y cuna del movimiento de Transición. Allí echó raíces hace algo más de un año la Red de Bienvivir (Network of Wellbeing), a la que se ha incorporado el investigador español con el concepto de "bienestar responsable". Jesús Martín es uno de los "embajadores" de la red, con la doble misión de actuar localmente y propagar internacionalmente la idea.
Con Martín coincidimos por pura sinergia en el Festival of Wellbeingrecién celebrado en Londres. Ofició como maestro de ceremonias Satish Kumar, el emblemático director de la revista Resurgence/The Ecologist, que hace un año decidió apadrinar la red del "bienvivir" creada por Nigel y Margaret Woodward.
"El mundo de hoy en día está centrado exclusivamente en el crecimiento económico, cuando la atención debería desviarse al crecimiento del "bienvivir", que es un concepto grande y bello", sostiene Satish Kumar. "En el "bienvivir" se dan la mano lo personal, lo social y lo ambiental. No podemos estar sanos si no vivimos en un planeta saludable. Y nuestro bienestar personal está íntimamente ligado al bienestar de la comunidad en la que vivimos y de la sociedad en general. Todo está conectado".
Tony Juniper, autor de "¿Qué ha hecho la naturaleza por nosotros?", recogió el testigo y habló de los bosques y de los espacios verdes en las ciudades como nuestro "sistema de salud natural". "El contacto con la naturaleza previene las enfermedades del corazón, la depresión, la obesidad, el estrés y la diabetes de tipo dos, entre otras muchas afecciones", sostiene Juniper. "En las escuelas debería implantarse como "asignatura" obligatoria, y los adultos deberíamos aplicarnos la lección si queremos recuperar el equilibrio en nuestras vidas".
El filósofo Edward Skidelsky formuló acto seguido la pregunta del millón -"¿Cuánto es suficiente?"- y la activista Vandana Shiva habló de la "dictadura alimenticia" y del derecho más fundamental: libertad para las semillas. Alys Fowler ilustró la revolución de la agricultura urbana en la última década y el ex arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, disertó sobre la necesidad de conciliar cuerpo y alma en el mundo hipermaterialista en el que vivimos.
Lynne Franks, fundadora de SEED, rompió una lanza por el papel de las mujeres como emprendedoras sociales. Juliet Davenport presentó Buena Energía, creada para facilitar la transición hacia las renovables. Richard Wilkinson tendió finalmente el puente hacia lo económico y habló de la desigualdad como "la fuerza más corrosiva de nuestra sociedad".
Así se fue tejiendo el tapiz del "wellbeing", para cuya traducción exacta seguimos teniendo problemas: ¿Bienestar o Bienvivir? ¿Ser o no ser? Con la ayuda de Jesús Martín vamos a darle una última vuelta de tuerca a la idea...
"Tomemos como núcleo principal las necesidades humanas y el medio ambiente. Y preguntémonos qué haría Robinson Crusoe en una isla desierta. Si el objetivo es vivir por si vinieran a rescatarle, pensaría primero en las necesidades para su subsistencia. Si encontrara siempre comida sería perfecto, pero si hay escasez tendrá que planificar cómo sobrevivir y mantener de alguna forma el medioambiente, no fuera a acabar como en la isla de Pascua".
Ahora trasplantamos la parábola de Robinson Crusoe a la comunidad en la que vivimos. Y a nuestras necesidades unimos las de nuestros vecinos, y las del entorno natural que debemos proteger por nuestra propia supervivencia y por la del resto de los seres vivos. Así llegamos a la idea del "bienestar responsable", donde convergen lo personal, lo social y lo ambiental bajo un nuevo prisma.
La visión del Network of Wellbeing es precisamente ésa: un mundo en el que las necesidades de todos son cubiertas, teniendo siempre en cuenta los límites naturales del planeta. Como "embajador" del bienvivir, Jesús Martín trabaja sobre todo en tres campos: educación, salud y alimentación. Y como eterna guía, los cinco principios básicos de la Fundación para la Nueva Economía, que lleva casi tres décadas explorando la teoría y práctica del bienestar o el "bienvivir", tanto monta... Conecta. Mantente activo. Presta atención. Sigue aprendiendo. Contribuye.
(Y de paso cuestiona todo lo que se daba por hecho en esta ciencia infusa y tantas veces inhumana que aún llamamos economía)
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