viernes, 3 de abril de 2015

Euro/Dólar..la paridad deberá de esperar..

Euro/dólar: ¿Más allá de la paridad?


Alicia Miguel Serrano
Los gestores hablan del uno a uno pero creen que ahí se quedará todo: advierten de que la Fed limitará la apreciación de su divisa, que le da margen para retrasar las subidas de tipos. De momento, apuestan por un dólar fuerte en sus carteras, pero también
Hace más de una década que se conseguían tan pocos dólares por un euro. La divisa europea se cambia ahora por apenas 1,07 dólares y su depreciación podría ir más allá.Son muchos los expertos consultados que auguran una paridad entre las principales divisas de ambos lados del Atlántico en los próximos meses e incluso aquellos que creen que las cosas pueden ir más lejos, aunque tampoco faltan los que prevén que la Fed acabará frenando la tendencia para no poner en riesgo la recuperación económica del país.
Aunque hay diferencias en cuanto a los tiempos y todo dependerá del ritmo de normalización monetaria de la Fed y de los datos de recuperación económica en ambas regiones,el consenso habla de paridad, debido a las divergencias entre políticas monetarias del Banco Central Europeo y la Reserva Federal estadounidense, los distintos momentos del ciclo económico que atraviesa cada región y la persistencia de asuntos que profundizan la debilidad del euro, como la situación en Grecia y Rusia. «La paridad es muy probable, ya que los catalizadores principales están todavía en su lugar. Respecto a la debilidad del euro, el QE europeo que se acaba de lanzar está pesando sobre los rendimientos en todos los plazos, haciendo que la moneda única sea menos atractiva. En EE.UU., la sólida mejora del mercado laboral sugiere que la Fed aumentará los tipos una vez este año con el fin de hacer el dólar atractivo», explica Yves Longchamp, responsable de análisis de Ethenea. 
Desde SYZ Asset Management creen que podría llegar antes de lo que se cree: «La paridad podría producirse más rápido de lo esperado, sobre todo si la Fed cambia a una línea dura y sube de forma agresiva los tipos», explica Maurice Harari, analista de la gestora. Entre los que creen que esa paridad aún tardará en llegar destaca Alfonso de Gregorio, director de Gestión de Gesconsult: «Vamos hacia la paridad, pero aún falta un último impulso para llegar a ese punto. Hasta que no haya una expectativa más clara de subida de tipos en EE.UU. no lo veremos», explica, convencido de que el euro estaba sobrevalorado atendiendo a los diferenciales de los bonos a dos años de Alemania y EE.UU. 
Movimiento rápido
En esa línea, Joaquín González-Llamazares, responsable de renta fija de Deutsche AWM, recuerda que el movimiento ya ha sido muy rápido desde comienzos de año y se ha acrecentado en los últimos días, y por eso cree que «a corto plazo, salvo por factores geopolíticos, no parece probable que lleguemos a la paridad; sin embargo a medio plazo no es descartable». «Se podría llegar a la paridad, pero es difícil decir si en cuestión de días o meses», dice Clothilde Malaussene, gestora senior de Mercados y divisas emergentes en Natixis AM. «Si los diferenciales de crecimiento y tipos de interés se amplían más podría darse pero ya se ha avanzado mucho y muy rápido», con una depreciación del euro del 25 por ciento desde julio de 2014 (pasando de niveles de 1,40 a 1,05), recuerda. 
En March AM consideran que el camino hacia la paridad es posible. «Nuestro objetivo de dólar/euro lo seguimos manteniendo en el rango de 1-1,10, con lo que no descartamos que veamos la paridad en este cruce», explica Carlos Andrés, director de Inversiones, pues el mercado ya está descontando próximas subidas de tipos en EE.UU. También en Andbank creen que el movimiento de fortaleza del dólar tendrá continuidad y consideran la paridad como «una posibilidad» hasta donde está justificada esta tendencia: «La Fed empezará a dar señales de próximas subidas de tipos y el QE acaba de empezar y durará al menos 18 meses», señala Marian Fernández, analista. «El próximo objetivo para el cruce es la paridad.
Entonces, sería bienvenida una corrección antes del resurgimiento de la fortaleza del dólar», explica Jean-Sylvain Perrig, CIO de UBP, que apunta que estamos asistiendo a un completo realineamiento de paridades en las divisas «en un cortísimo periodo de tiempo, es fascinante».
Luke Bartholomew, gestor en Aberdeen AM, matiza que «no hay nada económicamente significativo en la paridad entre el euro y el dólar, pero constituye un nivel psicológico importante» y espera « que las dos monedas continúen sus caminos».
¿Más allá de la paridad?
Pero, con la actual situación económica y monetaria, algunos creen que la revalorización del dólar podría ir más allá: «Cuando a finales de este año la Fed acometa su primera subida de tipos, mientras que el BCE continúe ejecutando su programa de compra, se espera que el euro/dólar se mueva debajo de la paridad», como ocurrió de 2001 a 2003. Por otra parte, «los mercados de divisas tienden a pasar por una «fase de rally», que se unirá a la dinámica actual», aseguran Bart Van Craeynest, economista jefe de Petercam IAM y Maarten Geerdink, gestor de la entidad. Las previsiones de Goldman Sachs, que ve al euro por debajo del dólar en un periodo de doce meses y, a finales de 2017, en niveles de 0,80, son significativas.
¿Hasta dónde lo permitirá EE.UU?
Pero otros expertos tienen en mente que gran parte de las subidas de tipos de la Fed ya están descontadas en la divisa americana (para Natixis, unos 100 puntos básicos), que el euro podría apreciarse si Europa sale del escenario de deflación -y si la economía mejora más rápido de lo estimado- y, sobre todo, advierten de que la Fed se cuidará de poner en peligro la recuperación del país -considerando también que la apreciación otorga mayor margen para demorar la subida de tipos-. «La Fed está siendo extremadamente cuidadosa en no perjudicar demasiado a la economía. El alza inicial de los tipos podría empujar al dólar aún más arriba, pero Yellen tratará de suavizarlo con algún tipo de comunicación», explican en SYZ AM. «Una postura más acomodaticia de la Fed, que posponga a septiembre la primera subida de tipos en lugar de junio -para no perjudicar más los beneficios de sus exportadoras- podría ralentizar la subida del dólar», dicen en Natixis AM.
Y es que, aunque Mario Draghi estará encantado de que la debilidad del euro ayude a los exportadores del continente, la pregunta es hasta qué punto lo está su homóloga en la Fed, pues los exportadores han perdido el 20 por ciento de competitividad en menos de nueve meses. «En algún sentido la fortaleza del dólar ya ha hecho parte del endurecimiento monetario en nombre de la Fed y los altos precios de las exportaciones en EE.UU. están limitando la recuperación. Podría llegar un momento en el que la Fed considere que el dólar es demasiado fuerte para alcanzar sus objetivos; todavía estamos algo lejos de este punto pero cuando el consenso se vuelve tan abrumador, es difícil no sentirse nervioso ante una progresiva mentalidad de rebaño», dicen desde Aberdeen. «Uno se pregunta cuánto tiempo más se puede apreciar el dólar en términos ponderados sin que empiece a impactar en crecimiento, evolución de precios, y la Fed sea vocal al respecto», añaden desde Deutsche AWM.
Para Alberto Spagnolo, director de inversiones de Julius Baer, «la debilidad del euro frente a la fortaleza generalizada del dólar es excesiva si tenemos en cuenta indicadores como el diferencial de tipos de interés o los flujos de dinero», y añade que son «escépticos en cuanto al consenso que hay en mercado de un dólar fuerte», aunque no descartan que el dólar podría subir en un escenario de aversión al riesgo. En esta línea se pronuncian desde Ethenea: «Debemos tener cuidado con la paridad, ya que los datos económicos a ambos lados del Atlántico sugieren que la primera economía del mundo se está consolidando, mientras que el ciclo europeo se está acelerando»; por eso, el dólar «está claramente sobrevalorado, no se puede apreciar mucho más. Estamos cerca del punto en que la fortaleza de la divisa podría afectar a la política monetaria y, por lo tanto, el cambio dólar-euro no estaría muy por debajo de la paridad».

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