La Unión Europea deja a Google ante un futuro incierto
Noticias EFE
La decisión de la Comisión Europea (CE) de acusar a Google de violar las leyes antimonopolio del Viejo Continente y abrir una investigación sobre su sistema operativo Android amenaza con debilitar al gigante tecnológico y genera una peligrosa incertidumbre, alertaron hoy los expertos.
"Lo que ha ocurrido en Europa es muy serio para Google y abre la puerta a que los reguladores prohíban a la empresa el estar en varias líneas de negocio al mismo tiempo", dijo a Efe Tom Rosenstiel, director ejecutivo del American Press Institute, un centro de investigación sobre el futuro de los medios.
"El gran interrogante ahora es ver si efectivamente Google usa su plataforma de búsqueda y sus algoritmos para promocionar de forma injusta sus productos y anunciantes", destacó Rosenstiel.
Para el experto, el pulso legal entre Google y las autoridades europeas podría tener incluso repercusiones para el conjunto de las empresas tecnológicas.
"No está claro si este es un tema técnico que afectará solo a Google o estamos ante un momento más estructural que lleve a los Gobiernos a fragmentar empresas dominantes en la web", afirmó Rosenstiel.
Keith Hylton, profesor de derecho en la Universidad de Boston, insistió, por su parte, en declaraciones al diario The Wall Street Journal, en que la presentación formal de cargos contra Google reduce su capacidad de negociación con los reguladores europeos.
Hylton recordó que la empresa con sede en Mountain View (California, EE.UU.) ajusta sus algoritmos de búsqueda constantemente y ha dejado claro que cualquier solución de los reguladores sería "complicada" e interferiría con sus negocios.
Se trata de la primera vez que Google afronta cargos formales antimonopolio, lo que a su vez pone a la Unión Europea en la vanguardia del debate sobre cómo regular a los gigantes mundiales de la tecnología.
Google, por su parte, dijo hoy que las acusaciones de que utiliza su posición dominante en el mercado de buscadores para suprimir a la competencia son "falsas".
"Aunque Google quizás sea la herramienta de búsqueda más usada, la gente ahora puede encontrar y acceder a la información de numerosas formas y las alegaciones de daño a los consumidores y competidores están muy lejos de la realidad", argumentó hoy la empresa en su blog oficial.
"Por eso rechazamos respetuosamente, pero completamente, la necesidad de publicar un pliego de cargos con esas acusaciones y esperamos convencer -a la CE- en las próximas semanas de que tenemos razón", añadió la compañía.
Firmas como Expedia y TripAdvisor sostienen que las prácticas de Google han dañado sus negocios, aunque la firma californiana sostiene que el tráfico, los ingresos y beneficios de esos sitios en línea no respaldan las acusaciones.
Las autoridades europeas abrieron un segundo frente hoy contra Google con el anuncio de una investigación formal para determinar si la empresa ha impulsado acuerdos "anticompetitivos" con fabricantes de móviles y tabletas para instalar exclusivamente en ellos su sistema operativo de código abierto Android.
"Los teléfonos inteligentes, tabletas y aparatos similares juegan un papel cada vez más importante en la vida de muchas personas y quiero asegurar que los mercados en ese área pueden florecer sin limitaciones anticompetitivas impuestas por cualquier compañía", dijo hoy la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager.
Google indicó, en un memorando interno a sus empleados, que Android ha favorecido una reducción de precios y aumentado las opciones de los consumidores.
Mientras tanto, Jeff Jarvis, director del Centro Tow-Knight para el Periodismo Emprendedor en la Universidad CUNY de Nueva York, calificó hoy de "ridículas" en declaraciones a Efe las acusaciones de los reguladores europeos.
"Es una decisión ridícula. Por supuesto que si eres una compañía de medios vas a promocionar a tus anunciantes y si ofreces tu sistema operativo de forma gratuita tienes derecho a establecer ciertas condiciones. No hay nada ilegal en eso", dijo Jarvis.
Para el profesor neoyorquino, lo ocurrido este miércoles "demuestra que la Unión Europea no solo está en contra de las empresas tecnológicas estadounidenses sino también de la tecnología y la innovación".
De no ver satisfechas sus exigencias, la Comisión Europea podría imponer a Google una multa de hasta el 10 % de su facturación (unos 6.001 millones de dólares o 5.661 millones de euros), según sus cuentas de 2014.
Google controla más del 90 % del mercado de búsquedas en Europa.
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